jueves, 2 de enero de 2014

El pueblo que traga esta perdido

No se disuelven tan fácilmente los engranajes de la extorsión.
No se desmantela tan fácilmente un negocio tan lucrativo.
No abandona tan fácilmente la situación de dominio el tirano.
Gratis salen las ganancias del terror.
Vía libre a nuevas iniciativas, con la misma estrategia.
Perdido esta el pueblo que por miedo consiente y traga con tanta barbarie.

Regalos para no morir.

Caridad forzada.
Caridad por miedo.
Dádivas del temor.
Regalos para no morir.

Nadie mantiene una garrapata en la oreja

Es de noche en las cuentas, se prevén lluvias y en este año no va a salir el sol.
Es tan poco domestica la economía de los que gestionan en aras de sus bolsillos.
Le resulta tan fácil al autónomo tirar por la borda lo superfluo y quedarse solo con lo esencial.
Nadie mantiene en su oreja una garrapata, porque el estado les profesa tanto amor.
Cuentas de fiesta en tiempo de guerra.
El pueblo es carne de cañón del hambre, y el electo traidor y su clientela viven holgados preparando su jubilación.
Pirámide de oro con cimientos de miseria.


El sablazo

Por amor uno asume la desnudez como modo de pasear con el amado.
Pero caminar desnudo y sin coraza implica estar dispuesto a sufrir un sablazo en el corazón.
Por amor se rinde la plaza, se entregan las armas y se jura vasallaje, en la ceguera, al ladrón. 

Ir con armiños

Los cambios de estado duran poco.
La pompa arruina ideales por copiar al rey las formas.
Ascienden hambrientos y ruedan de la cúspide orondos y saciados.
Reyes que se hacen pobres.
Republicanos que enseguida se hacen a ir con armiños enfundados.

Ni yesca

En la sinfonía del chapoteo. 
Del ruido del agua en los charcos.
Pesa el plomo del cielo.
Pero no termina de vaciarse de agua.
Se empapa todo de verdín.
Y no hay ni yesca para encender el fuego.


Alfileres alquiladas

Se sostiene con alfileres nuestro estado del bienestar.
Ni las alfileres son nuestras, las hemos alquilado.
Hasta cuando podremos seguir pagando este estado que se deshilvana.
¿Cuando se derrumbará este castillo de naipes?


Gris

Donde ir que no haya humedad.
Donde ampararse que no llueva.
Con que colores pintar si solo tengo gris.
Gris invierno de humedad y lluvia.
Todos los días doblan, a ver cuando doblan por ti.

El firmamento del régimen

Tierras de validos.
De merodeadores de favores.
Halagos para comprar plazas.
Plazas rendidas con halagos.
Lo más básico compra a las altas instancias.
Escritores de régimen.
Pintores de régimen.
Actores de régimen.
Gobierna el firmamento el régimen.
Y uno no es una estrella mediática si el régimen así lo decide.

Tanto roce lacera

Las dificultades curten y te preparan para venideras contiendas.
Pero también tantos roces laceran y hay heridas que se infectan y matan.
Líbrame Dios mío de tanta calamidad, que me da fiebre tanto traspié.

Mercenarios del régimen

Cortejan la corruptela fieles lanceros, mercenarios de régimen.
En todo mete la mano el poder y con nada se sacia.
Tentáculos que manosean leyes para salvar del merecido castigo correligionarios.
Como vencer al vencedor si traza impune las reglas de la batalla.
Balanza que pesa delitos según a que bando estas adscrito.

Se subdivide el salario

Subdivide el salario de subsistencia el gobernante.
Priorizando en fanfarrias que gustan a su corte.
Ejercito de representantes, rémoras, parásitos de los representados.
Tanto lobo para tan poca carne.
Subsiste el famélico rebaño en las tierras de los hipotecados pastos.

Me solivianta la lluvia

Lluvia que solivianta espíritus delicados.
Es tu tesón en estos días inundar el mundo.
Llora el cielo lo que el hacedor de desgracias e indolente hombre no quiere llorar.
Sinfonía de grises para velar malas acciones.
Torrencialidad para lavar la sangre de las especies que cada día a la extinción empujamos.
Soliviantado, cada día siento ser menos humano.

miércoles, 1 de enero de 2014

Espinas en mis ojos

Piso charcos de amapolas.
Mientras extraigo espinas de mis manos.
Es el daño colateral de tener un corazón abierto.
Siento tanto lo que siento, que sentir me duele.
Adivino el daño en los ojos esquivos.
Adivino en daño en el estrechar las manos.
Espinas en mis ojos, que tras enjugar mis lagrimas pasan a mis manos.

Nos pagan con equivocaciones

Hacen las impurezas inaccesible el alma.
Nos corrompemos en los emplazamientos malditos.
Nos corrompemos con las amistades malditas.
Todo ello nos genera costra y dolencia.
Y entramos en el circulo de los desordenados balbuceos.
En el circulo de la apariencia conveniente.
En el malestar donde se cuecen los rechazos.
Por las impurezas nos separamos.
Por las impurezas nos separan.
Rótulos de neón que en realidad ni dicen lo que ofertamos, ni dicen lo que pedimos.
Vendemos equívocos.
Nos pagan con errores.
Transacciones calamitosas.