No se puede vivir del cuento sin cuadrar las cuentas.
De bruces contra la realidad.
Es lo que tiene el vicio de pedir, que debes devolver o te dejan de dar.
Demasiado tonto viviendo de empréstitos.
Demasiado electo tonto que se cree que se puede zafar de rendir cuentas.
Nada ni nadie vive del aire y cualquier dispendio se paga.
Demasiadas promesas para llevar la brasa a la sardina de nuestro partido y casa.
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