jueves, 25 de abril de 2013

Por calles angostas

Feria de vanidades.
A la luz de la Virgen.
A la luz de la luna.
Timorato competir.
Timorata certeza de perder.
Lucha de brillos terrenos.
Eclipsados por los brillos divinos.
Cristalitos rotos.
Peinetitas cortas.
Mantillitas blancas.
Por calles angostas.

Megalomartir

Ilegible..
Ininteligible..
Inabordable..
Estanco por intencionada incomprensión.
Burbuja de toxico aislamiento.
Daño provocado por la ultraprotección al exterior daño.
Cuan alto llegas.
Cuan alto caes.

La diva superlativa

LA DIVA SUPERLATIVA.
Es obligatorio rendir tributo a cima tan alta de nuestro cine patrio y a belleza tan patria exportada al otro lado de la mar oceana.
Mujer de excesos y excesiva, Saritísima, como la califico Terenci Moix, en su programa "Más estrellas que en el cielo" en 1988, superlativo nombre que la define sobre manera.
Sara, siempre peco de bella, de carismática, de magnética, de exuberante y de clara y rotunda.
España como es habitual, con la valoración de sus grandes, no le dio el hueco que correspondía a tan magnifica DIOSA.
Se nos ha ido y desde provincias, desde Cáceres queremos rendirle este tributo, sencillo pero entrañable.
Para Sara nada fue suficiente y vivió su vida con la certeza y seguridad de que la vivía solo una vez.
Y como la vivió, plena de aventuras, caprichos, logros y porque no llena de descaro y la seguridad que da hacer lo que uno quiere y con lo que uno disfruta.
Sara nunca tuvo un Goya, porque Sara merecía un Velazquez.
Sara ha sido musa de pintores, de directores fílmicos, icono gay y mujer turbadora de portadas de interviu y de calendarios de camioneros.
Sus alhajas, sus puros, sus maridos, sus amantes y su estilismo de diva hasta el último instante de su densa vida.
Sarítisima merece esto y más.
Diosa de rutilante talento y belleza, desde aquí con este tributo queremos contribuir a tu eterna gloria.

miércoles, 24 de abril de 2013

Para aturdir


Hay nombres que saben a áspera y agria hiel.
Infaustos nombres.
Sin esperanza.
Enredáis en los fuegos de artificio.
En el pringoso afeite que os redibuja.
Para tiranizar.
Para atenazar.
Para parasitar.
Para secuestrar.
La voluntad de la cúspide.
La voluntad del altísimo.
Calumniáis para aturdir.
Para anestesiar.
Para envilecer.
Condenaré todos los eufemismos que edulcoran tus crímenes.

Toneles de manteca

Sin legalidad.
Sin ilegalidad.
Muy de perfil.
Cleptomanas de honor.
Nada valéis y lo que valen los demás embarráis.
Exquilmadoras de honor.
Subsidiadas sin necesitarlo.
Y protegidas por el sistema a pesar de vuestra probada nuciencia.
Toneles de manteca que al rodar envestís con todo, apisonáis todo, violetas, rosales, calas. Jacos de Belcebú.

Ilustrada ceguera.

Tengo pánico al ignorante.
Al sectariamente ilustrado.
Al sesgadamente leído.
En las lagunas surgen las más infectas pandemias.
Libreme Dios de la patada de la mula ciega.
Libreme Dios de la patada de la mula que no quiere ver.

Una rendija de luz

Si a alguien se le acaba la vida, que no sea porque ha intervenido mi mano.
Rodeado de ángeles.
Sitiado por lobos.
En las mejores manos.
En las manos de la vida eterna.
Mi casa es un ciclo de vida.
De renacidas flores.
De flores que han sido felices mientras vivían.
A todos salvo, a todos intento salvar.
Designio de mi talante.
Es mi talante que intenta mudar designios.
A lo grande como grande.
A lo importante como importante.
A nada, ni a nadie dejo sin su sitio e importancia.
Salvo la vida que se aferra a las cosas.
Salvo las cosas colmadas de vida.
Salvo la vida de los que otros como un despojo a la calle arrojan.
Mi talante es salvar.
Cuidar vida, cuidar mientras hay vida.
Por eso ruego cada noche a mi Dios, que os salve y os permita salir del pozo de vuestras insondables bajezas.
Espero que pronto mi Dios os permita ver una rendija de luz.
De la luz de vida que sale de los ángeles que habitan mi casa.

lunes, 22 de abril de 2013

Costaleras ladronas

Siento el ardor en mi pecho.
Mientras me asedia una plaga de moscas.
En primera persona sufro.
Despreciable pozo de oscuridad.
De mentiras encadenadas.
Vago encadenado a tanta proclamada mentira.
Hurtáis honor.
Hurtáis honra.
Costaleras ladronas.
Sin brillo, sin clase, sin alma.

La luz más potente

Rendido en mi pusilánime confianza.
Me retiraré a la cumbre.
Y me ampararé en mis conocimientos de la orografía.
Serán los cerros mi salvación.
En la guerra de guerrillas te rendiré.
Danzáis festejando vuestros logros torturadores.
Almas hoscas.
Furcias que con matracas recorréis el llano.
Mastuerzas majaderas.
Predicadoras de calumnias.
Domadoras de hambrientos en el secarral de la envidia.
Adriestráis la tropa ávida de venganza.
Rechinan mis dientes en las largas noches temiendo vuestro asalto.
Aunque se que no llegará.
Vuestra orondez os impide trepar.
Mi sonrisa es de acero ante el bruxismo de pánico.
Envilecéis a los ángeles que pueblan el llano.
Mas, no os temo.
Desde mi atalaya proclamaré vuestros secretos para poder sobrevivir.
Sobre el facistol de mi cumbre esta la larga lista.
Temedla por que no hay luz más potente que la luz de la verdad.

domingo, 21 de abril de 2013

A tu vera

¿Eres tu el que sabe escuchar?
Envuelto en el perfume de la derrota.
Oriente de ámbar.
Resina de preservador olvido.
Sueño injusto.
Taracea de desdichada fortuna.
Enigmática carta que arrastra el viento, convertida por la mano envidiosa en pavesas.
A tu vera.
Siempre en la proximidad tuya.
Es diferente el dolor.
Si tu mano con caricias lo aplaca.

Aguas de plata

No hay malos entendidos.
Si no intención de mal entender.
La claridad de las bellas ruinas.
Sin techumbres.
Abiertas a la luz.
Hacerse entender es encontrar la palabra adecuada.
Nada falaz.
Nada doble.
Nada doblada.
Fácil, muy fácil es la claridad.
Si así lo pretendemos.
Muy claros seremos.
Transparentes como agua de plata que corre.
Como frase limpia.
Como almas limpias.
Como almas con ley.

Esclavo apego

Donde podría refugiarme yo.
Si me faltara tu amparo.
Hace tanto frío en las ruinas.
Se desmorona el mampuesto.
Se abren las llagas de los soberbios sillares.
Donde iría yo si tu me fallaras.
Planificaré la perdida.
Nada es eterno.
Aunque hay dolores que se eternizan.
Me redimiré del esclavo apego.
Del esclavo amor.
Del lesivo depender.
Del postrante frío.
Ruinas de piedras.
Ruinas del alma.
¿Dónde podría refugiarme yo?

Temiendo a tus piedras




He caminado pisando tus piedras.
Alma del camino.
Camino del alma.
Demasiada luz al amanecer.
Para ver tanta miseria.
Son mis palabras navajas.
Es mi pensamiento un machete.
Filo de acero.
Filo de camino de pedernal.
Enfilo la cuesta de mi sin libertad.
Piedras de gloria.
Piedras que apedrean.
Piedras que pronto se incendiaran.
Coge la patulea.
Camino de golpes.
Camino de baches.
Camino de dudas.
Con dudas camino.
Demasiada luz.
Demasiado cerca.
Demasiada cuesta.
Piso tus piedras y tiemblo.
Tiemblo de miedo al sol.
A la vista de todos.
Desnudo entre piedras.
Solo es esperar.
El golpe primero.
Al osado más fiero.
Será un segundo.
Y mártir se me abrirá la gloria.
Ciudad de piedras.
Ciudad de pedradas.
Ciudad de cuestas.

Sin ley

Con doble lazada te ataré a mi.
Mientras el sonoro río.
Susurra tu nombre.
Con aguas de plata.
Verde de dudas verdes.
Verde de plata sin ley.

sábado, 20 de abril de 2013

Embalsamador

Embalsamador que conservas nuestros frágiles envases.
Y nos permites estar apegados a la más fiel de nuestras posesiones. 
Más allá de la presencia. 
En una capsula de presente ausencia.
Los que no te pisaron en vida.
Te pisaran en la ausente presencia.