LA DIVA SUPERLATIVA.
Es obligatorio rendir tributo a cima tan alta de nuestro cine patrio y a belleza tan patria exportada al otro lado de la mar oceana.
Mujer de excesos y excesiva, Saritísima, como la califico Terenci Moix, en su programa "Más estrellas que en el cielo" en 1988, superlativo nombre que la define sobre manera.
Sara, siempre peco de bella, de carismática, de magnética, de exuberante y de clara y rotunda.
España como es habitual, con la valoración de sus grandes, no le dio el hueco que correspondía a tan magnifica DIOSA.
Se nos ha ido y desde provincias, desde Cáceres queremos rendirle este tributo, sencillo pero entrañable.
Para Sara nada fue suficiente y vivió su vida con la certeza y seguridad de que la vivía solo una vez.
Y como la vivió, plena de aventuras, caprichos, logros y porque no llena de descaro y la seguridad que da hacer lo que uno quiere y con lo que uno disfruta.
Sara nunca tuvo un Goya, porque Sara merecía un Velazquez.
Sara ha sido musa de pintores, de directores fílmicos, icono gay y mujer turbadora de portadas de interviu y de calendarios de camioneros.
Sus alhajas, sus puros, sus maridos, sus amantes y su estilismo de diva hasta el último instante de su densa vida.
Sarítisima merece esto y más.
Diosa de rutilante talento y belleza, desde aquí con este tributo queremos contribuir a tu eterna gloria.
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