Vuelvo a tropezar victima de mi escaso celo.
Sin haber sido asediado ya estoy rendido.
Pusilánime actitud que me acarrea mil ocupaciones, mil desocupaciones.
Me duele todo, todo me daña.
La vapuleada vida del débil, la fortaleza fingida del fuerte.
Demasiado empático para ser feliz...............
viernes, 3 de mayo de 2013
jueves, 2 de mayo de 2013
Temo
Temo las radicales caricias.
El ruido de la crisis y sus soflamas..
Temo lo fácil que es incendiar un bosque hambriento.
Las avalanchas de la muchedumbre.
El ruido de los machetes, de los gritos y el olor de la pólvora..
Temo y el temor me desordena.
Me da miedo el servidor que así mismo se sirve y olvida al servicio de quien está.
Temo las manos sucias y con guantes blancos, que no sienten dolor al robar de la boca del hambriento el mendrugo de pan que le iba a alimentar.
Temo tantas cosas, que tanto temor me agarrota, en este estadio de crisis de moral.
El ruido de la crisis y sus soflamas..
Temo lo fácil que es incendiar un bosque hambriento.
Las avalanchas de la muchedumbre.
El ruido de los machetes, de los gritos y el olor de la pólvora..
Temo y el temor me desordena.
Me da miedo el servidor que así mismo se sirve y olvida al servicio de quien está.
Temo las manos sucias y con guantes blancos, que no sienten dolor al robar de la boca del hambriento el mendrugo de pan que le iba a alimentar.
Temo tantas cosas, que tanto temor me agarrota, en este estadio de crisis de moral.
Al ras
Que indiscretas son las ventanas que dan a la calle.
Justo al ras, a la pata la llana.
A pie de calle.
Para ser vistos en un gesto de gratuito exhibicionismo.
A pie de calle los duelos.
A pie de calle el amor.
A pie de calle la pequeña disputa.
A pie de calle la gran batalla campal.
Con discretos visillos, nada nobles, nada tupidos.
Sin sosiego en el trasiego de la verbena de la calle.
Juicios zafios de alcahuetas.
Puertas abiertas hasta la corrala.
Saloncito de gritos y aspavientos.
Casa de habitantes nada discretos.
Ruido de matracas, sartenes y baños.
Ventana ante la que no sufrir, ni pasar con descalabros.
Justo al ras, a la pata la llana.
A pie de calle.
Para ser vistos en un gesto de gratuito exhibicionismo.
A pie de calle los duelos.
A pie de calle el amor.
A pie de calle la pequeña disputa.
A pie de calle la gran batalla campal.
Con discretos visillos, nada nobles, nada tupidos.
Sin sosiego en el trasiego de la verbena de la calle.
Juicios zafios de alcahuetas.
Puertas abiertas hasta la corrala.
Saloncito de gritos y aspavientos.
Casa de habitantes nada discretos.
Ruido de matracas, sartenes y baños.
Ventana ante la que no sufrir, ni pasar con descalabros.
martes, 30 de abril de 2013
Indolentes
Seres indolentes entretenidos en laberintos de autofascinación.
Inhumanos mortales que persiguen fútiles glorias.
Ruido sin ritmo, moscas fascinadas por las heces.
Cuando tratemos a los animales como a nuestros iguales, seremos realmente humanos.
Inhumanos mortales que persiguen fútiles glorias.
Ruido sin ritmo, moscas fascinadas por las heces.
Cuando tratemos a los animales como a nuestros iguales, seremos realmente humanos.
siervo del servir
Luz de amor.
Es el camino duro el que he elegido para ti.
Nada autocomplaciente.
Tu disfrute estará en el dar.
No es mi felicidad el recibir.
Siervo del servir.
De la liberadora generosidad.
Nada daña a quien no tiene flancos abiertos por los que ser dañado.
Es el camino duro el que he elegido para ti.
Nada autocomplaciente.
Tu disfrute estará en el dar.
No es mi felicidad el recibir.
Siervo del servir.
De la liberadora generosidad.
Nada daña a quien no tiene flancos abiertos por los que ser dañado.
Mudar
Aterrador silencio de casa arrasada por una mudanza.
Desorden de vacíos.
Mudar única estrategia para sobrevivir.
Traslados en el cambiante mundo.
El hueco justo, para los disparates justos.
La riqueza inmaterial pesa tan poco.
La valoramos tan poco.
Tesoros del alma.
Almas colmadas de tesoros.
No hay parejas eternas.
No hay parajes eternos.
Devenir constante.
Fluir incesante.
Todo muda cada día.
Y quizás no exista mañana el después.
Desorden de vacíos.
Mudar única estrategia para sobrevivir.
Traslados en el cambiante mundo.
El hueco justo, para los disparates justos.
La riqueza inmaterial pesa tan poco.
La valoramos tan poco.
Tesoros del alma.
Almas colmadas de tesoros.
No hay parejas eternas.
No hay parajes eternos.
Devenir constante.
Fluir incesante.
Todo muda cada día.
Y quizás no exista mañana el después.
Rendido
El placer de dormir en el regazo de mi amor.
Tras la indómita furia.
Sin cautelas.
Rendido.
Asediado por unos brazos fuertes.
Murallas, cíngulo protector.
Acunado con el son del batallador tambor.
Que encerrado en el pecho, en la cárcel torácica.
Galopa febril, por el amor por mi.
Atemporalidad
Me obsesiona vivir fuera del tiempo.
Desde todos los tiempos.
Me obsesiona la atemporalidad.
Los margenes del tiempo.
Vivir y crear desde el hoy, desde todos los ayer.
Desde los venideros mañanas.
Pero no de forma excluyentes, si no simultanea.
Desde todos los tiempos.
Me obsesiona la atemporalidad.
Los margenes del tiempo.
Desde los venideros mañanas.
Pero no de forma excluyentes, si no simultanea.
Mármol
Olía a madera fresca.
En el fragor de las tétricas y amenazadoras rocas.
Enmudezco en el ritmo inconstante.
Alborozado frunzo los labios.
Es mi torpeza en los saltos.
Estoy otra vez con las rodillas en el suelo.
Implorando misericordia.
Mi ojo izquierdo, vigila la amenaza siniestra.
Rebeldes manchas iluminadas por la linterna de la gallonada cúpula.
El amenazador tetramorfos desde los lunetos me observa.
Las dos muertes.
Mis dos muertes.
Decepción sin dolor.
Falta de espacio y tiempo para hacer una purga.
Humedos rumores sobre mi acúmulo de infortunios.
Víctima de las desdichas de mis propias limitaciones.
Nada temprano, quizas muy tarde.
Desmoralizado ante tanto fraude.
Frío en el incendio, que me priva de la vida terrena.
Cenizas de frío que me privan de la gloria eterna.
Congoja en este frío yacer en el fresco mármol del suelo.
Trampa de mis miedos de hielo.
En el fragor de las tétricas y amenazadoras rocas.
Enmudezco en el ritmo inconstante.
Alborozado frunzo los labios.
Es mi torpeza en los saltos.
Estoy otra vez con las rodillas en el suelo.
Implorando misericordia.
Mi ojo izquierdo, vigila la amenaza siniestra.
Rebeldes manchas iluminadas por la linterna de la gallonada cúpula.
El amenazador tetramorfos desde los lunetos me observa.
Las dos muertes.
Mis dos muertes.
Decepción sin dolor.
Falta de espacio y tiempo para hacer una purga.
Humedos rumores sobre mi acúmulo de infortunios.
Víctima de las desdichas de mis propias limitaciones.
Nada temprano, quizas muy tarde.
Desmoralizado ante tanto fraude.
Frío en el incendio, que me priva de la vida terrena.
Cenizas de frío que me privan de la gloria eterna.
Congoja en este frío yacer en el fresco mármol del suelo.
Trampa de mis miedos de hielo.
lunes, 29 de abril de 2013
Atrición
Vigilaré desde la abalaustrada logia tu chabacana atrición.
Amañada bienquerencia de bicharracas.
Ratas que en circunloquios convencen a gatos.
Os ahuyentaré con un exceso de luz, se que no la soportareis.
No estáis hechas para las primeras filas esas que en traición ocupáis.
Amañada bienquerencia de bicharracas.
Ratas que en circunloquios convencen a gatos.
Os ahuyentaré con un exceso de luz, se que no la soportareis.
No estáis hechas para las primeras filas esas que en traición ocupáis.
En origen
Lo que la naturaleza no te da, la educación te lo proporciona.
Destrezas que te alejaran de tu atroz genética.
A determinados pies no hay que pararlos, hoy que impedir en origen que empiecen a andar.
Destrezas que te alejaran de tu atroz genética.
A determinados pies no hay que pararlos, hoy que impedir en origen que empiecen a andar.
Impasse
Sabe el vinagre que nunca será mermelada.
La sabiduría de los instintos.
Sois demasiado gesticuleras para tener credibilidad.
Es tiempo de entre guerras.
No ha llegado la próxima, pero llegará.
Amor en guerra.
Guerras de amor.
Suave lluvia en el impasse.
No se si decidiré emigrar como forma de adaptación.
La sabiduría de los instintos.
Sois demasiado gesticuleras para tener credibilidad.
Es tiempo de entre guerras.
No ha llegado la próxima, pero llegará.
Amor en guerra.
Guerras de amor.
Suave lluvia en el impasse.
No se si decidiré emigrar como forma de adaptación.
Sillares
Las altas torres se construyen con pequeños sillares.
Hay que dar muchos pasos para alcanzar el cielo.
Ascenso de pequeños peldaños.
El ahorro en lo que pequeño conduce al gran ahorro.
No desestimes nunca un pequeño paso, porque construye el gran recorrido
Hay que dar muchos pasos para alcanzar el cielo.
Ascenso de pequeños peldaños.
El ahorro en lo que pequeño conduce al gran ahorro.
No desestimes nunca un pequeño paso, porque construye el gran recorrido
Calcinadoras de bosques
Me hace sangrar el filo de las palabras.
Viejas celestinas que os recreáis en infortunios de amantes.
Y hacéis, por envidia flotar al amor en estanques de brea.
Os teme mi amante.
Os teme doliente.
Os teme impaciente.
Temo el fósforo encendido que blandís celosas.
Calcinadoras de bosques.
Calcinadoras de rosas.
Calcinadoras de templos.
De amantes.
De palacios.
De belleza.
De mi lecho.
De mi casa.
Del jardín de mis amores.
De la caricia de mis flores.
Calcinadoras de mis sencillas dichas.
Viejas celestinas que os recreáis en infortunios de amantes.
Y hacéis, por envidia flotar al amor en estanques de brea.
Os teme mi amante.
Os teme doliente.
Os teme impaciente.
Temo el fósforo encendido que blandís celosas.
Calcinadoras de bosques.
Calcinadoras de rosas.
Calcinadoras de templos.
De amantes.
De palacios.
De belleza.
De mi lecho.
De mi casa.
Del jardín de mis amores.
De la caricia de mis flores.
Calcinadoras de mis sencillas dichas.
Desvalido
Desvalido azul de tarde gris.
Tarde de espera.
De sentir tu mano sobre mi mano.
De sentir como me acalora tu presencia.
De sentir como me enfría tu ausencia.
Desvalido cielo de borrasca.
Desvalido estoy yo sin ti.
Tarde de espera.
De sentir tu mano sobre mi mano.
De sentir como me acalora tu presencia.
De sentir como me enfría tu ausencia.
Desvalido cielo de borrasca.
Desvalido estoy yo sin ti.
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