Los silenciosos engranajes de la tristeza, obran de tal modo que nadie percibe las horas que al alma sensible dañan.
Nadie los ve ocultos bajo frases de concierto.
Nadie los ve bajo la sonrisa del no preocupar.
Nadie los ve pero van socavando.
Y arruinan torres altas.
Y arruinan torres bajas.
Y arruinan las torres en las horas más altas.
Y arruinan las torres en las horas más bajas.
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