Metálicos parpados de falso amor.
Colores de guerra.
Voluminosos besos de insensible ácido hialurónico.
Mercadeo de cuatro esquinas.
De almizclado lupanar.
Talentos obvios.
Rendición de vítreos ojos.
Saturadas mejillas de falso rubor.
Meta labrada y arada en el furor sin dulzor de los espasmos del falso y comprado amor.
Horas de vicio.
Los colores del mercado del vicio.
Claro, meridiano, chillón, refulgente, estridente y brillante.