Tendré los parabienes de vencedor o mi galardón será seguir luchando.
Agrios bufones que enternecéis al vulgo con operetas en los balcones.
Son desventajosas mis circunstancias, es mi camino ciego.
Mentís hasta a Dios en vuestras confesiones, cono no vais a urdir ante la débil justicia.
Manos toscas que no saben acariciar y juegan en la molicie de la ignorancia a dar zarpazos a los ángeles.
Tendré yo mis merecidos parabienes.
Tendré yo la dicha de sentir el confort de la bien impartida justicia.
Contemplo el tablero de la batalla y veo que es en el margen donde se desarrolla el juego.
Al margen de las reglas la ley y la prueba.
Con el margen o ventaja que da el juego sucio, la treta y la trampa.
Tendré yo la dicha de desenmascararlas.
No se lo que tendré pero yo ofreceré una lucha sin tregua y promoveré la reforma de la guerra al margen, del engaño que margina a quien ni ha hecho la ley, ni ha hecho la trampa.
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