Es tormentoso estar permanentemente empapado.
De sabores de otros.
De tormentas de otros.
Sin mirar veo.
Con los ojos cerrados te veo.
Encrespado mar de olas de desasosiego.
Plomizo ser tan poroso.
Envidio la evanescencía del que mira sin ver.
Del que respira sin encharcarse del olor de las lagrimas de otros.
No estoy preparado para tanta intemperie.
Para las corrientes de aires de tragedia.
Soy un magnético pararrayos que sigue atrayendo tristezas.
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