Irsia Carolain Sprimbol
miércoles, 29 de mayo de 2013
Chirriar
Irsia Carolain Sprimbol
Transepto
Solo creo en el vasallaje de la sangre, de mi gente, de mi hermano.
No pido razones, solo sin razón soy fiel.
Construiré sin cimbra el arco por aproximación de hileras.
Y bajo el cañón en el transepto no me rendiré.
Amparo de desamparo.
Delatan mis muñecas mis vaivenes.
Curtidas en intentos de abandono.
No me doma el mundo.
Solo me doma el afecto.
Abnegado y rendido de mi origen.
Clama la calma.
Reclama el clamor.
Sordo estoy al gentío.
No me asusta su agrio olor.
Alma mía ya estas en calma.
Sin renglones están tus papeles.
Se desmaterializa la clave y mi espíritu ligero escapa por ella.
No pido razones, solo sin razón soy fiel.
Construiré sin cimbra el arco por aproximación de hileras.
Y bajo el cañón en el transepto no me rendiré.
Amparo de desamparo.
Delatan mis muñecas mis vaivenes.
Curtidas en intentos de abandono.
No me doma el mundo.
Solo me doma el afecto.
Abnegado y rendido de mi origen.
Clama la calma.
Reclama el clamor.
Sordo estoy al gentío.
No me asusta su agrio olor.
Alma mía ya estas en calma.
Sin renglones están tus papeles.
Se desmaterializa la clave y mi espíritu ligero escapa por ella.
martes, 28 de mayo de 2013
Estilita
Lloro solo, en lo alto de la columna de fuste acanalado.
Como estilita libérrimo y aislado volutivamente.
Serán los canales prescritos, los que reverdecerán mis pies.
La oración cambia el mundo.
Estar aislado mucho más.
No hace falta estar en el mundo para ver lo torcido que esta.
Como estilita libérrimo y aislado volutivamente.
Serán los canales prescritos, los que reverdecerán mis pies.
La oración cambia el mundo.
Estar aislado mucho más.
No hace falta estar en el mundo para ver lo torcido que esta.
Privación máxima
Tu metralla no me mata, solo me desgasta.
Es tormenta de arena que mina mi solitario disfrute.
En al fabrica de palabras, nada erosionas.
Renglones en el más allá porque en este no tengo prensa.
Persigo la aisladora opción.
Ermitaño, anacoreta.
Disfruto del sin disfrute.
De la privación máxima.
Quien de nada, ni nadie depende en este mundo agónico, ya ha alcanzado la gloria.
Es tormenta de arena que mina mi solitario disfrute.
En al fabrica de palabras, nada erosionas.
Renglones en el más allá porque en este no tengo prensa.
Persigo la aisladora opción.
Ermitaño, anacoreta.
Disfruto del sin disfrute.
De la privación máxima.
Quien de nada, ni nadie depende en este mundo agónico, ya ha alcanzado la gloria.
El salvaje color
Fíjate en mi.
Me distancio de ellos por el salvaje color.
Con el no se atreven los tibios.
Esos que viven envueltos en una densa nube de cenizas.
Esos los del halo gris.
Esos los que van siempre detrás.
Los que esperan tu tropiezo.
Esos los que nada lideran, pero viven de la nata del líder.
Afanipteros rencorosos.
Siempre vais tras los pasos del precursor, esperando zancadillear.
Ávidos usurpadores de avances, de ismos, de filones de éxito.
Zafios dolientes que lloran muertes y no defienden vidas.
Duermo rodeado de ángeles y se reconocer el aliento del tibio diablo.
Me distancio de ellos por el salvaje color.
Con el no se atreven los tibios.
Esos que viven envueltos en una densa nube de cenizas.
Esos los del halo gris.
Esos los que van siempre detrás.
Los que esperan tu tropiezo.
Esos los que nada lideran, pero viven de la nata del líder.
Afanipteros rencorosos.
Siempre vais tras los pasos del precursor, esperando zancadillear.
Ávidos usurpadores de avances, de ismos, de filones de éxito.
Zafios dolientes que lloran muertes y no defienden vidas.
Duermo rodeado de ángeles y se reconocer el aliento del tibio diablo.
El color del dolor
Es el color del dolor.
Es el color de tu ausencia.
Es la obscuridad.
Es el azabache, alhaja de luto.
No me lo puedes prohibir.
Te voy a desobedecer.
No puede ser de otro modo con este zarpazo en el pecho.
Quiero estar en estancias cerradas, donde los rojos sean negros.
Ya no surca el aire el dragón arcoiris.
Ya no suena tu risa en la brisa fresca de mayo.
Tengo la noche en el pecho.
Tengo los pies en un charco.
Tengo zozobra porque no te tengo.
Te retengo en en mi mente.
En al obscuridad te veo.
Multicolor aleteas.
Por eso necesito el negro.
Para saber que te has ido y no perder nada de lo que has dejado.
Es el color de tu ausencia.
Es la obscuridad.
Es el azabache, alhaja de luto.
No me lo puedes prohibir.
Te voy a desobedecer.
No puede ser de otro modo con este zarpazo en el pecho.
Quiero estar en estancias cerradas, donde los rojos sean negros.
Ya no surca el aire el dragón arcoiris.
Ya no suena tu risa en la brisa fresca de mayo.
Tengo la noche en el pecho.
Tengo los pies en un charco.
Tengo zozobra porque no te tengo.
Te retengo en en mi mente.
En al obscuridad te veo.
Multicolor aleteas.
Por eso necesito el negro.
Para saber que te has ido y no perder nada de lo que has dejado.
Encadenado
Los celos encadenados obligarán al líder a la forzada pernada.
Prerrogativas que son condenas, condenas que son prerrogativas.
Cúspide que dominas el llano, que de servilismo conlleva tu estatus de dominio.
Los lideres mientras son útiles sirven, más cuando caen en desgracia y ya no sirven, son despeñados, denostados, ultrajados y escarníados por el pueblo que los encumbro.
No te acerques a la masa, a la turba, ni siquiera para ser aplaudido.
Es tan caro el aplauso y el favor, que deberías huir de el, como quien huye de la peste.
Ama y teme al vulgo, porque el es cimiento, pero nunca olvides que es el más cruel de los bichos y el más catastrófico de los terremotos.
Prerrogativas que son condenas, condenas que son prerrogativas.
Cúspide que dominas el llano, que de servilismo conlleva tu estatus de dominio.
Los lideres mientras son útiles sirven, más cuando caen en desgracia y ya no sirven, son despeñados, denostados, ultrajados y escarníados por el pueblo que los encumbro.
No te acerques a la masa, a la turba, ni siquiera para ser aplaudido.
Es tan caro el aplauso y el favor, que deberías huir de el, como quien huye de la peste.
Ama y teme al vulgo, porque el es cimiento, pero nunca olvides que es el más cruel de los bichos y el más catastrófico de los terremotos.
lunes, 27 de mayo de 2013
Cercenar
En los cercenadores tropiezos.
Guijarros blancos, lechosos.
Camino en cuesta, por el que es fácil rodar.
Vilezas para enrasar.
Olor a madera fresca en el funeral de las lobas.
Guijarros blancos, lechosos.
Camino en cuesta, por el que es fácil rodar.
Vilezas para enrasar.
Olor a madera fresca en el funeral de las lobas.
Divide y vencerás
Subestime el poder del charlatán y el ejercito de arpías que lidera.
Los enfadados liberan secretos.
A las furcias que huelen a furcia, no solo se las ve venir, se las huele al venir.
Impostores y otros artistas que lloráis por el pan.
Lagrimas de cocodrilo.
Nunca se camina para atrás en el camino del tiempo.
Por el charco de lodo de las pécoras se pide perdón, pero en el pasado seguirá existiendo.
El fin del mundo es el principio de algo, espero que no esteis allí.
Divide al rebaño y vencerás.
Los enfadados liberan secretos.
A las furcias que huelen a furcia, no solo se las ve venir, se las huele al venir.
Impostores y otros artistas que lloráis por el pan.
Lagrimas de cocodrilo.
Nunca se camina para atrás en el camino del tiempo.
Por el charco de lodo de las pécoras se pide perdón, pero en el pasado seguirá existiendo.
El fin del mundo es el principio de algo, espero que no esteis allí.
Divide al rebaño y vencerás.
Deberíais extinguiros
En el mar de los intereses.
Cuidaré con esmero la elección de mis palabras.
Alta costura para los bajos modales.
Nada de fachadas de cristal.
Solo fachadas remedo, mimeticas y repetidoras.
Es la puntual sensación de educación.
Llamará a tu puerta una gorda zafia.
Ábrele, es tu hermana la ordinariez.
Nada plástico es sin domar tu tocino.
En los trapos sucios os pillaré.
Tenéis las manos manchadas de sangre y en algún momento os las limpiareis.
Reliquia de delito.
Recuerdo de traición.
Ratas que mordéis todo lo que os supera.
Ratas superadas por circunstancias que ya no domináis.
Es pequeño vuestro escenario.
Es grande vuestro tonelaje.
Es sucio y vulgar todo lo que en vuestras vulgares vidas acontece.
Deberíais extinguiros, pero lamentablemente todo lo nuciente permanece.
Cuidaré con esmero la elección de mis palabras.
Alta costura para los bajos modales.
Nada de fachadas de cristal.
Solo fachadas remedo, mimeticas y repetidoras.
Es la puntual sensación de educación.
Llamará a tu puerta una gorda zafia.
Ábrele, es tu hermana la ordinariez.
Nada plástico es sin domar tu tocino.
En los trapos sucios os pillaré.
Tenéis las manos manchadas de sangre y en algún momento os las limpiareis.
Reliquia de delito.
Recuerdo de traición.
Ratas que mordéis todo lo que os supera.
Ratas superadas por circunstancias que ya no domináis.
Es pequeño vuestro escenario.
Es grande vuestro tonelaje.
Es sucio y vulgar todo lo que en vuestras vulgares vidas acontece.
Deberíais extinguiros, pero lamentablemente todo lo nuciente permanece.
Ya no hay gloria
Gordas boñigas del infierno.
En la arrasada ciudadela.
Mientras ansiosas escarbáis buscando el botín.
Asesinaré a mis bellos hijos antes que permitir que caigan en vuestras manos.
Y en el efecto contagio sin sombra os quedareis.
Dueñas del oro y de la ciudadela de los cadáveres.
Eliminada la perfección ahora a quien remedareis.
Ya no hay gloria solo infierno, y estáis ya en el.
En la arrasada ciudadela.
Mientras ansiosas escarbáis buscando el botín.
Asesinaré a mis bellos hijos antes que permitir que caigan en vuestras manos.
Y en el efecto contagio sin sombra os quedareis.
Dueñas del oro y de la ciudadela de los cadáveres.
Eliminada la perfección ahora a quien remedareis.
Ya no hay gloria solo infierno, y estáis ya en el.
Las guerras foráneas
Favor que no se paga.
Deuda que se contrae.
Hasta cuando soportaré tus deudas.
Hay hombres que batallan en dos ejércitos.
Y llegan cansados a casa de las guerras foráneas.
Deuda que se contrae.
Hasta cuando soportaré tus deudas.
Hay hombres que batallan en dos ejércitos.
Y llegan cansados a casa de las guerras foráneas.
domingo, 26 de mayo de 2013
El sastre desastre
El sino es un sastre.
Que atiende sin tino.
Y demora a su antojo.
O acelera el trabajo.
Corta.
Hila.
Cose.
Nada más nacer se realiza nuestro encargo.
Nos sentará como a un guante.
Y solo tendrá una postura.
El es un sastre desastre.
Que no sigue orden de entrada.
Ni con lógica cursa salida.
A veces da puntadas sin hilo.
Y demora la faena.
Otras corre y mal cose y termina de malas maneras.
Nadie le enmienda la plana.
Solo con el nos reunimos para elegir las telas.
Y para que nos tome medidas.
Que si paño de lana.
Brocado de seda.
Bordada organza.
Algodón, lino, sarga, franela.
A algunos encargos les alarga y da cabo y no los termina.
A otros puntada tras puntada en un plis plas espabila.
Caprichoso sastre es el sino haciendo mortajas.
El tiene sus reglas, y con ellas prioriza y acaba.
Mas no hay que temer.
Todos más temprano que tarde tendremos nuestro traje.
Unos con aparentemente mucha tardanza.
Otros con aparentemente mucha premura.
Y a otros pañales les hará y no estarán ni en la cola.
No habrán llegado y ya se habrán ido.
Es así de veleta el sastre de Dios.
O atiende ordenes de lo más alto.
Y acaba trajes cuando uno esta listo para ir al cielo de fiesta.
Que atiende sin tino.
Y demora a su antojo.
O acelera el trabajo.
Corta.
Hila.
Cose.
Nada más nacer se realiza nuestro encargo.
Nos sentará como a un guante.
Y solo tendrá una postura.
El es un sastre desastre.
Que no sigue orden de entrada.
Ni con lógica cursa salida.
A veces da puntadas sin hilo.
Y demora la faena.
Otras corre y mal cose y termina de malas maneras.
Nadie le enmienda la plana.
Solo con el nos reunimos para elegir las telas.
Y para que nos tome medidas.
Que si paño de lana.
Brocado de seda.
Bordada organza.
Algodón, lino, sarga, franela.
A algunos encargos les alarga y da cabo y no los termina.
A otros puntada tras puntada en un plis plas espabila.
Caprichoso sastre es el sino haciendo mortajas.
El tiene sus reglas, y con ellas prioriza y acaba.
Mas no hay que temer.
Todos más temprano que tarde tendremos nuestro traje.
Unos con aparentemente mucha tardanza.
Otros con aparentemente mucha premura.
Y a otros pañales les hará y no estarán ni en la cola.
No habrán llegado y ya se habrán ido.
Es así de veleta el sastre de Dios.
O atiende ordenes de lo más alto.
Y acaba trajes cuando uno esta listo para ir al cielo de fiesta.
La armadura de la hipocresia
Como favorece la noche a los delitos y a los delincuentes.
Esteta comprador de caricias.
Que en las tensas reuniones generadoras de pánico acumulas ganas.
Caros vicios privados.
Pagador de grandes goces.
Son las fisuras de la perfección.
Grietas maquilladas por las que se cuela gélido aire.
Es la hipocresía tu armadura.
Para vosotros es tan difícil lo sencillo.
Pompa, boato, alharacas hueras.
Para vosotros los escándalos son solo terremotos que cierran puertas.
Esteta comprador de caricias.
Que en las tensas reuniones generadoras de pánico acumulas ganas.
Caros vicios privados.
Pagador de grandes goces.
Son las fisuras de la perfección.
Grietas maquilladas por las que se cuela gélido aire.
Es la hipocresía tu armadura.
Para vosotros es tan difícil lo sencillo.
Pompa, boato, alharacas hueras.
Para vosotros los escándalos son solo terremotos que cierran puertas.
Nuevos cantaros
No es mi reino lo inmediato.
Es la cárcel de la agonía.
El denso aroma del llanto.
Las estancias por las que se esparce el polvo de tu ausencia.
Es volar en círculos alejándome y diciéndote adiós.
Se pierde tu estela y se distancian tus latidos, quedan silenciados en el nuevo inerte estado.
El polvo sobre el polvo y la levedad al cielo.
Estrellas que mis ojos ven brillar con la luz del día.
Ha salido tan pronto tu vuelo.
y no domino la clave de tus sueños y para comunicarme en el reino onírico contigo tengo que entenderla.
Estas ya donde no habita el olvido, ni el tiempo, ni la memoria.
Letanía de barros, tierras perennemente roturadas para nuevos cantaros.
Es la cárcel de la agonía.
El denso aroma del llanto.
Las estancias por las que se esparce el polvo de tu ausencia.
Es volar en círculos alejándome y diciéndote adiós.
Se pierde tu estela y se distancian tus latidos, quedan silenciados en el nuevo inerte estado.
El polvo sobre el polvo y la levedad al cielo.
Estrellas que mis ojos ven brillar con la luz del día.
Ha salido tan pronto tu vuelo.
y no domino la clave de tus sueños y para comunicarme en el reino onírico contigo tengo que entenderla.
Estas ya donde no habita el olvido, ni el tiempo, ni la memoria.
Letanía de barros, tierras perennemente roturadas para nuevos cantaros.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)