sábado, 9 de marzo de 2013
Empezar a rodar
La vida es turbia como el virado sepia de las fotos antiguas, turbia.......................................como las aguas estancadas repletas de larvas de mosquitos............................. turbia como el alma de los mezquinos,........................ turbia como sus patéticas estrategias.................. Y en la turbiedad, estableceréis una nueva escala de colores donde los grises cenicientos serán ahora los blancos níveos. Esta proclamado desde las altas torre:" Os conformareis con todo, y haréis de lo raso vuestra nueva cúspide. Caer es solo empezar a rodar."
El huerto
Ya no tenemos huerto.
No lo trabajamos lo suficiente.
Lo abandonamos en las lenguas de otros, en sus consejos sin precio.
Quizás no nos lo merecíamos.
Quizás tiramos el arado muy pronto.
La desidia.
La tristeza.
El desamor.
Malos abonos para el bello jardín.
Se fue la intensidad.
Se fue la ilusión.
Se fue la fe.
El aroma, los sincronizados latidos.
Se seco el rosal.
Se marchitaron las rosas.
Se llenaron de gusanos las manzanas.
Se fue la intensidad.
El fervor y el celo.
Se fueron los sabores compartidos.
Sentarnos a la misma mesa.
Tener un mismo lecho.
Compartir llanto y pañuelo al llorar.
Olvidamos nuestros colores.
Nos olvidábamos en los segundos, en los minutos en las horas, en los días, en los años.
Se convirtió el huerto en un erial.
Se apago la vela cargada de pavesa.
Demasiada inútil carga.
Arado imposible de arrastrar.
Ya no nos perdonábamos..
Ya no olvidábamos.
Ya permanentemente nos reprochábamos.
Ya no nos queríamos.
Ya comenzábamos a odiarnos.
No queríamos ya continuar de la mano por los mismos caminos.
Sin nada que decir.
Sin nada que contar.
Sin nada conjunto que vivir.
El uno para el otro dejamos un día seco de existir.
No lo trabajamos lo suficiente.
Lo abandonamos en las lenguas de otros, en sus consejos sin precio.
Quizás no nos lo merecíamos.
Quizás tiramos el arado muy pronto.
La desidia.
La tristeza.
El desamor.
Malos abonos para el bello jardín.
Se fue la intensidad.
Se fue la ilusión.
Se fue la fe.
El aroma, los sincronizados latidos.
Se seco el rosal.
Se marchitaron las rosas.
Se llenaron de gusanos las manzanas.
Se fue la intensidad.
El fervor y el celo.
Se fueron los sabores compartidos.
Sentarnos a la misma mesa.
Tener un mismo lecho.
Compartir llanto y pañuelo al llorar.
Olvidamos nuestros colores.
Nos olvidábamos en los segundos, en los minutos en las horas, en los días, en los años.
Se convirtió el huerto en un erial.
Se apago la vela cargada de pavesa.
Demasiada inútil carga.
Arado imposible de arrastrar.
Ya no nos perdonábamos..
Ya no olvidábamos.
Ya permanentemente nos reprochábamos.
Ya no nos queríamos.
Ya comenzábamos a odiarnos.
No queríamos ya continuar de la mano por los mismos caminos.
Sin nada que decir.
Sin nada que contar.
Sin nada conjunto que vivir.
El uno para el otro dejamos un día seco de existir.
Corazón finito
Duramos tan poco tiempo.
Nuestros ojos ven tan poco.
Abarcamos escasas cosas.
Abrazamos lo que abarcan nuestros brazos.
No caven tantas cosas en nuestro corazón.
Y vamos en el camino abandonando.
El corazón es un espacio bello y excluyente y el que habita en el quiere poca compañía.
Paradojas de amor y celos.
Manías de los huéspedes del corazón.
Tiempo finito.
Corazón finito.
Nuestros ojos ven tan poco.
Abarcamos escasas cosas.
Abrazamos lo que abarcan nuestros brazos.
No caven tantas cosas en nuestro corazón.
Y vamos en el camino abandonando.
El corazón es un espacio bello y excluyente y el que habita en el quiere poca compañía.
Paradojas de amor y celos.
Manías de los huéspedes del corazón.
Tiempo finito.
Corazón finito.
viernes, 8 de marzo de 2013
Rosario de brasas
No me acompaña un buen resultado en el diluvio.
Todo es perder.
Escorrentía de campos en pendiente y desarraigados.
Acarcavado paisaje de llantos.
Lameré tu sangre, mi sangre, vinculo, nexo, casa matriz que vio nuestro alumbramiento..
Sala de consuelo.
Cobertores de lana.
Crujir de bigas de castaño.
Tardes cortas y grises de otoño.
Rosarios de brasas.
Multiplicadores recuerdos, Ines, Luisa, Felisa, Ángel.
Sin frases de animo.
Sin animo en las fuerzas.
Ya a nadie veo.
Ya a nadie siento.
Contando perdidas entre Ave Marías.
Para expiar la purgación.
Para ganar el cielo.
Domestico, familiar, lleno de afectos.
Quien a mi me recompondrá.
Valle de lagrimas en un cerro de nieves.
El problema esta en mi mano.
La educación me obliga a contenerme.
Impide mi alzamiento en ira.
Postrante rendición.
Podre catapultar lejos, muy lejos los tormentos.
Rezaré a los queridos, los de la diestra de mi Dios, como alivio liberador de mis tensiones.
Hablar con Dios
Nunca sobreviven los sensibles.
El dolor provoca un nudo en la garganta que te impide comer.
No comer es sentir.
No comer es morir.
Mueren los ángel aquejados de nudos en la garganta.
Sin poder gritar, atenazados, en silencio.
Se ocultan sus últimos jadeos con ruidos de cañón.
Mundo perfecto e irreal de insensibilidad.
Los ángeles son un peligro para el orden de este mundo y deben morir.
Deben morir los que ven y hablan con Dios.
Entre bastidores
Manipulación de precarios.
Se doblega la verdad.
El servilismo de la servicialidad.
Entre bastidores todo es permanente queja.
Dios proveerá.
Dios castigará.
Hágase de forma clara y concisa su voluntad.
Lío de cintas
Despiadada y cruel tristeza, gravada en las cintas que el aire cimbrea, trenza y anuda.
Lío intimo.
Lío de cintas.
Lío de metáforas.
Lío de valor.
A toda velocidad.
Sin tiempo que perder.
Abocados a perder el tiempo, la vida, el norte.
Con toda la lentitud, ¿que hacer?, ¿ como comportarme.? Escurridiza es la verdad en mis manos.
¿Que me sobrevendrá.?
Me evalúan los ojos del desinstruido.
Peculiar forma de dejarme defender.
Impresión de vació con precio de lleno.
Sin cimientos habéis levantado una torre de injurias.
Necio arquitecto el que se presto a esta treta.
Alta, muy alta.
Inestable, muy inestable.
La virtud cardinal, es aveces el fallo fundamental.
Lío intimo.
Lío de cintas.
Lío de metáforas.
Lío de valor.
A toda velocidad.
Sin tiempo que perder.
Abocados a perder el tiempo, la vida, el norte.
Con toda la lentitud, ¿que hacer?, ¿ como comportarme.? Escurridiza es la verdad en mis manos.
¿Que me sobrevendrá.?
Me evalúan los ojos del desinstruido.
Peculiar forma de dejarme defender.
Impresión de vació con precio de lleno.
Sin cimientos habéis levantado una torre de injurias.
Necio arquitecto el que se presto a esta treta.
Alta, muy alta.
Inestable, muy inestable.
La virtud cardinal, es aveces el fallo fundamental.
El carcelero orden
Nada fertiliza lo que es impermeable a la fertilidad.
Paraísos de urgencias.
Efímeras glorias de caídas dramáticas.
Liderará el caos el carcelero orden.
Varado
Precipicio desalentador.
Todo está varado, nada navega, está anclado, estático, inmutable, en este momento que se me hace eterno.
Locura en espiral.
En la noche cerrada encenderé una bengala, que de luz al tarascón de proa.
Especial cautela.
Especial mimo.
Especial cuidado.
Nostalgia en el frío y sequedad emocional en mi ahora.
jueves, 7 de marzo de 2013
Palabras
Escribo para no olvidar.
Y una vez escrito olvido.
Corro entre las palabras esperando que ellas me salven.
Y una vez escrito olvido.
Corro entre las palabras esperando que ellas me salven.
Ungüento sanador
Angustia, tormento, pesar.
ángeles crueles que me acompañáis en las estancias que eligen los manipuladores deseos.
Deseo no desear.
Deseo no sentir.
Deseo no necesitar.
Deseo no satisfacer.
Deseo no amar.
Deseo dejar de odiar.
No quiero volver a salar tus heridas.
Quiero extender sobre tus llagas un ungüento sanador.
ángeles crueles que me acompañáis en las estancias que eligen los manipuladores deseos.
Deseo no desear.
Deseo no sentir.
Deseo no necesitar.
Deseo no satisfacer.
Deseo no amar.
Deseo dejar de odiar.
No quiero volver a salar tus heridas.
Quiero extender sobre tus llagas un ungüento sanador.
Descalabrador
Lloran las tejas lentas, cansadas.
Se guarece el gorrión.
Tiritando bajo el alero.
Ya no tiene nido.
Ya no tiene árbol.
Lo ha cortado el hombre.
Un capricho más.
Una cadena de asesinatos más.
Tras el árbol, cien gorriones, un águila, mil margaritas y diez ciempiés.
Todos han sentido la perdida.
Todos han llorado por él.
Todos han pasado hambre.
Y al final han muerto como él.
Yo como humano y consentidor soy igual de asesino y de belleza soy un descalabrador.
Se guarece el gorrión.
Tiritando bajo el alero.
Ya no tiene nido.
Ya no tiene árbol.
Lo ha cortado el hombre.
Un capricho más.
Una cadena de asesinatos más.
Tras el árbol, cien gorriones, un águila, mil margaritas y diez ciempiés.
Todos han sentido la perdida.
Todos han llorado por él.
Todos han pasado hambre.
Y al final han muerto como él.
Yo como humano y consentidor soy igual de asesino y de belleza soy un descalabrador.
El primero en golpear
Preocupadas por vivir y sabedoras que no viviréis eternamente, haríais bien en centraros en vivir en vuestra vida, porque joder la vida a otros no es vivir..........
Horrenda vida en la que jugáis al perro y al gato odiado a ambos.
Previsible explanada de tirantez que ya nada sutiliza.
También vosotras sufriréis caídas, tened cuidado, PORQUE YO LAS ESTARÉ ESPERANDO, para moleros a hachazos, quiero ser el primero en llegar, el primero en golpear, el primero en veros sangrar y pedir auxilio. Pero os aseguro que son grandes las ganas de otros, y son muchos los otros que esperan veros caer.
Dios os libre de ser árbol caído.
Habas de San Ignacio
Salitre que hiere mis ojos.
Olisqueadoras que contáis mis pasos, mis palabras, mis ruidos.
Aunque no atisbáis a colegir mis pensamientos.
Una mentira más que con el hisopo neutralizaré.
Espero escribir vuestro epitafio.
Funesto epitalamio el que os permitió y unió para procrear.
Fácilmente erosionable.
Fácilmente borrable.
Fácilmente olvidable.
Practicáis el deporte de concursir, arteras mañas de guanajo.
Hermosa miseria, relimpia, reneta, repaleta.
Coyotes que nunca traspasareis las puertas de la gloria.
La santidad solo esta presente en vuestro venenoso nombre, Habas de San Ignacio.
Olisqueadoras que contáis mis pasos, mis palabras, mis ruidos.
Aunque no atisbáis a colegir mis pensamientos.
Una mentira más que con el hisopo neutralizaré.
Espero escribir vuestro epitafio.
Funesto epitalamio el que os permitió y unió para procrear.
Fácilmente erosionable.
Fácilmente borrable.
Fácilmente olvidable.
Practicáis el deporte de concursir, arteras mañas de guanajo.
Hermosa miseria, relimpia, reneta, repaleta.
Coyotes que nunca traspasareis las puertas de la gloria.
La santidad solo esta presente en vuestro venenoso nombre, Habas de San Ignacio.
Espasmos de salmodia
Secreciones viscosas de abyecto.
Rumiaré los impedimentos.
Con la guardia alta.
Sin admitir términos medios.
Temo vuestras amenazas.
Furcias traidoras de matacán.
Cohorte de mascarones.
Flotaré para no macularme.
Lloro de mentiras nada graciosas, nada gráciles.
No soportáis mi indiferencia y picoteáis hasta matar.
Mi meta es huir, ganar y huir.
Irascible estancamiento de lastrantes enojos.
No soportáis que yo exista.
Que yo subsista.
Que yo deslumbre.
Y anule vuestra deshonesta existencia.
Espasmos de salmodia nada, nada creíble.
Rumiaré los impedimentos.
Con la guardia alta.
Sin admitir términos medios.
Temo vuestras amenazas.
Furcias traidoras de matacán.
Cohorte de mascarones.
Flotaré para no macularme.
Lloro de mentiras nada graciosas, nada gráciles.
No soportáis mi indiferencia y picoteáis hasta matar.
Mi meta es huir, ganar y huir.
Irascible estancamiento de lastrantes enojos.
No soportáis que yo exista.
Que yo subsista.
Que yo deslumbre.
Y anule vuestra deshonesta existencia.
Espasmos de salmodia nada, nada creíble.
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