domingo, 29 de diciembre de 2013

Palabras que ruedan

Aun tildado de soberbia.
Sé que todo lo que escribo no es bueno.
Y que todo lo bueno yo no lo he escrito.
Palabras escritas que ruedan. 
De boca en boca.
De mano en mano.

La coraza de la cautela

Son aceradas las espinas del zarzal del desamor.
Pinchazos que se infectan y tardan en curarse.
Y una vez curados uno se habitúa a la coraza de la cautela.

Hienas

Hienas que vivís amparadas por la ceguera de la casa consistorial.
Cazáis en grupo y vuestros alaridos de grupo se escuchan lejos.
En esta fin de fiesta, de la fiesta de vuestro año de crímenes.
Pido al cielo lluvia de fuego en vuestros cubiles.
Y que os roan las entrañas vuestros propios deseos de ponzoña.

Fe ciega

Porque no podré sucumbir a la fe del simple.
A la tranquilidad que da centrarse en un solo camino.
Dominar treintaicinco palabras y pensar lo justo y en lo justo.
E ignorar que existe un mundo farragoso de proyectos e ideas peregrinas.
Y no sentir que he venido a hacer algo a esta tierra mal repartida y peor dominada.
Y diluirme en la masa sin forma, maleable, incauta y veleta.
Porque no podre sucumbir a la fe ciega del simple.

Minutos de transito

El vaho empaña el cristal.
Y la luz se vela y hace polvorienta.
Con el dedo indice escribo enigmas. 
Las suaves gotitas del néctar de la mañana,
enredan en la trasparente pizarra de los sueños.
Humea el café en el mármol. 
Desgastado de amasar en él, proyectos.
Minutos de transito para dejar de soñar despierto.

Mañana clara

El amanecer dorado en los espejos.
La luz que mancha en su rebote de claridad la pared.
El incendio en los pinares con los rayos que los inundan.
Se orean al sol en las cuerdas de la ropa los madrugadores gorriones.
Bostezos de gato y ladridos de perros para despertar a las escarchadas flores.

sábado, 28 de diciembre de 2013

Miedo azul

Es tu mirada glacial un iceberg, profunda, heladora y con una gran trastienda.
Es tan poco lo que desvela la superficie y tanto lo que se trama en la penumbra de tu bello y mortal azul.

El uno

Como no asfixiarse rodeado de idiotas.
Como no sentir la frialdad de un océano, siendo dulce entre tanta sal.
No se ahoga el común, se ahoga el singular. 
El todo asfixia al uno.
El uno sucumbe al todo.

Multiplicador

No es el deseo un multiplicador.
Es el objetivo el que multiplica el fruto.
Optimizar las inversiones es invertir en amor.
Alianzas eternas.
Rendimientos perennes.

Proteccionismo

Agota el proteccionismo de quien asimismo ya no sabe protegerse. 
A día de hoy sigo siendo susceptible a las criticas de mis progenitores.

Terreno vedado

Me muero por los ojos que han decidido ya, que no me quieren ver.
El terreno vedado es el más peligroso y sugerente.

Reino de peligrosos mansos

El calor y el frío.
Cuando sientes en demasía el uno buscas el otro.
Caras de una misma moneda que no se pueden ver a la vez.
Sentir el uno implica dejar de sentir el otro.
Aunque hay quien decide moverse en el limbo del canto, no sintiendo ninguno.
Gente que pasa de puntillas por la vida sin mediar, ni interceder en nada.
Abominables tibios.
Reino de peligrosos mansos.

Días de gominolas

Endulzando días agrios.
Pisando descalzo los charcos de lagrimas.
Esperando el sol que evapore tragedias y traiga el olvido.
Días de gominolas, pastillas y palabras. 
Días de gritar en silencio, desde el teclado al mundo, que me asfixia el invierno.

Calles del amanecer

Calles del amanecer. 
De la resaca de excesos.
De la noche larga.
Del miedo al sueño y a sus fantasmas.
Vigilia de media luz en los paraísos del ruido.
El ruido que impide pensar.
Dormideros de opio.
Reductos de obscuro placer.
Calles de charcos y reflejos que bailan.
Camino de la realidad y de casa.


Sabores sin probar

Hoy se decide tu eternidad.
El cielo de los tristes.
Besos envueltos en plastico.
Sabores sin probar.
Días sin música.
El mundo eterno es una eternización del hoy.