viernes, 24 de diciembre de 2021

Pólvora


El estruendo de pólvora, 
llena de coral mis yemas.
No soy tu isla, 
sólo soy un naufrago, 
perdido y solo, 
en tu intrincada enormidad.
La pólvora, 
llena de pesar mis horas, 
y el reguero carmesí, 
delata mis lecturas.
Mis venas garabatean,
con su violáceo tormento, 
el complicado adiós 
de quien no sabe como irse.
El estruendo de pólvora 
de tus cantos de sirena, 
me zahiere 
en este irredento valle 
angosto y sin caricias, 
desfiladero atroz, 
que las aguas claras 
y sus rumores, 
cortan, hieren. 
¿Quién transitara tus playas? 
Cuando yo ya no esté.
Tu salario es rencor.
Y yo bajo el mar, 
libre de los susurros, 
ya no oiré más 
lo que la aridez del pedernal, 
dice de mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario