lunes, 3 de febrero de 2014

La metralla de los segundos

Tu puedes parar, pero nada para.
Ni un respiro se da el mundo en su ajetreo.
Las días cargados de horas.
Las horas cargadas de nuevas heridas.
Metralla de segundos que en el paredón donde me abandono me fusilan.

domingo, 2 de febrero de 2014

La fortificación del alma

Estrechos y tortuosos corredores, adarves tras la pétrea protección.
Que tropas moveré, que armas desplazaré, que estrategia tendré.
En la inquietud y en la mano temblorosa encontraré la fuerza que no me da el número.
Es el temor la fuente de la bizarría.
La fortificación de un alma fuerte resiste todas las envestidas.

Eructan sapos

En las alcobas donde eructan los sapos.
En el bajel de las miserias.
En el viaje al matadero.
En el rendido que nos rindió.
En los hilos de gloria efímera.
En el ruido de la gamella.
En los gorgojeos de los verdugos.
En los cimientos de sangre que hay en mi casa.
En la calma que precede a la tormenta.
En la tormenta que incubo yo.
Sapos sin gloria.
Eructos lenguaje de miserables.
Gamella llena de sangre tras la tormenta.
Corta el verdugo el hilo de vida.
Se acaba mi casa en la rendición.

Fue mi mente quien te creo

Se borra tu sabor de mi mente.
Se borra en tu ausencia.
En la larga sequía de besos.
En el desierto donde te perdí.
Se borra el espejismo en el que te ame.
Se evaporan los valores que te traspuse.
Meteoriza la arena del tiempo con sus tormentas, el sentimiento tan fuerte que un día sentí.
Besos al santo que nunca fuiste.
Besos al superhombre que yo te creí.
Besos al que no existe y nunca existio.
Porque el amor engaña al doliente amado.
Porque fue mi mente quien te creo.

Me he perdido en tu camino

Como puedo caminar si solo te veo a ti.
He perdido mi camino en la enajenación que es pensarte.
En el aprisco que me encierra tu amor. 
Necesito tu guía, tu amparo, tu hombro.
Tener enfrente tus ojos para a través de ellos ver.
Me he perdido en tu camino y solo quiero seguirte.

sábado, 1 de febrero de 2014

De robos

Todo el mundo roba, unos lo admiten y otros no.
Es la insatisfacción y el pavoneo síntoma de los dos.

La mala conciencia

La mala conciencia no es un peso ligero.
Pesa más que el tocino que tenéis pegado al cuerpo.
La mala conciencia impide dormir.
Ahogadas por la mala conciencia y el peso de la grasa de vuestras vulgares ubres.
Amamantadoras de odios y rencores.
Zafias nodrizas de delitos y delincuentes.
La mala conciencia será el cáncer que yo regaré para que os lleve a la tumba.

Muñones, trozos de mala gente

Hay gente que es un muñón.
Te preguntas al verlas donde perdieron a la persona.
Donde perdieron lo que les hacia humanos.
Muñones sin empatía.
Muñones crueles.
Muñones que perdieron lo bueno.
Muñones que solo son trozos de mala gente.

Bombas con tornillería

Bombas con tornillería, para matar, para mutilar, para malherir.
Manos rechonchas con anillos de verdín que amasan delitos.
Peste de maldad sale de la casa de la urdimbre de calumnias.
Tarascones que ni se inmutan cuando truncan el vuelo de un Ángel. 

De ley y trampa

Tendré los parabienes de vencedor o mi galardón será seguir luchando.
Agrios bufones que enternecéis al vulgo con operetas en los balcones.
Son desventajosas mis circunstancias, es mi camino ciego.
Mentís hasta a Dios en vuestras confesiones, cono no vais a urdir ante la débil justicia.
Manos toscas que no saben acariciar y juegan en la molicie de la ignorancia a dar zarpazos a los ángeles.
Tendré yo mis merecidos parabienes.
Tendré yo la dicha de sentir el confort de la bien impartida justicia.
Contemplo el tablero de la batalla y veo que es en el margen donde se desarrolla el juego.
Al margen de las reglas la ley y la prueba.
Con el margen o ventaja que da el juego sucio, la treta y la trampa.
Tendré yo la dicha de desenmascararlas.
No se lo que tendré pero yo ofreceré una lucha sin tregua y promoveré la reforma de la guerra al margen, del engaño que margina a quien ni ha hecho la ley, ni ha hecho la trampa.

Vive y deja vivir

Trivializamos la vida cuando somos conscientes que solo y hay una por cada ser vivo.
Única e irrepetible, no hay dos vidas iguales, solo que muchas vidas se parecen.
Se parecen desde nuestra perspectiva ramplona y simplista.
Se parecen en nuestro reduccionismo de ser autotildado como rey de la creación.
Vidas que segamos con violencia o con la indiferencia del que se ha acostumbrado a ver segar vidas.
Solo se vive una vez cada vida, solo esa vida florece una vez.
No nos entra en la cabeza que no somos creadores de nada, solo intentamos abarcar y entender lo infinito que Dios ha creado.
Animales, humanos y plantas somos iguales en cuotas de disfrute del planeta.
No debe nuestra supremacía empujar a nadie a los rincones del orbe o a la extinción. 
No somos nada, solo un engranaje en la complicada maquinaria del mundo.
Somos solo engranajes vivos que debemos vivir y dejar vivir.

viernes, 31 de enero de 2014

Valor de mercado

El valor de mercado.
El que te imponen los mercaderes.
El valor de transacción.
Terreno abarrancado y sin bancales.
Por el que es muy fácil rodar por el precipicio de la depreciación.
Valores extrínsecos.
Dictadura de modas y tendencias.
Poseer, asir, coger.
Los mercaderes marcan el deseo.
Marcan el como.
Marcan el cuando.
Marcan y desmarcan la hora de tu éxito.
Cambiar para valer.
Valer para cambiar.

La pacotilla amiga

Las falsas gemas engañan, nos engañan.
En la ignorancia las lucimos con orgullo engarzadas en lugar preeminente.
En las primeras filas, en el centro de la corona, en el cetro, en el orbe.
Alhajas de engaño, pacotilla que sin saber dignificamos en nuestras manos.
Somos el sitio, donde ellas que no nacieron para ese sitio, encuentran su éxito.
Joyas amigas y oportunistas que para sus metas te engañan.

La manoseada decencia

Manosean los indecentes la palabra decencia.
Con sus manos llenas de grasa.
Con sus bocas llenas de embustes.
Con su corazón lleno de egoísmo.
Y pierde la decencia su brillo de referencia.
Su luz de faro.
Su norte magnético.

Caridad para hacer crecer

Las caridad sin progreso tiene un limite.
El que sin esfuerzo se habitúa a ser receptor de caridad es un parásito.
Nacer en desventaja no es tener asignada una partida compensatoria a cambio de nada, para toda la vida.
Se debe limitar la caridad, se debe supeditar a exigir un esfuerzo.
Caridad para hacer crecer, caridad para ayudar,  y nunca en el tropiezo o carencia perpetuar.
Iguales en generosidad e iguales para devolverla.