lunes, 18 de marzo de 2013

Caos


Los versos de palabras preciosas, no eclipsan la humana hediondez.
Terremoto de maldades que asolan los paramos, ya asolados por el voraz progreso.
Margaritas que con sus pétalos nos niegan la pasión.
Periódica desinformación que inflamas las calles a conveniencia de los bolsillos que te sufragan.
En que creer, en estos instantes de caos.
Chinas en las sandalias del pescador.
Gratuita difamación hecha con total impunidad desde las torres más altas y vendidas al mejor postor.
Marea de dinero negro que asola bellas costas.
Ansia especulativa que roba tierra al mar.

domingo, 17 de marzo de 2013

El pillaje de los gritos

Lecho de espinas que muyen los obreros del mal.
Entre gruñidos de despropósitos y descréditos.
Haz que no se me acerquen, que no vuelvan a mullir mi lecho jamás.
Distinguido merito, el mar de las tentaciones en calma.
Protegeme Dios mio del pillaje de los gritos.
Del absolutismo del relativismo.

Parcos pero precisos y ciertos

Parco en afectos.
Parcos pero precisos y ciertos.
El amor es una carga, que uno no debería decidir cargar jamás.
Con un fugaz lado luminoso.
Complicado en su enfermedad apaciguar conciencias.
El enamorado necesita de rezos.
En la travesía de las tribulaciones del visionario.
Sermones hermosos que no se borran.
Acciones dolosas que no se borran.
Camino de tierra en el que ir dejando huellas, que no vas nunca a desandar.
Aire en el que garabatear los planos de los sueños.

Por la puerta de atrás

No es duro morir.
Es duro vivir sedado.
En las salas de espera.
En los pasillos.
En los sillones de skay.
Corredor de muerte.
Frialdad de postrimerías.
Narcóticos de urgencia.
Para liberar espacio.
Sin sentir el último instante.
Todo numerado.
Todo dosificado.
Dosis de adiós.
Sin alboroto.
Sin duelo.
Todo en sitios fríos, ajenos.
Extrañamiento de finales instantes.
Lejos del calor, lejos del hogar.
Silenciada despedida.
Silenciado llanto.
Por la puerta de atrás, sin ruido.
Discreto transito al sueño eterno.

Encrucijada

Descansa tu cabeza en el terciopelo del almohadón.
Y el corazón reseco arde en el infierno.
Que presente es tu virginidad si la perdiste en la paja del corral.
Que no me engañe el camino cómodo.
En el crucero me postraré.
Encrucijada.
Que no me doblegue lo fácil.
Haré con mi venganza, de vuestra muerte algo relevante.

Cuidados excluyentes

Apartado el máximo rival.
No te importunaré más en la rosaleda.
Cuidados excluyentes.
Que propician el temor.
La vida es un baile de mascaras.
En la confesión todos iguales.
No se miente a Dios.
Hijos de mercaderes, sois la fuente de las desgracias.

Velador de opalescencia

La primera señal.
La nostalgia de las aves rapaces en las ruinas de convento.
Cenobio de contenidos deseos.
El fango de lo prohibido.
Velador de opalescencia.
Desplomadas celdas de célibes.
Abnegadas vestales, tributo de reyes.
Dominio de aislamiento que la voraz selva recupera.
Reprimir instantes de efímera felicidad.
A salvo de los prejuicios de una sociedad ensimismada.

Maclas de yeso

Rezos para sofocar plagas.
Albañales llenos de cienos.
En el lodazal del matadero.
Sangre y arena.
La desoladora barbarie.
El cielo abierto entre relámpagos.
Llanto por el azar de los amores.
Demasiadas puertas para encontrar la salida.
Adornadas con brillos de berilo, colofonita, espinelas y las más pobres con maclas de yeso.
Certeras puntas para asaetear ángeles.
¿Morir en el burdel o morir en el fango.?

Luz mortecina

Demasiado tarde.
Huyen embozados los agresores.
Por la calle libertina, que no de libertadores.
Les quema la luz.
Luz mortecina de globos de farola.
Delirios de un desahuciado que espanta furcias con una fusta..............

Vericuetos empedrados.

¿Cuando estarán saciados los adversarios.?
Imagino que me lo comunicaran en una carta póstuma.
Ciénagas de silencio.
Canículas de fastidio.
Parranda de mustios ataviada con la envidia de los remilgados.
Insomnio de jazmines.
Galanes de cantinas.
Techos de toxica uralita.
Liturgia en los balcones de los reposteros de faldillas, sabanas, monos y cobertores.
Vericuetos empedrados con las piedras que martirizaron a San Esteban.

El icónico orden de las baldosas

Tras la cortina negra.
El icónico orden de las baldosas.
Partida inconclusa.
Logro de regresos.
Pesadumbre de brumas.
Será batirse hasta la última sangre.
Sin salir a disfrutar de la vida.
Coloración azul de cadáver.
Ahogos de dulce corazón.
Efluvios de ángeles caídos condenados a la putrefacción.

sábado, 16 de marzo de 2013

Desde los roques

Desde los roques predeciré el impacto.
Blancos jaspeados de templos de paz.
Baches de seguridad.
La intemperie es temporal.
El temporal está en la intemperie.
La violación es un arma de la guerra.
Enfático rescate en sede vacante.
El perdón exige ser espiado.
Es erróneo espiar a quien pide perdón.
Unidad en la táctica.
Compraré solidaridad.
Es difícil dejar de libar.
Nadie dimite.
Es el respaldo de los compadres.
El robo es una comisión .
Todos tapan la comisión del robo.
Invencibles son las fachadas de cohesión.

Sagrada capsula

Gallarda furia de torbellino bajo, de paradisíaca ensoñación.
Áurea dulzura de refinado sueño.
Caricias, dulce sustento.
Feliz edén de imaginado galope.
Disfrute de ausencias.
Sagrada capsula de autoplacer.

Envilecer

Escribir es vivir y morir.
En las cortas exclamaciones de alivio.
En los terribles párrafos de ansiedad.
En el todo mayúsculo.
En el todo minúsculo.
Minimizar.
Maximizar.
Agriar.
Edulcorar.
Envilecer.
Poetizar.
Claras frases.
Turbios renglones.
Amar entrelineas.
Odiar en las lineas.
Trazo amigo.
Trazo defensa.
Cerco de garabatos.
Garabatos cercados.
Insulto, alago, defensa, ataque.....
Renglones que llenan clementes, de brillo mis oscuros días.

Palabras

Son las palabras amantes.
Son las palabras un hombro para el doliente.
Son las palabras aire.
Son las palabras tierra.
Son correr, volar.
Son lucha, rendición.
Sirven para surcar.
Sirven para volar.
Sirven para asestar golpes.
Sirven como escudo, defensa.
Con los verbos vivo.
Con los adjetivos paladeo.
Y con los sustantivos a mis amigos llamo.