jueves, 30 de abril de 2020
Israel
Israel, de frío mármol,
sentir bajo mis plantas.
la tierra prometida yo quisiera.
Porque la fatiga de vivir es grande,
como grande es la pelea,
contra el mundo que asolan los mediocres.
Cansado estoy de líneas,
para retratar intrascendencias.
Como la mar busca la arena,
así mi alma busca el reposo,
del hombro del igual en tormentos y en maneras.
Palabra desterrada
No soporto el peso, de la plumbea nada.
La mano ausente que me provoca tanta infelicidad.
No soporto el azul, de tu perfidia.
La mano amiga y ausente que me produce inseguridad.
No soporto las horas de encierro, con la algarabía del intrascendente.
Ahogo el llanto, con las palabras iracundas, que desfilan marciales a la estéril guerra.
Necesidad, palabra desterrada, porque ya no sé amar.
En mis manos ya no habita la piedad.
Aire entre líneas
Es el aire,
el que más conmueve,
porque en las pausas,
es donde se desahoga el alma
y aspira la inefable condición,
de las líneas mortales.
No hay víctimas,
en los derroteros de las partidas,
porque el gusto es compartido,
como compartida,
es la transparente sangre.
Inhumano,
como la tierra calcinada.
Humano,
como el plomo de tu mirada.
Yerma es mi casa,
Ametrallada mi alma.
Sólo,
leo entre línea.
Sólo,
saboreo ausencias.
Este caleidoscopio tuyo, que ya también es mío
Que maravilloso es tener un harén tan diligente, de esclavas tan bellas y solicitas, de putas tan elegantes y complacientes, que alivian todas mis fobias y mis filias.
Porque las palabras con su solvencia y su marcialidad, no sólo dan placer, sino que evitan y alivian el dolor. Ya sea con la lengua o con la pluma, me liberan de la cárcel de estos días, y de la cárcel de los modales convenientes, pues con sus dobles filos y vertientes, me permiten bordear lo más vil y lo más sublime, el acantilado del vértigo de lo proscrito y amoral.
Mis palabras, tus palabras, son ángeles malcriados, que sirven al cielo y al infierno, a dos señores antagónicos y rivales, a los que elevan y hunden a su antojo.
Palabras que desnudan y descarnan, y que seguirán vibrando en el aire, cuando nuestro cuerpo y mortaja, sean pastos de las alimañas en el oscuro pudridero.
Gusto de profanar palabras, en este mundo de precintos y etiquetas, de batallar con los gemidos, los hipocorísticos y las blasfemias.
Palabras, sin sexo como los ángeles, que vuelan y caen como tóxicas mariposas de colores, en ese caleidoscopio tuyo, que ya también es mío.
miércoles, 29 de abril de 2020
Santos marginales
No es altura, la que busco para tocar el cielo.
El cielo, con demasiada frecuencia, no está tan elevado.
Hay cielos tan marginales, que son divinos, de rasantes.
No es elevada la fresa, pues es rastrera, pero jugosa.
Almíbar de mil flores, que no crecen en las alturas.
No busco alambicadas proezas, ni circense galantería.
Sólo persigo el gorjeo del ave sencilla, sin rico plumaje.
Porque me distrae en esceso, la barroca melodía del intrascendente.
Su almizclado ser de impostura.
No gusto de la tonificada tensión, sino de la nata tersura.
Detesto da forzada galanura, y el aire forzado de la mueca estudiada.
Que poca claridad tiene, quien fácilmente promete.
Que poco predicamento, quien no discrimina.
De poca parroquia me gusta el convite.
Sólo rezo a los Santos marginales, a los que devora el polvo.
Pido a quien se que me va a dar, porque su abandono es mi suerte.
Y su falta de clientes, mi feliz destino.
El rayo fulmina
El sueño y el amor son similares.
Ambos se empapan de fantasía.
El amor idealiza,
y el sueño persigue ideales.
Falaz es la prosaica tierra,
que habitan los mortales.
Y carcelera la desidia del humano,
que no corre tras la centella,
que ilumina instantes inolvidables.
Sin ti ¿Qué sería mi partida?
Yo dueño de todas las torres,
sería solitario Rey.
Te necesito para mi victoria.
Pues no hay éxito sin rivales.
No busco a cualquiera.
Sólo me derrocho y busco,
fieras iguales, en mañas y maneras.
El amor no es corriente.
El amor fulmina.
Calcina el comedimiento,
y al corcel que está engrilletado,
lo libera y desembrida.
Mi tormenta
La indecisión.
Es el aprisco del infierno.
Es la alta tapia, que nos encarcela.
¿De qué sirve el brío?
Si tu comedimiento, lo amansa.
No temo al mundo.
Temo tu pereza.
Ese querer ser y encajar.
Ese imposible nuestro.
Porque la luz, no encaja.
La luz, sólo desborda.
Y en brutal e iracunda riada, inunda, baña.
Israel, solar maldito.
De altas e inaccesibles tapias.
Mi tormenta, no tiene nombre.
Pero bien podría llamarse, Israel.
lunes, 27 de abril de 2020
Lvis
Descuidadamente elegante.
Descuidadamente sublime.
Descuidadamente distante.
Torturadóramente inaccesible.
En la torre había un nido.
En el nido un pájaro.
Y en mis sueños pueriles.
Habita el anhelo.
De echarte el lazo.
Luis
Puro e incorrupto decoro.
De labios que silban y brillan.
De ojos que miran y acribillan.
Decoro es la rima, que surca tu abismo.
Sitiada ciudadela, que no rinde mi instinto.
Tus colores son pájaros, que vuelan en círculos.
No sabe la razón, embridar mi furia.
Y mi furia, que sabe, a ti te busca.
En abril, había una feria.
En la primavera, había mil flores.
En tu cascabelera sonrisa, mis mil temores.
De labios que silban y brillan.
De ojos que miran y acribillan.
Decoro es la rima, que surca tu abismo.
Sitiada ciudadela, que no rinde mi instinto.
Tus colores son pájaros, que vuelan en círculos.
No sabe la razón, embridar mi furia.
Y mi furia, que sabe, a ti te busca.
En abril, había una feria.
En la primavera, había mil flores.
En tu cascabelera sonrisa, mis mil temores.
Torre de palomares
Me gusta como empalagas todos mis instantes.
Como el almíbar de tu silencio confunde mis horas.
Salmos de desconfianzas, regados por la Parca.
Todos somos mayores y estamos perdidos,
en la soledad de esta maldita vejez.
No me rinde la vida, me rinden las decepciones.
Barro reseco, sobre el que no se puede reescribir.
Te conozco sin conocerte, y en el desconocerte te reconozco.
Torre de palomas sin mensajes.
Torre, donde en los palomare fenecen los sueños, sin haber nacido.
Nadie llama a mi puerta, cerrada porque no quiero que llegue la Parca.
sábado, 25 de abril de 2020
Mil vidas
Ser mil vidas y sin dejar de ser ninguna.
Eso es escribir, vivir mil vidas.
Padecer las contradicciones de sólo poder vivir una.
Hasta lo más sencillo, es harto complicado.
miércoles, 22 de abril de 2020
Al final del pasillo
Al final del pasillo, le dijo, y colgó.
Cuando la necesidad aprieta, uno busca cauces para aliviar la tragedia. Días iguales, entre las cuatro paredes de su alcoba. Días, solo, delante del ordenador, consultando el móvil. El ambiente en la casa era irrespirable, demasiada tensión, mucha necesidad, mucho brío embalsado. Tras aquellas redes, un torso sin rostro le invitaba a pecar, a romper el confinamiento. La cámara enfocó su entrepierna y tras los mugidos y los monosílabos, le pasó el teléfono y llamó. Avenida Cabrera Infante, nº 32, tercer piso, puerta A, al final del pasillo.
sábado, 18 de abril de 2020
Candelita
Candelaria Biarnés, era el exponente de como la decepción genera prodigios. Era efervescencia, gas, burbujas de afrutado espumoso. Tersa, suave, apetecible, fruto exótico y prohibido que lo convertía en más codiciado y suculento.
Una mañana de abril, apareció en la calle, el destino la varó frente a la casa de Herminio Ponde de León y Colindres, que al verla llorar acurrucada en la puerta de su palacete, la invitó a entrar y a desahogarse.
La rareza estigmatiza, y fuerza a los ignorantes progenitores a repudiarla, no sin antes someterla a vejaciones y a alguna que otra golpiza, para domar la talla perfecta de aquel que ha nacido delicado y para brillar.
Candelita, tras vagar por las calles del centro, del Barrio Gótico, se acurruco en aquel portalón que la guarecía de frío de la noche y de las miradas indiscretas.
De la Plaza Marquesa de Fusquí, salía una calle estrecha, lo justo para dejar pasar un carruaje, y en esa calle sin puertas y de tapias altas, al final y sin salida, estaban las dos puertas de palacete de los Ponce de León y Niebla.
Candelita, era un muchacho precioso, dulce. Era gracia sin domar. Estaba helado, lo arropó con una manta en el chester de cuero negro, frente a la encendida chimenea, no dejaba de tiritar. Llamó al servicio para que le trajeran un vaso de leche caliente con miel y un chorreón de coñac. Cuando el joven, tomaba la leche, Herminio, le empezó a interrogar:
- ¿Cómo te llamas?
A lo que respondió cabizbajo:
- Me llaman Candelaria, o Candelita. Pero mi nombre es Luis Biarnés.
A lo que Herminio añadió:
- Pero realmente ¿Cómo quieres que te llamen?
Ahora sí levantó la cabeza el chaval y dijo.
- Me gusta que me llamen, Candelita, es como me llama mi madre, y como se llamaba mi abuela.
A lo que añadió El Ponce:
- Pues no hay nada más que hablar, Candelita, así te llamaré.
- Dime, Candelita ¿Qué te ha pasado? ¿Por qué estás en la calle? Con este frío.
Candelaria, se enderezo, y levantando la cabeza, con grácil altanería, dijo:
- Mire usted.
Hizo una pausa, tomó aire, dilanto sus aletas nasales, y continuó.
- Primero, darle las gracias por la leche y por entrarme en su casa.
- Segundo, ya me ve como soy, y esto, esta desgracia, mi padre que es muy bruto, no la lleva nada bien. Y me ha puesto en calle y como no tenía donde ir, vagué por las calles del barrio, hasta que encontré esta calle tranquila, donde apenas corre el viento y me acurruque en su portal, esperando la mañana, a ver si el nuevo día me traía mejor suerte.
Herminio, le contestó sonriendo.
- Pues Candelita, no has podido tener mejor suerte, te puedes quedar aquí el tiempo que quieras.
Y no mentía al decírselo, el Ponce de León, porque la loquita de la Biarnés, había ido a parar a casa de la muy noble loca de Herminio.
La vida no es fácil para las rosas, para una llamativa Carolina, para un torbellino de aspavientos y gráciles ademanes. La vida, para los tildados por la gracia de la afectación, es un duro camino de espinas.
miércoles, 15 de abril de 2020
Carta desde mi encierro
Carta desde mi encierro.
La casa es grande, pero el encierro se siente igual. Los días son iguales y enormes, y me he negado a consumir "el maná salvífico" de la televisión, caja tonta, generadora de relato exculpatorio, idiotizante, me he negado a escuchar y participar en el circo de los aplausos y de los bailes absurdos desde las terrazas. Soy pueblo, soy un simple administrado, pero me niego a ser un imbécil, un borrego que no se duele mientras sus seres queridos son llevados al matadero. Porque esta mala gestión y la ineptitud, de los que controlan la caja difusora de demagogia y soflamas, es un matadero, es un maldito triaje, que parece y no quiero ser conspiranoico, haber sido diseñado para matar a nuestros mayores, para purgar a esta idiotizada sociedad de su bien más preciado, la sabiduría de los que han puesto en pie el bienestar de nuestro presente.
Ángel Álvarez de Sotomayor
#quédateencasa #Cáceres #coronavirusespaña #Perdigueros #confinamiento #Extremadura #España #Hoyos #PeralesdelPuerto #SierradeGata #Sotomayor #covid_19 #hoyosdesdecasa #Soto
martes, 14 de abril de 2020
Indiscreción
Indiscreción de Ángel Sotomayor y Ana Gallego
Allí nos lavamos las manos, vertemos nuestras inmundicias, en la soledad de su estanqueidad.
Nadie lo ha visto, no hay testigos.
Ni el encolerizado pájaro ojo, libradores de eróticas caricias.
lunes, 13 de abril de 2020
Culebrinos relámpagos
Los culebrinos relámpagos iluminan la cerrada noche, mientras mi mano garabatea infortunios.
En el silencio, perturbado por el retumbar distante, me zahiero hurgando en los recuerdos.
Si yo te hubiera amado antes, si mi necia ambición no me lo hubiera impedido.
En este valle de horas yermas, nada puedo hacer ya, salvo lamentar mi desafección.
Garabatea la Parca epitafios, jeroglíficos para iniciados.
Manos curtidas por el labriego mercar, manos vacías que no pueden acariciar.
Plata de días de plomos, de primavera sin espectadores.
Si te hubiera amado antes, yo no tendría esta desazón.
Náusea
Es complicado descansar encharcado de hastío, de náusea, con esta opresión en el pecho que me martiriza desde que comenzó este encierro.
No soy nada, no soy nadie, un grano de sal en este enorme lago de aguas quietas, aguas sin oleaje, aguas dulces, como los pecados que no cometo, como el almíbar de la privación.
Encuentro el placer, en prohibirme la furia del infierno, la torridez de sus llamas.
No soy nada, nada más que estrategia, alambicado y sublimado placer, placer colmado en mi insana obsesión por poseer. Miedo al vacío, a las barandas, al vértigo, a los enormes páramos, llanos e infinitos, sin árboles, arados y yermos.
No soy nadie, porque mi existencia ni siquiera está sujeta por hilos, está prendida por alfileres, las alfileres de acerico que es mi pecho.
Es complicado descansar mientras sé que me desangro, y tiñe mi bravura de rojo, las sábanas blancas de mi lecho.
No te temo hechicera con polisón de nardos, no te temo, sólo a mí corrección temo, a esa, que sabedora de que te espero, me niega la carne, me niega y me reniega vivir.
Mis padres
Uno, nunca debe olvidar de dónde viene.
Olvidar a nuestros mayores, los que nos dieron la vida, los que nos siguen dando.
El amor no entiende de edades.
Nadie nos puede privar de la vida por haber cumplido una edad.
No es justo, ni es de justicia racanear comprando gangas y consentir que está peste, mal gestionada por un atajo de INEPTOS, reyes del postureo y la demagogia, se lleve por delante a la generación que puso en pie nuestra transición y nuestra democracia.
SI A LA VIDA.
SI A LA VIDA SIEMPRE.
Si volviera a vivir
"Si tuviera que volver a comenzar mi vida, intentaría encontrarte mucho antes"
Antoine de Saint-Exupéry
Sentenciamos días vacíos con pacata frivolidad, cuando los días nunca vuelven y perder días es dejar escapar la felicidad. Me arrepiento de no haber salido corriendo tras de ti, aquel día de torrencial lluvia, de haberte dejado escapar, en lugar de haberme mojado contigo, para sentir tu calor de forma más intensa, empapado de aquella torrencial frialdad.
domingo, 12 de abril de 2020
Ígnea
La imperfección genera rareza. Y eso sólo soy, bella acumulación de taras, sublime rareza.
Cristalización magmática. Ígnea excelencia.
sábado, 11 de abril de 2020
La luz
La luz, es tan mordiente que nos desdibuja. Es el precio que se paga, por caminar hacia la luz.
La verdad nos hace libres, pero tambien nos hace blanco de las iras del inferior.
Nos devora la desidia, en este forzado confinamiento, extraña preñez que no sabemos qué nos deparará.
Sin la mano amiga.
Nadie guia nuestros pasos.
Labios negados por la distancia.
Crece la hierba en el campo y nadie la ve crecer.
miércoles, 8 de abril de 2020
Miércoles Santo
Miércoles Santo.
El color mitiga el dolor.
Ruido para tapar el llanto.
Resistir es acción, no chabacano grillerio para tapar miserables.
La realidad nunca es dulce.
Sólo el circo busca endulzar, la verdad que es cortante.
Sólo los Reyes
Sólo los Reyes están habituados a los encierros, en sus cárceles doradas, en sus cárceles de protección. Distantes y distintos, desde sus torres, vigilan a su pueblo, controlan sus afectos y su desafección. Sólo los Reyes, porque los profetas de la bulla y del circo, también pretenden distancias y pompa, pero no para regir, sino para ordeñar, con la teatral bagatela, con la cercanía distante, marcando altanera distancia. Falsos pastores, que los reconocerás porque plagian, porque se instalan en la frase de otro, y con los afeites dramáticos para tapar sus cacarañas, la espetarán en la más encopetada tribuna, con la alambicada retórica de quien persigue el barbasco.
Su preferido
Su preferido era, el infierno de lo
cotidiano, el infierno de los modales, de las frases convenientes empapadas de veneno y hiel.
Él, sabía lo que era agonizar entre cuatro paredes, rodeado de los que dicen quererte y que lo hacen todo por tu bien.
Su lugar preferido era el enorme ventanal y la luna de su espejo, era como estar fuera sin haber salido aún de aquella crisálida de martirios, en la que entró como bella mariposa y saldría como un amputado y estandarizado engendro.
El ventanal del vértigo invitaba a volar, pero el mundo nunca cambia, si uno se va.
martes, 7 de abril de 2020
Su preferido
Su preferido, su detestado, del amor al odio hay sólo un paso, vereda en la que no crece la hierba, de tan transitada por los pendulares estados de su alma, de sus apetitos. Richy, sabía sacarlo de quicio, sabía elevarlo a lo más sublime o dejarlo caer en los estados más agrios.
Era una cucharadita de dulce miel, que al tragarla se tornaba en salada y lacerante arena.
Amor de idas y venidas, porque Richy, era placer inconveniente. Horas de tedio, sublimes arremetidas y cotidiana vulgaridad. Era su preferido hoy, porque sabía que ya no lo sería mañana.
Su preferido
Su preferido STAR, ser de todo, menos común. Atesoraba errores como quien colecciona mecheros, fuegos que se habían desvanecido por su fiebre loca, por su infidelidad. "El destino es un monstruo, que se alimenta de tropiezos" repetía mientras se acicalaba ante el espejo. No era nada común, su pelo rubio y corto, su barba recia y negra, sus ojos verdes con muchísima sombra azul. Doce anillos en sus manos, doce apóstoles prestidigitadores, ademanes rapidisimos de verbo aún más rápido. Caro STAR, incomprendida moderna de cuerpo garabateado según los nuevos dictados del ser y padecer. Era un bombón, con olor a Gaultier.
Su preferido
Su preferido modo de actuar, era el de los fogonazos. Sus estelares apariciones, eran fósforos encendidos con inteligencia, en un océano de oscuridad.
Aquella noche fue así. El exquisito sastre, enfundaba un cuerpo que se resistía a envejecer, un cuerpo soberbio, cincelado con mil privaciones, con mil rutinas. Menos es más, decía Mies Van Der Rohe, máxima que él, tambien solía repetir. Aquella noche fue distante, pero a sus ojos les costaba cada vez más mentir. Cuando pasó a mi lado pude, aspirar su carísimo olor, sentir como su mano rozaba mi hombro y sus ojos de hielo suplicaban calor.
Su preferido
Su preferido era más suave, pero el vicio fuerza a apurar lo que se tiene a mano, sabores densos determinados por la urgencia.
En las redes somos tan cazadores, como presas, trofeos expuestos bajo engañosos prospectos de talentos y virtudes inexistentes.
No fue ni en su casa, ni en la suya, fue en una pensión de olor rancio, al lado de la plaza donde se citaron. Se reconocieron en seguida, ambos llevaban en sus manos un libro rojo. Samuel, a Ana Karenina, Luis, un libro de cuentas.
Su tabaco era áspero, pero tras el galope aspiró el mismo humo que él.
lunes, 6 de abril de 2020
Su favorito
Su favorito, era la esmeralda orlada de brillantes que le regaló Fréderick. El placer nunca casa con el interés, y ella sabía venderse muy bien y el placer se veía obligada a buscarlo fuera de aquel contrato que era casarse.
Siete divorcios, siete negocios, y continuaba buscando el placer en la soledad de sus joyas, en los espejos que le devolvían su imagen ricamente adornada.
Se colocó en el dedo corazón de su mano derecha la enorme esmeralda, y delante del enorme espejo, deslizó la enjoyada mano, bajo sus bragas.
Su preferido
Su preferido no era aquel color, ni mucho menos, le sentaba endiabladamente mal. Si hubiera sido gris; gris plomo, perla, pizarra, todos los grises, hasta llegar al negro, le sentaban bien.
Era la necesidad, la que la forzaba a abrazar aquel color, aquel horrible color. Ni los dorados botones estaban bien, todo el conjunto era tan pretencioso. No podía entender que tras aquel sastre, hubiera un prestigioso diseñador ¿Pero que tenía en la cabeza ese día para haber confeccionado algo así? Era tan paleto que no se veía con fuerzas, para soportarlo todas las horas de vuelo que trabajaría con él.
Su preferido
Su preferido era su tormento, era bella rémora, era sabroso vicio.
El ascenso social tiene mucho de atávica pulsión. Su último capricho, su caro favorito, sabía poco, pero eso sí lo sabía, venderse al mejor postor, que ahora era él.
Muchas veces llega más lejos la carne esculpida en el gimnasio, que el trabajado intelecto.
Su preferido lo eligió a él, por el mondo sexapil del poder. Porque Tatán, era así, un zalamero perrito, que no dudaría en cambiar de dueño, si la casa de ese nuevo dueño, era más grande, mejor. Cumbres de cuerpos imposibles de tener, sin pagar peaje.
domingo, 5 de abril de 2020
Rechazo
Siempre hay quien decide vivir en segundo plano, escondido, en la sombra. Vidas que transcurren en el anonimato, en la discreta penumbra, vidas dobles y triples, multiplicadas para esquivar el dolor de los primerísimos primeros planos.
Ser con autenticidad, es complicado, nos complica la vida, nos dispersa en la batalla del éxito donde tener un partner mujer abre tantas puertas. Cuando no nos sujetamos a la convención, pagamos el precio del rechazo, puertas cerradas que no somos capaces de procesar.
Si no lo veis..........
El que odia primero.
El que señala primero.
El que acosa primero.
El que instiga primero.
El que desinforma.
El que miente.
El que profana tumbas.
El que despierta la fiera de la guerra.
El que intenta escribir la historia de nuevo.
El que borra la historia.
El que elide.
El ególatra.
El que falsamente se duele.
El que guionizado interpreta.
El que no pide perdón.
El que culpa.
Si no lo veis, si no lo reconoceis.
No estais ciegos, simplemente sois imbeciles.
El que siembra vientos recoge tempestades.
Macilentos & lustrosos
Macilento se pone el justo cuando enfrenta tormentas.
Lustroso se muestra el necio cuando tira balones fuera y no las enfrenta.
Verduleras que en los lutos se florean de rojo y relinchan mostrando hileras de grandes y artificiales dientes.
Irsia Carolain Sprimbol
viernes, 3 de abril de 2020
Lealtad
Que grande es la palabra lealtad, pero que poquitos con franqueza la abrazan.
Ser leal, no es servilismo, no es seguidismo, no es soflama, ni cacerolada inoportuna, ni desmedida jarana de aplausos que no respeta el luto.
La lealtad no es una mordaza, ni una brida, ni una albarda. La lealtad es un remar en la barca común, en la dirección correcta. Pero el leal, nunca rema hacia el precipicio.
Ser leal, no es ser memo, no es permanecer impasible e indolente, ante la deslealtad de quien lealtad demanda.
Ser leal es un entente, no es una rendición, es un acuerdo, no es vasallaje, ni pleitesía.
De desleales, a los valores más elementales que conforman nuestra democracia, está llena la primera fila, de los que por ineptitud y prepotencia, sacrifican y desprecian la vida de los que levantaron esta Patria, solar de todos, solar sudado y común. Pero nunca solal excluyente y guerracivilista, de bandos y de satrapías zafias. Sólo se es grande, estando unidos, remando juntos, arremangandose, pero remando hacia la salvación, hacia el horizonte, no hacia el mezquino sectarismo capitaneado por el desleal que plagia, por un narciso ridiculo, henchido de ínfulas y con la carita marcada por las cacarañas, que son las mismas que tiene en su amoral y rastrera alma.
jueves, 2 de abril de 2020
Erizo de mar
El áspero sabor de lo difícil.
Bajo la piel laborea el pesar.
Como arador de la sarna.
Erizo de mar con mil aguijones.
Los amores verdaderos
"Los amores tranquilos llegan cuando la frescura se ha esfumado y las locuras dan pereza. Llegan cuando ya no necesitamos embridar la pasión, ni contenerla y esta es ya sólo un arroyuelo sin fuerza, sujeto a múltiples estiajes. Amores de un brío que ya no se dispersa."
IRSIA CAROLAIN SPRIMBOL
miércoles, 1 de abril de 2020
Barbasco
Embargado por este tedio insufrible. Por las horas en blanco, por las notas inconexas que no me llevaban a nada. Sentir en propia carne era el único modo de escribir, empatizar y zambullirse en los dramas.
Siete horas en el infierno, en el desierto sin afectos, en el descampado que sólo sirve para el gozo fugaz, que ningún deseo colmata, pues no hay ni un ápice en él, de estelaridad.
Que fácilmente se rinde el humano a las esquinas oscuras, al barbasco que es buscar sólo follar.
Sin distancia
No existe distancia, si los sujetos se atraen.
No existen mares, para el intrépido amor.
Emigra el soldado al confín del orbe, si así lo manda el Rey.
Caballeros que cruzan miradas y terminan enredados.
Iris de iridiscencias, de fuego.
No existe distancia, ni existen reglas, en este juego.
Sólo existen órdenes imperativas, que las da el corazón.