Mi temor no es intrínseco.
Mi dolor en mi no nace.
Es una espiral que me envuelve.
Abrigo de desatinos.
Abrigado por los desatinados.
El demonio existe y la carne es débil.
No temo mi caída, temo la caída de todo un sistema.
Porque toda caída entraña un nuevo orden.
Y todo nuevo orden conlleva una nueva cúspide.
El oropel sin inteligencia no es buen rey.
Una cúspide con mala cabeza es el principio del fin.
Con ruido se llega al poder.
Pero el ruido cae con facilidad en el terror.
Ese es mi temor, el temor al terror.
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