sábado, 16 de marzo de 2013

Tribu de nazis

Rarezas encapsuladas en burbujas de resina.
Aparentemente encantador.
Aparentemente honrado.
Cosechas fertilizadas con la sangre de los convencidos.
Ruina de altar.
Altar en ruinas.
Carne de cañón para tu guerra.
Azuzados duelos en la arena.
Circo de mandatarias bufonas.
Carnes de calabaza bufada.
La mala fama no honra a vuestros méritos.
Sin mancharte, sin herirte, solo sabiendo enfrentar y manejar una lanza muy, muy larga que propicia tu ausencia en el campo de batalla.
Nocivamente cómicas.
Rédito siniestro y amoral.
Carcajadas de falsas dolientes.
Risas de causantes de dolor.
Sois pesadilla que en mi vida transcurre con los ojos abierto.
Lamentablemente muy abiertos.
Promotoras de radicalidad.
Tribu de nazis.
Cosechadoras de sangre.

Caleidoscopio

Entrerenglonaduras debes leer.
Será mi destierro un desliz de flaqueza.
Desmantelaré el andamiaje de las fratricidas.
En las escaleras del templo decastilo entregaré en silencio mi reventar violento.
Envuelto en candor me liberaré de los correajes de la calamidad.
Aguijonazos a los que no atenderé.
Calcináis bosques de cipreses, buscando la altura y la luz que nunca tendréis.
Atolondrados desprecios de ridículas que pierden al cabeza.
Vertebro mi fe en los prodigios de mi Dios.
Es oscura tu tez.
Son oscuros tus ojos.
Es oscuro y denso tu fétido aliento.
Son oscuras tus alas.
Es oscuro tu vuelo.
Caleidoscopio de negras y malas intenciones.

El brillo de la ausencia

Entre barandas y peldaños.
Subiendo y bajando.
Crestas y valles.
Debajo y encima.
Lo primero en llegar.
Lo último en ocurrir.
Torres de acumulación, de perdidas, de olvido.
El azar decide en que sitio estar.
Ascensos y descensos cifrados en los vigentes o por venir ordenes.
Estar presente, estar ausente.
El brillo de la ausencia.
La opacidad de la presencia.

viernes, 15 de marzo de 2013

Planetas orondos

Escupidoras de palabras soeces.
Damas gordas de los cojones.
Confesa adicta al zurriagazo y al vapuleo.
Planetas orondos que habéis atraído a vuestras órbitas ramplones satélites.
Sagaces mañas de talento labrado a base de teñir vuestras túnicas de sangre.
Caviladoras de corrala.
Estrellas del azote.
Santos cuyo nicho es el balcón de las soflamas.

Cebo para mariposas

Chantaje de requiebros.
Cebo para pescar mariposas.
Y hacer hechizos con sus bellas alas.
Como medio para convertir tunantes en pajes de reyes.
Sin plazo.
Sin leyes de Dios.
Sin verbos para definir la concatenación de malas acciones.
Lagrimas de cocodrilo para dar veracidad a la farsa.

Interlocutores validos

Para unos pocos.
Para muy pocos.
He venido al mundo.
Hablo al mundo.
Muy finito.
Muy pequeño.
Muy escaso.
El mundo de los interlocutores validos.
¿ Eres tu uno de ellos.?

Bajos vuelos

Piedras berroqueñas, que resbaladizas precipitáis al obscuro fondo.
Hacedoras de cojeras.
Adornadas de vicio.
Tocadas de coroza.
Chilladoras.
Zurradoras.
Corladura para la plateada pacotilla.
Contraventoras de sensatez.
Contumelias de algazara de raposas.
Demasiada tragedia.
Es vuestro trauma el embastecer a base de robar.
Pretextos de comadreo.
Bramáis berracas tras las columnas de humo.
Fulanas de bajos vuelos.
Manos rechonchas sin guantes y sin sortijas.
Inquebrantable voluntad de dañar.

No debo olvidar

Astillas en las uñas es tu traición.
Como pretendes volver.
Si aun no he olvidado.
Fue hollar con tino.
Fue interés en dañar.
Y yo hoy por mi interés no debo olvidar.

Desnudo el pecho

Zarpazos de próximo, de compañero de mesa y cama.
Por eso ahora el dolor reclama.
Sede vacante. 
Largo luto.
Larga sequía.
Y un largo espigón por el que caminar sin compañía.
Y con la tranquilidad de que en mi soledad ya no hay ningún traidor.
Rateros de belleza.
Cuatreros de besos.
Os quise en el ideal.
En la proyección sin fisuras.
En el altar que mi mano elevo.
En la peana en la que yo os coloqué.
Yo os di el don.
Yo os adorne.
Y ahora me ahormo al daño.
Al delito.
Al robo.
Yo os abrí la puerta.
Yo os serví la mesa.
Yo lo deje todo a vuestro alcance.
Y sin coraza, armadura y yelmo.
Desnudo y vulnerable.
Rendido en vuestros tiznados brazos, que yo en mi loco devaneo vi netos, me perdí en la furia transmutadora de mi mente y me esclavice a la inherente bajeza de los vuestros, que por amor no vi.
Sin atisbo de cordura, como loco enamorado, os di la llave de mi torre de marfil.
Y tras la lanzada ya no os quiero y lento me recupero del envite, del daño que me infirió el enemigo que en la corta distancia de mi cama, confundí con fiel amigo que en el momento más apropiado, en el descuido, con el álgido galope, con mano siniestra me arranco de mi desnudo pecho el corazón, y con desdén soez y altanero lo arrojo al damero de mi alcoba y lo pisoteo.

Mancha de carmín

Lenta caricia de mano vil.
Certera puñalada de quien te quiere mal.
Brasa, tizón que la lluvia extingue.
Palma de estigmas y designios.
Caduco invierno que entre flores huye.
Vino de victoria que sirve la derrota.
Mancha de carmín en el pulcro cuello.
Indómita inconsciencia que no estima la conveniencia.
Drama de salón que transcurre en el zaguán.

jueves, 14 de marzo de 2013

Pupas, calenturas, chancros

Benéfico fandango de zafias grescas.
Ansiáis devorar a la virgen temblorosa.
Gusanos que roéis pétalos de bellas rosas.
Pupas, calenturas, chancros.
Giraré la llave de la jaula y de allí nunca saldréis. 
Vidas encadenadas a cuatro paredes.
A un rincón.
A una calle.
A un balcón.
Amortiguaré la estremecedora tibieza de la chusma.
Estrategias de acomodaticia fulana que finge virginidad por cuestiones de mercadeo.
Canallas, hembras sin corazón, viles lombrices intestinales de extraños dominios.
Palpito, zumbido, asfixia, denso fluir de perezosa vulgaridad.
Desafiante pavor.
Bocanada de almizcle de zorra inquieta.
Desaliento de azufre.
Gorilas travestidos.
Ebrias pirómanas de todo, porque siempre todo os superará.

Perdularias

A oscuras quizás alguien os crea.
En las purgas de luz.
Es fácil que el número rinda al valiente.
Estrategias de hienas.
Frutos, no de destreza, si no de sumar siniestras que enfrentar a la diestra.
Perdularias que sacudís fuscas a la vía publica y os tildáis
de netas.
Corrobla de patio trasero, en la fachada principal.

miércoles, 13 de marzo de 2013

De rojo puñeta

Sofocos de sol de agonizante invierno.
Arrasa ya delirante el verde.
Y la seca brisa de marzo hiela briznas de incipiente amor.
Nada teme quien en si se encierra.
Y no hierra al elegir compañía.
Pues uno así mismo no se traiciona y vende con tanta dura dureza.
Solo y sin compañía sano.
Del tajo certéramente dado.
Sin prisa el tiempo.
Rinde toda fruta.
Corrompe toda promesa.
Y acerca en cortejo a tu puerta toda deseada venganza.
Al opíparo, no más tardar una torcida cena le atraviesa de muerte la vida.
Travieso sino de glotón.
Y la gula da a los gusanos, lleno de pitanza un cajón.
De rojo puñeta iré a tu misa, para mi festejo.
Y a Dios daré mil gracia por llevarse ya tu henchido pellejo.
Tiritas cabrona ante el fiel, porque pesa mucho tu buche y poco tu joyel.
No lamento nada tu sino de arpía, y espero que arda tu tocino en el sin invierno de tu merecido infierno.

Vence alma blanca

Guíame a las cálidas ascuas que tengo frío.
Y es necio seguir a oscuras.
Sabiendo que tu caricia quema e ilumina.
Río limpio de belleza.
Caudal que riega el valle origen.
Gracia de amor sereno.
No aplazaré más mi partida.
La presente ya esta vencida.
Sofocaré místicos gemidos.
Como marqué huiré victorioso a mi marca.
Vence alma blanca.
A la pena negra.

Espinarías golondrinas

Golondrinas que retiráis espinas.
Retirad de mi frente las que no merezco.
No es secreto mi calvario.
No es somera mi herida.
Urge encontrar salida a la casa de dos entradas.
Esta escondido el fermento, pero la claridad se agria con su contacto.
Corrupta servidumbre de serviles vehementes.
Diestros en puñaladas traperas.
Furcias envueltas en trapos.
Nada vale lo envuelto.
Nada vale lo que envuelve.
A corta distancia.
A quema ropa.
Todo sin la presencia de Dios.
Veteranas fisgonas y envarbascadoras de infantes.
Ningún cíngulo os ciñe.
Ceños de baja estofa.
Disfraz de dolo.
Remedadoras de desamparo.
Dolientes nucientes.
Gemidos plagiados.
Vulgares satisfacciones de la carne y el sentido.
Aturdís con vuestros graznidos, bandadas de palomas, gorriones
y espinarías golondrinas.