Despierto perdido en la oratoria de los farsantes.
En las estrategias de sanguijuela de los condes.
Extremofilo futuro de división.
Flores de odio para el entierro de la decencia.
Me pierdo en la árida extensión de los cadáveres que no importan.
De un pueblo que no importa en las estrategias del medrar.
Condes de corona de hojalata con ansias de reinar en tierras no propias.
Bandos en lenguas de stras, de falso oropel.
Redactaré de nuevo la historia para que en algún rincón podáis reinar.
Rincones oscuros del alma, almas de miseria y plomo.
Loros que farfulláis en lenguas que si pudieran elegir jamas permitirían ser tildas con el regusto que deja en sus palabras vuestra acre y zafia boca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario