martes, 13 de junio de 2017
Ignacio Echeverría
La bondad no nace sola,
la bondad se siembra.
Son las manos primorosas del progenitor,
las que dan frutos entre caricias.
Es el circirculo familiar,
el que con el ejemplo siembra.
Somos de donde venimos.
Somos a donde la buena educación nos lleva.
Obras que riegan amores.
Amores, que con amor el mundo siembran.
Digno hijo, hijo de dignos progenitores.
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