martes, 17 de diciembre de 2013

El dilema

El dilema está en perfeccionar o en ocultar la imperfección.
Por obra y gracia del bisturí, hoy hay mucho perfecto.
El juego de la ocultación es más complicado y requiere un esfuerzo diario.
Es revelador con que facilidad nos convertimos en producto y nos vendemos, sujetándonos a normas de etiquetado, estuchado y contenido.
Es la paradoja de la evolución cuanto más elevado es todo, más exigencias de contenido y forma.
Cada vez somos menos naturales y auténticos.
Protocolos que demandan victimas.
Humanos que pasan por el aro de la puntual y efímera tendencia.
No os dais cuenta que la mayoría aplaude los comportamientos mayoritarios.
Independientemente de cuales sean esos comportamientos.
Y que los cambios son siempre promovidos en unos alambicados procesos por una minoría influyente.
No veis que tras los cataclismos que todo lo trastocan hay muchos seguidores sobrevenidos.
Jaleadores de ayer, jaleadores de hoy.
Que no te martirice la tendencia porque es efímera.

A la vuelta de la esquina esta la eternidad

Ni la cumbre, ni el presente se eternizan.
La caída suele ser puntual a su cita.
Y de forma malvada se suele hacer acompañar de la ventisca.
Solo es eterna la eternidad.
Y está a la vuelta de la esquina.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Relatos de plomo


Cantaré los relatos de plomo.
Como asesinasteis a los buenos.
A los valientes que se giraron y os dieron la espalda.
Nada se olvidará sí los decentes lo dejamos por escrito.

Idiomas de necios

Idiomas que nadie habla bien, y que solo sirven para enquistar, y para de forma ininteligible insultar a la razón.
Necios que os amparáis en el balbuceo, ¿dónde creéis que vais.?
No se debe salvar de la quema lo que para nada bueno sirve..............

Incendios

Creo tanto en los incendios que a veces tengo ganas de provocarlos.
Si por algo no pasan los años no creo en ello.
Es el tiempo el que recoloca las cosas.
Tras los incendios unos suben a los altares.
Y otros son cenizas que bajan a los infiernos.

La rutina

La rutina nos hace invisibles.
Los cambios nos visibilizan.
Cambiamos para adaptarnos a la orografía del deseo.
O para que nos deseen por nuestra nueva orografía.

El arroyuelo

Como confiar en el que tiene un pulso débil y tembloroso.
Es un fin de era que necesita mano dura.
Es un laberinto de órdenes y contraórdenes.
Nada arrastra y lava un arroyuelo.

¿Todo se cura?

Todas las heridas se curan.
Pero los miembros amputados no crecen.

La vergüenza


Nos avergüenzan las necesidades.
Pero sí no las hacemos visibles.
No las podremos nunca solucionar.

El verdadero poder

El verdadero poder está en tener una afilada espada y nunca desenvainarla.
Patético es el que porta un cuchillito romo con el que siempre amenaza.

El segundon


Es la altanería estigma de segundón.
No es mi orden tu orden.
En la espiral de las escusas se pierde el honor.
No es la llegada la victoria.
La victoria está en vivir el camino.
Se ensoberbece el veloz.
Segundo en el nuevo orden.

Siembro sin ilusión

Sólo espera cosechas el que siembra con ilusión.
Esparcir grano en el árido mundo de la barbarie no es un trabajo.
Es un tormento y tras una devastadora tormenta nada da fruto.

Sígueme

El aplauso es del simple.
El tormento del complejo.
Si estas atormentado sígueme.

Bulimia

Engullo y vomito palabras con el coas del autodidacta.
Con la bulimia que me genera la civilizada imperfección.
Busco altares, invento altares.
Tronos de horas, tronos de días.

Lecho de arenas

Son mis sueños raíces acuáticas. 
Que hurgan en el lecho donde descansan. 
Los galeones hundidos.
Lecho de arenas, tesoros y fantasmas.