Envejecer no es morir.
Morir es dejar de creer.
Dejar de soñar.
Envejecer nos lleva a la muerte.
Pero nosotros elegimos el camino por el que queremos llegar.
Hay quien decide hacer el aire irrespirable de postrimero egoísmo.
Sin nada en las manos llegamos.
Con las manos vacías nos vamos.
Algunos deciden caminar drenando charcos.
Otros se acomodan y acaparan encharcando de carencias las vidas de otros.
Nada es impuesto.
Todo es elegido.
Envejecer no es morir.
Pero el egoísmo mata.
Camina con las manos libres y sentirás y darás caricias.
Nadie vive con las manos atadas.
Y eso es lo que hace la riqueza, ata.
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