Rezo por el día bendito.
Tras la penosa peregrinación.
Camino angosto de privaciones.
Privado de mis ángeles.
De sus sonoras caricias.
Música que me han arrebatado.
Música que me han sustituido por la martirizante berrea de las vulgares zafias.
Sin ningún trato con el enemigo.
Enquistado en la fronda.
Agriado, debilitado, enfermo de soledad.
Me zarandea la extraña razón.
Me zarandea en el precipicio de la sin razón.
En este envilecimiento general.
lunes, 5 de agosto de 2013
Taludes de maldad
Despertar gris en un día de rabioso sol..
Despierto encajonado entre taludes de maldad.
Solo me puedo zambullir en mi lujuriante fronda.
Allí me encuentro solo con Dios.
Y en el entorno la tortura de los flancos pelados que arrasa la guerra.
Despierto encajonado entre taludes de maldad.
Solo me puedo zambullir en mi lujuriante fronda.
Allí me encuentro solo con Dios.
Y en el entorno la tortura de los flancos pelados que arrasa la guerra.
Cielos rasos de miseria
Amigas del paredón.
Amigas de los fusilamientos.
De los escarnios en plaza publica.
No tenéis ni altura, ni altura de miras.
Sois bolas de grasa encaramadas en coturnos.
Solo tenéis la zafia fuerza de lo terreno.
Apegos de plomo.
Sois acuciante angustia vital, para los que por azar al lado del vuestro hicieron su nido.
Alimañas mal olientes y nauseabundas.
Asfixiantes cielos rasos de miseria, bajo los que voláis raso, muy raso. En las alcobas que urdís infamias.
En las corroblas en las que planeáis envenenar blancas palomas.
Amigas de los fusilamientos.
De los escarnios en plaza publica.
No tenéis ni altura, ni altura de miras.
Sois bolas de grasa encaramadas en coturnos.
Solo tenéis la zafia fuerza de lo terreno.
Apegos de plomo.
Sois acuciante angustia vital, para los que por azar al lado del vuestro hicieron su nido.
Alimañas mal olientes y nauseabundas.
Asfixiantes cielos rasos de miseria, bajo los que voláis raso, muy raso. En las alcobas que urdís infamias.
En las corroblas en las que planeáis envenenar blancas palomas.
Les retorcería el cuello
Mastico lentamente.
Sin apetito.
Los proferidos daños.
No los puedo digerir.
Los siento enteros.
Los siento ponzoñosos.
Mi estomago ni los asimila, ni los digiere.
Con la maniobra clásica de un palomero.
Les retorcería el cuello.
Sin apetito.
Los proferidos daños.
No los puedo digerir.
Los siento enteros.
Los siento ponzoñosos.
Mi estomago ni los asimila, ni los digiere.
Con la maniobra clásica de un palomero.
Les retorcería el cuello.
domingo, 4 de agosto de 2013
Reinas autocoronadas con coronas de plástico
Anemizado por las orondas garrapatas.
Confabuladoras de acuerdos tácitos.
Embusteras sin peana.
Zafias achatadas por el peso de los fardos de mentiras que portan.
Tarascones de maldad.
Arrecife de naufragios.
Jadeadoras de pacotilla.
Reinas con coronas de plástico.
Ácido estiércol que quema rosaledas.
Vida de infortunio que a los afortunados hacéis pagar.
Nada brilláis y nunca nada brillareis.
Confabuladoras de acuerdos tácitos.
Embusteras sin peana.
Zafias achatadas por el peso de los fardos de mentiras que portan.
Tarascones de maldad.
Arrecife de naufragios.
Jadeadoras de pacotilla.
Reinas con coronas de plástico.
Ácido estiércol que quema rosaledas.
Vida de infortunio que a los afortunados hacéis pagar.
Nada brilláis y nunca nada brillareis.
Regurgitar
Las escaleras al desván, tiniebla absoluta.
Cañoneo para provocar vigilia.
Y en la aturdidora vigilia zarpar al norte.
Con las arrugas del sufrimiento.
Sin enmudecer, más macerando lo que regurgito.
Para impedir que crezca la sombra.
Piedad con la negligencia.
Sin piedad con el prevaricador.
Fetichistas que asesináis dioses, a que cielo creéis que vais a ir.
Cañoneo para provocar vigilia.
Y en la aturdidora vigilia zarpar al norte.
Con las arrugas del sufrimiento.
Sin enmudecer, más macerando lo que regurgito.
Para impedir que crezca la sombra.
Piedad con la negligencia.
Sin piedad con el prevaricador.
Fetichistas que asesináis dioses, a que cielo creéis que vais a ir.
Averiguaciones
Arrodillado hago averiguaciones.
Cual es la razón de los golpes en mi pecho.
Del amedrentar a mi corazón en la jaula torácica.
Bajo las capas oscuras del daño esta mi potente luz.
Que expirará en estrépito.
Arrastrando el lodo de mentiras.
Deslumbrando por un segundo al sol.
Fulminará mi fulgor los vuelos en circulo de los que vapulean mi alma.
Claridad tras el crepúsculo de la congestión.
Claridad que borrará el brumoso horizonte de sangre.
Cual es la razón de los golpes en mi pecho.
Del amedrentar a mi corazón en la jaula torácica.
Bajo las capas oscuras del daño esta mi potente luz.
Que expirará en estrépito.
Arrastrando el lodo de mentiras.
Deslumbrando por un segundo al sol.
Fulminará mi fulgor los vuelos en circulo de los que vapulean mi alma.
Claridad tras el crepúsculo de la congestión.
Claridad que borrará el brumoso horizonte de sangre.
Desgarros en el corazón
Agotado, me perturban los desgarros en el corazón.
Feroces mordiscos de inahuyentables alentadoras de infamias.
Es el dolor de los murmullos de las que bajo mis pies moran.
Roen mis plantas intentando desestabilizar el arquitrabado de mi alma.
Han amasado mi corazón como plastilina sin importarles que por el circulaban mis sentimientos y que el bombeaba mis afectos.
Necias pensáis que una vez destruido el regadío de mi alma, olvide.
Nunca olvidaré, nunca perdonaré y multiplicado por mil más tarde que temprano me cobraré.
Feroces mordiscos de inahuyentables alentadoras de infamias.
Es el dolor de los murmullos de las que bajo mis pies moran.
Roen mis plantas intentando desestabilizar el arquitrabado de mi alma.
Han amasado mi corazón como plastilina sin importarles que por el circulaban mis sentimientos y que el bombeaba mis afectos.
Necias pensáis que una vez destruido el regadío de mi alma, olvide.
Nunca olvidaré, nunca perdonaré y multiplicado por mil más tarde que temprano me cobraré.
sábado, 3 de agosto de 2013
Vuelve la reina
Lluvia de amatistas para la reina salva.
Alfombras de ámbar para que camine descalza.
Se rinde la ciudadela al paso ligero, sin hierro, sin miedo.
Reposteros de mil colores le dan la bienvenida.
No hay ruido, solo palabras de calma.
Palabras de loa, de alabanza.
Repique de campanas, que ni espanta pájaros.
Suave caricia de naranjos ,mandarinos y limoneros de luna.
Todo aroma suave, muy suave, almibarado de elegancia.
Se suman a la alegría los rayos que surcan el aire como blancas y lumínicas serpentinas.
Regreso la reina de su forzado exilio.
Y vuelve ligera sin la carga del maligno.
Truena el cielo en armonía.
Con truenos de salvas de gloria.
Alfombras de ámbar para que camine descalza.
Se rinde la ciudadela al paso ligero, sin hierro, sin miedo.
Reposteros de mil colores le dan la bienvenida.
No hay ruido, solo palabras de calma.
Palabras de loa, de alabanza.
Repique de campanas, que ni espanta pájaros.
Suave caricia de naranjos ,mandarinos y limoneros de luna.
Todo aroma suave, muy suave, almibarado de elegancia.
Se suman a la alegría los rayos que surcan el aire como blancas y lumínicas serpentinas.
Regreso la reina de su forzado exilio.
Y vuelve ligera sin la carga del maligno.
Truena el cielo en armonía.
Con truenos de salvas de gloria.
Cuenta misterios de gloria
A salvo y sana.
Desenredado el corcel trota libre.
Dolor en el desliar la maraña.
En la búsqueda de la salida.
En el traumático y amedrentador abandono al extirpar.
Todo bien y ya en calma.
Tras el desestabilizador imaginar, mal imaginar y temer.
A salvo esta mi reina en la torre de marfil.
Contando y cantando cuentas de gloria con su hilo de voz rota.
Yo contaré con ellas las mil gracias, que mil veces reitero.
Santos discretos que no rezáis en el santoral.
Sera mi casa vuestro altar.
Velas a los difuntos que desde el cielo han salvado a mi reina.
Sana y salva, salva y sana, cuenta misterios entre las rendidas zarzas.
Desenredado el corcel trota libre.
Dolor en el desliar la maraña.
En la búsqueda de la salida.
En el traumático y amedrentador abandono al extirpar.
Todo bien y ya en calma.
Tras el desestabilizador imaginar, mal imaginar y temer.
A salvo esta mi reina en la torre de marfil.
Contando y cantando cuentas de gloria con su hilo de voz rota.
Yo contaré con ellas las mil gracias, que mil veces reitero.
Santos discretos que no rezáis en el santoral.
Sera mi casa vuestro altar.
Velas a los difuntos que desde el cielo han salvado a mi reina.
Sana y salva, salva y sana, cuenta misterios entre las rendidas zarzas.
Temor
Inmóvil ante lo móvil.
Móvil ante lo inmóvil.
Destacado e inaccesible.
Star de temor.
Temor ante el perenne zafio estar...........
Socorrido
Me torturo en los alaridos que preceden al escollo.
Que conforto en el jubilo que sucede al alarido.
Me reconforto tras haber vencido el escollo.
Socorrido por las caricias de la fiel bandada de pájaros-ojos.
Que conforto en el jubilo que sucede al alarido.
Me reconforto tras haber vencido el escollo.
Socorrido por las caricias de la fiel bandada de pájaros-ojos.
miércoles, 31 de julio de 2013
Bulto redondo, bulto de tocino
¿Quien os creéis que sois.?
Os alimentáis de las migajas.
Brilláis gracias al brillo conferido por otros.
Vais donde otros van.
Portáis pasos, venerarais, y en ningún momento os veneran, ni os portan.
Sois bulto, bulto muy redondo, bulto de tocino.
Por eso os digo, ¿Que os creéis.?
Nada sois y siendo nada os iréis.
Uno nunca tiene la floración de la planta que no es.
Uno nunca da el fruto del frutal que no es.
Construcciones de barro toxico.
Laberinto de cantos cortantes, hirientes, ensangrentados.
No soy vuestra primera victima, ni seré la última.
Pero si será la última vez que brilléis con mi luz............
Os alimentáis de las migajas.
Brilláis gracias al brillo conferido por otros.
Vais donde otros van.
Portáis pasos, venerarais, y en ningún momento os veneran, ni os portan.
Sois bulto, bulto muy redondo, bulto de tocino.
Por eso os digo, ¿Que os creéis.?
Nada sois y siendo nada os iréis.
Uno nunca tiene la floración de la planta que no es.
Uno nunca da el fruto del frutal que no es.
Construcciones de barro toxico.
Laberinto de cantos cortantes, hirientes, ensangrentados.
No soy vuestra primera victima, ni seré la última.
Pero si será la última vez que brilléis con mi luz............
Urdimbre de besos, jardín de caricias
Me acaricia el oleaje de los besos de mi amante.
Me mece y cimbre la fuerza de su deseo.
Arremete y derrumba con su furia incontenible la muralla, parapeto de de mi ciudadela.
Preso estoy en la urdimbre de besos.
Preso estoy en el jardín de caricias.
Abonare las nuevas flores, alegría de mis nuevos días.
Me acicalaré para la tormenta y me predispondré al martirio de que mi corazón lo atraviese un rayo.
Por un rayo de amor vencido.
Por un rayo de amor liado.
Soy ya ciudadela rendida, entregada, cautiva.
Brota de mi costando dulcísima sangre para alimentar a mi victorioso amado.
Me mece y cimbre la fuerza de su deseo.
Arremete y derrumba con su furia incontenible la muralla, parapeto de de mi ciudadela.
Preso estoy en la urdimbre de besos.
Preso estoy en el jardín de caricias.
Abonare las nuevas flores, alegría de mis nuevos días.
Me acicalaré para la tormenta y me predispondré al martirio de que mi corazón lo atraviese un rayo.
Por un rayo de amor vencido.
Por un rayo de amor liado.
Soy ya ciudadela rendida, entregada, cautiva.
Brota de mi costando dulcísima sangre para alimentar a mi victorioso amado.
Seres pardos, zafios bichos
Seres pardos que envidiáis el exquisito fulgor de las mariposas.
Libraos de ese lastre o nunca volareis.
Sois zafios bichos pero imagino que si existís es porque tenéis vuestro hueco en la cadena trófica.
Es un castigo vuestra presencia.
Es un castigo vuestra ponzoñosa nuciencia.
Más aguantaros es purgar en vida los pequeños traspiés que pudiera dar una elegante mariposa.
Mariposas que voláis al cielo rogad a Dios por los zafios.
Libraos de ese lastre o nunca volareis.
Sois zafios bichos pero imagino que si existís es porque tenéis vuestro hueco en la cadena trófica.
Es un castigo vuestra presencia.
Es un castigo vuestra ponzoñosa nuciencia.
Más aguantaros es purgar en vida los pequeños traspiés que pudiera dar una elegante mariposa.
Mariposas que voláis al cielo rogad a Dios por los zafios.
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