miércoles, 5 de junio de 2013

Hambre de amor

Hay un camino, que serpentea muy poco y va directo a la cúspide.
Es el hambre la que crea esta vereda sin hierva y tan transitada.
Hambre de amor.
Por el camino del sexo acederas al poder y podrás llevar a cabo el magnicidio.
Quien tu ya sabes que dio la orden tiene necesidades y a través de de ellas las tuyas vas a satisfacer.

martes, 4 de junio de 2013

Rocambolesco fin

Soy un animal aterrado hondeando la bandera de sangre.
El altivo orgullo de los necios.
Enfrascado en las miseras valías. 
Buscaré la luz dorada del corazón de oro.
El que no exige tributos, ni sacrificios, ni privaciones.
Cabalgo en la claridad crepuscular a lomos de la tristeza.
Cuando llegará el fogonazo que me desapee.
Será antes de que nos aniquilen.
La gloria del último estertor.
Ráfaga refulgente de verdad.
El tiempo en el postrimero instante lo cura todo.
Melancólico y rocambolesco fin.

Nos diluimos

Luna en la noche menguante.
Una hoz afilada y cortante.
Rendido en el cálido sopor del lecho.
Hundido en la invasión sin techo.
Aculturado.
Colonización silenciosa.
Algarada de salmos y brillos exóticos que borra lo propio.
Nos diluimos como un terrón en un estanque.
Que quedará de nuestra laboriosa entelequia.
Rendidos en el silencio, en el paso lento.
Sin linajes, sin casas.
Ya todo lo hemos vendido, el oro , los palacios, los tesoros.
Y denostamos al más auténtico de los auténticos, denostamos a nuestro Dios.

Heredad de pecado

El dolor mantiene despierta la mente.
Dichosos los que sufren, porque con dolor cambiaran el mundo.
Heredad de pecado.
Salón de vicios y aires infectos.

Sol rasante

Me ciega el sol rasante del amanecer.
Los arraigados vicios.
Los desarraigados valores.
¿Como volver a arraigar.?
¿Como desarraigar.?
Sin descanso me tiene mi pensamiento.
En los andenes del retorno.
Bienaventurados los necios que no tenéis talento porque nada tenéis que rendir a Dios.
Lenguas de fuego, don de lenguas.
El cilicio me recuerda con su dolor que tengo que darlo todo por los que sufren.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Cianótico

Azul es mi sangre.
De cianótica.
De dolida por tanta vileza.
Estertores en la soledad.
Nada noble es mi drama.
Nada nobles mis enredos de cama.

Besos de espinas

Será tu áspero paladar.
Aroma de otros.
Lengua de espinas que sin sombra viene a lamer mis llagas.
No sientes culpa.
No sientes remordimientos.
Solo yo me torturo en el olor extraño.
Solo yo me martirizo en el enemigo perfume de tus besos.
Soy mi mayor rival.
Soy mi mayor tormenta.
Soy mi mayor censor.
Nada te debo y todo te lo doy.
Salario de espinas para el acerico de mi amor......................

Chirriar



"Con frecuencia la maldad hiere nuestro corazón, colapsando los caminos del alma, dañando la manzana podrida que riega nuestro ruin ingenio."

Irsia Carolain Sprimbol

Transepto

Solo creo en el vasallaje de la sangre, de mi gente, de mi hermano.
No pido razones, solo sin razón soy fiel.
Construiré sin cimbra el arco por aproximación de hileras.
Y bajo el cañón en el transepto no me rendiré.
Amparo de desamparo.
Delatan mis muñecas mis vaivenes.
Curtidas en intentos de abandono.
No me doma el mundo.
Solo me doma el afecto.
Abnegado y rendido de mi origen.
Clama la calma.
Reclama el clamor.
Sordo estoy al gentío.
No me asusta su agrio olor.
Alma mía ya estas en calma.
Sin renglones están tus papeles.
Se desmaterializa la clave y mi espíritu ligero escapa por ella.

martes, 28 de mayo de 2013

Estilita

Lloro solo, en lo alto de la columna de fuste acanalado.
Como estilita libérrimo y aislado volutivamente.
Serán los canales prescritos, los que reverdecerán mis pies. 
La oración cambia el mundo.
Estar aislado mucho más.
No hace falta estar en el mundo para ver lo torcido que esta.

Privación máxima

Tu metralla no me mata, solo me desgasta.
Es tormenta de arena que mina mi solitario disfrute.
En al fabrica de palabras, nada erosionas.
Renglones en el más allá porque en este no tengo prensa.
Persigo la aisladora opción.
Ermitaño, anacoreta.
Disfruto del sin disfrute.
De la privación máxima.
Quien de nada, ni nadie depende en este mundo agónico, ya ha alcanzado la gloria.

El salvaje color

Fíjate en mi.
Me distancio de ellos por el salvaje color.
Con el no se atreven los tibios.
Esos que viven envueltos en una densa nube de cenizas.
Esos los del halo gris.
Esos los que van siempre detrás.
Los que esperan tu tropiezo.
Esos los que nada lideran, pero viven de la nata del líder.
Afanipteros rencorosos.
Siempre vais tras los pasos del precursor, esperando zancadillear.
Ávidos usurpadores de avances, de ismos, de filones de éxito.
Zafios dolientes que lloran muertes y no defienden vidas.
Duermo rodeado de ángeles y se reconocer el aliento del tibio diablo.

El color del dolor

Es el color del dolor.
Es el color de tu ausencia.
Es la obscuridad.
Es el azabache, alhaja de luto.
No me lo puedes prohibir.
Te voy a desobedecer.
No puede ser de otro modo con este zarpazo en el pecho.
Quiero estar en estancias cerradas, donde los rojos sean negros.
Ya no surca el aire el dragón arcoiris.
Ya no suena tu risa en la brisa fresca de mayo.
Tengo la noche en el pecho.
Tengo los pies en un charco.
Tengo zozobra porque no te tengo.
Te retengo en en mi mente.
En al obscuridad te veo.
Multicolor aleteas.
Por eso necesito el negro.
Para saber que te has ido y no perder nada de lo que has dejado.

Encadenado

Los celos encadenados obligarán al líder a la forzada pernada.
Prerrogativas que son condenas, condenas que son prerrogativas.
Cúspide que dominas el llano, que de servilismo conlleva tu estatus de dominio. 
Los lideres mientras son útiles sirven, más cuando caen en desgracia y ya no sirven, son despeñados, denostados, ultrajados y escarníados por el pueblo que los encumbro.
No te acerques a la masa, a la turba, ni siquiera para ser aplaudido.
Es tan caro el aplauso y el favor, que deberías huir de el, como quien huye de la peste.
Ama y teme al vulgo, porque el es cimiento, pero nunca olvides que es el más cruel de los bichos y el más catastrófico de los terremotos.

lunes, 27 de mayo de 2013

Cercenar

En los cercenadores tropiezos.
Guijarros blancos, lechosos.
Camino en cuesta, por el que es fácil rodar.
Vilezas para enrasar.
Olor a madera fresca en el funeral de las lobas.