sábado, 5 de noviembre de 2022

Es plomo la inutilidad con la que lleno mis bolsillos


Infinita arena de días estériles, que me cerca de dunas de tórrido abatimiento. 
No soy corcel sumiso, pero el norte angosto me rinde.
Las sortijas de mis manos hablan de derrotas, de la rendición que es mi avaricia.
No me sientes y lo siento, no me amas y te amo.
Arena febril y loca que me sepulta en los segundos, dolor de lecho yermo, de noches frías de invierno.
¿Qué es ser rebelde en este desierto de ruidos sumisos?
No te siento y te amo.
El brillo hiriente de la usura, llena mi mesa, colma mis platos.
Es plomo el oro, es plomo la inutilidad con la que lleno mis bolsillos.

 

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