lunes, 6 de octubre de 2014

Que los atroces den gracias a Dios, Él les permite vivir y les perdona


Suele ser proporcionar el miedo a morir a la mediocridad del individuo.
Cuanto más mediocre más miedo.
Suele ser proporcional la falta de empatía a la zafiedad del sujeto.
Cuanto más zafio menos empático.
No sentir el dolor del otro es rastrero.
No hacer nada para aliviar ese sufrir es vil.
Mundo de viles.
Primer mundo lleno de zafios que tienen un atroz miedo a morir.
Lo que menos vale es lo que más demanda.
Lo que menos vale es lo que más se queja.
Si fuera por mi, morirían todos los mediocres sin empatía de Ebola.

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