Llenáis la platea de discriminados, de vuestros discriminados.
Vosotros los acomplejáis con vuestra jerarquía racista.
Los rendís y aborregáis, convirtiéndolos en masa de plastilina, que os obedece dúctil y dominada.
Sumiso rebaño de condado rendido a un loco caudillo.
Salvapatrias expertos en descalabrar vajillas.
Trileros que con cartas marcadas a los vuestros engañáis.
Legalmente ni siquiera podéis usucapir.
Porque en el mismo dominio viven otros, que usan el terreno con la misma legitima soberanía que los borregos de vos.
Dictadores, ladrones de voluntades, pastor de los tuerto que creas por el interés en hacer prosperar vuestro golpe de estado.
domingo, 22 de diciembre de 2013
Mis reyes
Reyes con coronas de cartón.
Esos son mis reyes.
Tildados de arrabal.
De viento de pueblo.
Montados en mansas mulas.
Vestidos de cortinas.
Con barbas de peluche.
Y maquillados con los potingues.
De los cajones de la cómoda de ayer.
Esos son mis reyes.
Tildados de arrabal.
De viento de pueblo.
Montados en mansas mulas.
Vestidos de cortinas.
Con barbas de peluche.
Y maquillados con los potingues.
De los cajones de la cómoda de ayer.
El reproche
Nunca me comporte bien con ella, tampoco era su talante el
de exigir, ni se quejaba, ni pedía. Me sorprendió aquella cena, pero no puse
ninguna objeción.
Pensé que sería alguna fecha, que como era habitual yo había
olvidado y tampoco pregunte. A las sorpresas agradables no se le ponen pegas. Converse
con ella como siempre, respondiendo a sus rutinarias preguntas que nada me comprometían
y que solo servían para romper el silencio de no conversar. En todo el tiempo
de formal matrimonio, en la mesa nunca estuvieron presentes ni la radio, ni la
televisión, no sé si a día de hoy esto fue bueno para nuestro matrimonio, pero
simplemente llego así y así siguió. Era rutinario todo en casa e incluso lo que
se incorporaba para romper la rutina, terminaba siendo una rutina más.
Sara llegó así, como distracción, como motivo de
preocupación, como una rutina más para romper el hielo del a veces insufrible silencio.
Y término siendo el gozne de los días, marcando las salidas, las entradas, los
paseos y el ritmo de sus comidas marco el de las nuestras. Sara tenía querencia
por ella y yo como siempre no hice nada, lo deje como todo estar.
Como ya habréis adivinado
el destino no nos dio hijos, ni los impedimos, ni los buscamos, fue así, desgraciadamente
pienso hoy.
Nada me pedía, nada le di y
abone con mi indiferencia el terreno de lo que más tarde ocurrió.
Volvamos a la cena, había cocinado algo muy sencillo que a
ella le encantaba y que yo le hice creer que a mí también, además había abierto
una botella de vino bastante caro, nada habitual en ella. La presentación también
estaba muy cuidada; un mantel de su madre, la vajilla de nuestra boda, las
copas de la diezmada cristalería de su abuela y los cubiertos de plata de mi
madre que ella nunca había puesto en nuestra mesa.
Comimos en un silencio formalmente roto hasta que llego el
café, que fue donde rompiendo el protocolo me reprocho una cosa pero con un
tono muy neutro, tanto que casi no le di importancia en ese momento, pero hoy sé
que ese reproche sería muy importante para ella y para mí.
Ese reproche era el
punto de inflexión de todo. Era el punto que me hizo ver que yo no conocía nada
a mi mujer. FELIZ NAVIDAD
No me quedaré en el desear.
Construiré puentes entre la realidad y el deseo.
Entre la idea y la forma.
Haré lo deseado.
No arrancaré un árbol para que luego se seque.
Saldré al campo con una regadera llena de besos y los prodigaré a los tilos, a los robles y a los enebros.
No adornaré con plastico la furiosa vida.
Adornaré con acciones, pasos en el istmo hacia la paradisíaca isla.
Prometo y cumpliré, aunque me cueste la vida, que socorreré al que el mundo injusto, le ha torcido la suya.
Es NAVIDAD en el corazón dormido, quizás por desidia o por sentir que su gota no saciaba la sed.
Es la vivificante lluvia, miles y miles de gotas UNIDAS.
Construiré puentes entre la realidad y el deseo.
Entre la idea y la forma.
Haré lo deseado.
No arrancaré un árbol para que luego se seque.
Saldré al campo con una regadera llena de besos y los prodigaré a los tilos, a los robles y a los enebros.
No adornaré con plastico la furiosa vida.
Adornaré con acciones, pasos en el istmo hacia la paradisíaca isla.
Prometo y cumpliré, aunque me cueste la vida, que socorreré al que el mundo injusto, le ha torcido la suya.
Es NAVIDAD en el corazón dormido, quizás por desidia o por sentir que su gota no saciaba la sed.
Es la vivificante lluvia, miles y miles de gotas UNIDAS.
Sedosas son las horas que paso contigo
Sedosas son las horas que paso contigo.
Entre gemidos me duermo.
En tus brazos me acuno.
Siento ya lejos el corazón de piedra.
Siento ya lejos las lagrimas falsas de la estatua de sal.
Ligo latidos y ato aleteos.
Ato susuros y ligo tus besos.
Entre gemidos me duermo.
En tus brazos me acuno.
Siento ya lejos el corazón de piedra.
Siento ya lejos las lagrimas falsas de la estatua de sal.
Ligo latidos y ato aleteos.
Ato susuros y ligo tus besos.
Pataleta de gorda
La pataleta de la gorda, es un tremendo terremoto.
Tiembla la tierra con la cólera de la gorda zafia.
Tiembla la tierra con la cólera de la gorda zafia.
Los delirios del tocino
Los delirios del tocino son insufribles.
Sobre todo cuando intenta hacernos creer que es magro.
Colores de transito.
Bullicio de fiestas.
Vísperas de año nuevo cargado de esperanzas.
Lo que procede del barro, de barro es.
Lo que es de oro, de oro es su proceder.
Puertas a la gloria.
Puertas abiertas que dan al precipicio.
Delirante rococo de asadura de manteca.
Sobre todo cuando intenta hacernos creer que es magro.
Colores de transito.
Bullicio de fiestas.
Vísperas de año nuevo cargado de esperanzas.
Lo que procede del barro, de barro es.
Lo que es de oro, de oro es su proceder.
Puertas a la gloria.
Puertas abiertas que dan al precipicio.
Delirante rococo de asadura de manteca.
Somero
No subestimes la fuerza del débil cuando esta acorralado.
Es la ferocidad de verse derrotado el mayor de los acicates.
El guerrero gana batallas.
El inteligente escribe la historia.
Y lo que no esta escrito hoy no existe.
Débiles océanos de conocimiento.
Someros charcos de fuerza.
Es la ferocidad de verse derrotado el mayor de los acicates.
El guerrero gana batallas.
El inteligente escribe la historia.
Y lo que no esta escrito hoy no existe.
Débiles océanos de conocimiento.
Someros charcos de fuerza.
Asumir el sino
Cuando el sin talento no acepta su sino.
Que es aplaudir el talento de otros.
Surge la criminal envidia.
Que es aplaudir el talento de otros.
Surge la criminal envidia.
Los juegos sencillos
Crecíamos en los juegos sencillos, con pocos juguetes.
En un mundo cercano de nidos de gorrión y carreras en la
plaza.
Nos entreteníamos con castañas y nueces.
Enterrábamos tesoros en el pinar, cristales rotos de colores
y las primeras palabras de amor.
Buscábamos las sombras para experimentar el miedo y nos
acercábamos cautos al sombrío cementerio.
Infancia de pocos recursos y meriendas de pan, chocolate y
una naranja.
Se aprendía escuchando, en la mesa camilla y entre rosarios.
Éramos niños de mucha imaginación, en un mundo de pueblo.
Soldados de calamina
Soldaditos de calamina, delicados y frágiles en el campo de batalla, es por eso
que os mandan a las cocinas.
Soldaditos con alma de violeta, que quiere y sueña ser
cardo, embastecer en el frente y enfrentar su guerra.
Soldaditos delicados de coqueto ademan, de fino gesto,
soldados de voz aflautada que no hace grave ni la forzada y viril bebida.
Soldaditos que no quieren vivir por miedo, su real y sentida
vida.
Damiselas de las armas, las garitas y las cantinas, que robáis a escondidas besos viriles de
compañeros de fusil.sábado, 21 de diciembre de 2013
Pavos reales
Como identificar pavos reales.
Pagados de sí mismos.
Embaucadores de princesas.
Monedas falsas.
Trinos de magnetófono.
Humildes vestidos de ruido de príncipe.
Profesionales de la mentira.
De la caída melosa de parpados.
Pestañeos de falsía.
Zancadillas de interesado.
Telarañas de caricias.
Trampas de halagos.
¿Cómo identificarlos?
No cayendo en las redes de su amor. Nada ya tengo
Qué más quieres de mí.
Dijo ella con furia.
No tengo ya nada que darte.
Me confundí creyéndote y hoy pago cara la confusión.
Al principio a nadie quise creer en sus advertencias y desoí el sensato consejo de los que mi bien querían.
Dijo ella con furia.
No tengo ya nada que darte.
Me confundí creyéndote y hoy pago cara la confusión.
Al principio a nadie quise creer en sus advertencias y desoí el sensato consejo de los que mi bien querían.
Qué más quieres de mí.
Repitió de nuevo, sintiendo que todo entorno a ella estaba vacío.
Nada de lo que perseguías ya tengo, tú lo has dilapidado, como yo contigo he dilapidado mi amor.
Repitió de nuevo, sintiendo que todo entorno a ella estaba vacío.
Nada de lo que perseguías ya tengo, tú lo has dilapidado, como yo contigo he dilapidado mi amor.
El bordado ajuar de mi boda, las bellas habitaciones de la
casa, la almazara y el pinar.
Ya nada tengo que a ti te valga, ya nada valgo por lo que tengo.
Para ti ya no soy nada.
Y en la caída he destrozado mi honra y ya no tengo por hipocresía ni el consuelo de mi casta.
Ya nada tengo que a ti te valga, ya nada valgo por lo que tengo.
Para ti ya no soy nada.
Y en la caída he destrozado mi honra y ya no tengo por hipocresía ni el consuelo de mi casta.
Qué más quieres de mí, si no quieres ni el fruto de mis
entrañas.
Y es lo único que yo quiero y de dejar este mundo me salva.
Y es lo único que yo quiero y de dejar este mundo me salva.
Los débiles
Los débiles pagan muy caros los tropiezos, sus mecanismos de defensa son menores y su permeabilidad al insulto y la despiadada critica es muy grande.
Reconocerse débil es un paso, pero es complicado buscar amparo. El amparo del fuerte, de un líder de grupo, y así diluidos, como en un banco de caballas no ser la presa, porque la presa estaba justo a nuestro lado. Amparados en los bocados al grupo, en las agresiones al grupo, que en grupo se pueden responder.
Un débil no debe estar solo, pero solo es como únicamente, el débil crece.
El riesgo de crecer es morir joven, como los guerreros que enfrentan cuerpo a cuerpo a su enemigo, como los mártires que desnudos o solo vestidos por su fe enfrentan fieras.
Los débiles se hacen fuertes sorteando a la muerte y si Dios y las contiendas quieren morirán en la cama de algún achaque de la vejez.
Reconocerse débil es un paso, pero es complicado buscar amparo. El amparo del fuerte, de un líder de grupo, y así diluidos, como en un banco de caballas no ser la presa, porque la presa estaba justo a nuestro lado. Amparados en los bocados al grupo, en las agresiones al grupo, que en grupo se pueden responder.
Un débil no debe estar solo, pero solo es como únicamente, el débil crece.
El riesgo de crecer es morir joven, como los guerreros que enfrentan cuerpo a cuerpo a su enemigo, como los mártires que desnudos o solo vestidos por su fe enfrentan fieras.
Los débiles se hacen fuertes sorteando a la muerte y si Dios y las contiendas quieren morirán en la cama de algún achaque de la vejez.
En orden
Nada era casual, todo estaba muy estudiado y en orden. Sobre
la camilla donde solía pensar, había un diario abierto en la página del tres de
agosto, el diario era del ochenta y tres.
En tinta de bolígrafo azul se leí:
“No ha sido un día importante hasta las siete, a esa hora he conocido a la
que me he propuesto que sea mi amor.”
Si hojeabas más el diario te dabas cuenta que a partir de
ese día no había vuelto a escribir.
Si fueron años sin vocación o con una vocación distinta.
No había nada cerrado, todo estaba abierto, desde la sala se
veían los pies de la cama y a sus pies su perro, el perro que ella le regalo.
No había vuelto a escribir pero diseño su partida como una
de sus obras de teatro, esas que escribía antes de conocerla a ella.
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