Las palabras que no decimos.
Las palabras que reprimimos.
Los pensamientos que ocultamos.
La vida que enmascaramos.
No es victorioso el camino de la valentía.
No es muy transitada la senda de la verdad.
Nos rendimos en un temor pueril, a que pensarán de nosotros.
En un mantener una fachada de conveniencia.
escondemos la verdad en la cuadra.
Y hacemos que la verdad no este presente en nuestros días, en nuestras horas.
Somos solo verdad, pero elegimos ser actores de personajes variopintos.
Distantes de lo que realmente somos.
Interpretamos lejos del escondite, guarida donde bajo siete llaves y tapada con siete mantos estÁ oculta la verdad.
Que fácil y rentable es mentir, que de sin sabores acarrea la sinceridad, con uno mismo, con los demás, con nuestro Dios, con el espejo, con nuestra sombra, con la mala calidad de nuestro sillar, con nuestro deficiente mampuesto.
Fachadas telón de glorias insípidas, de amargas primeras filas de usurpación.
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