¿Eres tu el que sabe escuchar?
Envuelto en el perfume de la derrota.
Oriente de ámbar.
Resina de preservador olvido.
Sueño injusto.
Taracea de desdichada fortuna.
Enigmática carta que arrastra el viento, convertida por la mano envidiosa en pavesas.
A tu vera.
Siempre en la proximidad tuya.
Es diferente el dolor.
Si tu mano con caricias lo aplaca.
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