Talentos de machos experimentados.
Versados en cuitas de amor.
Varones de ojos violetas.
Galantes en el nido del placer.
Ruiseñor del mesías con ínfulas de pavo real.
Todo es poco en aras de la euforia que es conquistar.
domingo, 30 de marzo de 2014
Soy lo que me pida mi amor
Es mi carácter un torbellino de caprichos.
Un ventarrón tachado de insensato.
Una diana fácil en campo abierto.
Nunca me he escondido.
Nunca he encerrado bajo llave mi luz.
Soy relámpago perenne.
Soy volcán amenazante de lavas de palabras cordadas.
Maroma de nudos fraileros para poder seguir el rosario de mi pesar.
Soy letanía de verdades que grito desde los canchos graníticos.
Soy mar sin costas donde dejo naufragar al traidor.
Soy lo que me pida mi amado.
Soy lo que complazca a mi amor.
Un ventarrón tachado de insensato.
Una diana fácil en campo abierto.
Nunca me he escondido.
Nunca he encerrado bajo llave mi luz.
Soy relámpago perenne.
Soy volcán amenazante de lavas de palabras cordadas.
Maroma de nudos fraileros para poder seguir el rosario de mi pesar.
Soy letanía de verdades que grito desde los canchos graníticos.
Soy mar sin costas donde dejo naufragar al traidor.
Soy lo que me pida mi amado.
Soy lo que complazca a mi amor.
Berilos de Persia
Es el verde el color de tus ojos.
Es tu verde el color de mi primavera.
Con lluvia fina lloro las horas que te ausentas.
Veo esos segundos como desiertos enormes sin caricias.
No me canso de sentir tu mano en mi rostro.
No se cansa mi mano de recorrer tu rostro.
Terreno conocido e ignoto.
Y en tus verdes estanques, berilos de Persia.
No se cansa de nadar mi mirada.
Traspasan mi corazón tus besos.
Y se cimbre la palmera de mi cuerpo con la brisa de tus palabras.
No me canso de oírte decir que me quieres.
Es tu verde el color de mi primavera.
Con lluvia fina lloro las horas que te ausentas.
Veo esos segundos como desiertos enormes sin caricias.
No me canso de sentir tu mano en mi rostro.
No se cansa mi mano de recorrer tu rostro.
Terreno conocido e ignoto.
Y en tus verdes estanques, berilos de Persia.
No se cansa de nadar mi mirada.
Traspasan mi corazón tus besos.
Y se cimbre la palmera de mi cuerpo con la brisa de tus palabras.
No me canso de oírte decir que me quieres.
sábado, 29 de marzo de 2014
Se agradece de verdad
Sé que más de uno de vosotros os sumareis al clamor.
Todo se clarifica en la derrota.
Nada ya te ancla.
Porque nada ya tienes.
Y con nada ya puedes comprar.
Solo te siguen los desinteresados.
Los que muchas veces te seguían de lejos.
Los que nunca imaginaste.
Los que nada persiguen, porque solo te persiguen a ti.
Te quieren a ti sin interés.
Te quieren contra corriente.
Te quieren en el chaparrón de las criticas.
En el incendio de la calle al que ellos no se suman.
Te quieren a ti y solo a ti.
Y en la tristeza de la derrota eso se agradece de verdad.
Todo se clarifica en la derrota.
Nada ya te ancla.
Porque nada ya tienes.
Y con nada ya puedes comprar.
Solo te siguen los desinteresados.
Los que muchas veces te seguían de lejos.
Los que nunca imaginaste.
Los que nada persiguen, porque solo te persiguen a ti.
Te quieren a ti sin interés.
Te quieren contra corriente.
Te quieren en el chaparrón de las criticas.
En el incendio de la calle al que ellos no se suman.
Te quieren a ti y solo a ti.
Y en la tristeza de la derrota eso se agradece de verdad.
En los reinos de ultramar
A veces los ojos miran demasiado lejos.
Y no ven lo que tienen al lado.
Viviendo en los reinos de ultramar.
Sin recibir ninguna correspondencia.
Sin palomas que me traigan besos.
Sin recibir contestación de mis palomas.
Me encierro entre cristales para que no me hostigue el viento.
El viento de la soledad de los mares.
De la soledad de unos ojos empeñados en mirar demasiado lejos.
Demasiado lejos esta lo que ya no volverá.
Y demasiado cerca quien como yo espera.
Que yo le quiera mirar.
Y no ven lo que tienen al lado.
Viviendo en los reinos de ultramar.
Sin recibir ninguna correspondencia.
Sin palomas que me traigan besos.
Sin recibir contestación de mis palomas.
Me encierro entre cristales para que no me hostigue el viento.
El viento de la soledad de los mares.
De la soledad de unos ojos empeñados en mirar demasiado lejos.
Demasiado lejos esta lo que ya no volverá.
Y demasiado cerca quien como yo espera.
Que yo le quiera mirar.
Patria de líos
Patria de líos.
Patria nada paternal.
Patria de bandos de rapiña.
De bandos que denostan la belleza del solar patrio.
Y abrazan ardientes la morralla extranjera.
Cainitas que a su sangre sin razón asaetean.
Patria nada paternal.
Patria de bandos de rapiña.
De bandos que denostan la belleza del solar patrio.
Y abrazan ardientes la morralla extranjera.
Cainitas que a su sangre sin razón asaetean.
Escribir para vivir
Escribir condena.
Escribir redime.
Camino en el filo de las cortantes palabras.
Escribir atrae iguales.
Escribir atrae rivales.
Los renglones despejan nubes.
Los renglones conjuran sombras.
Escribir acompaña al solo.
Escribir crea soledad al acompañado.
Bandos de ermitaño.
Bandos de bullicio.
Espadas que restañan.
Dagas que agravian.
Voces de tinta.
Voces de silencio.
Escribir para vivir después de morir.
Escribir redime.
Camino en el filo de las cortantes palabras.
Escribir atrae iguales.
Escribir atrae rivales.
Los renglones despejan nubes.
Los renglones conjuran sombras.
Escribir acompaña al solo.
Escribir crea soledad al acompañado.
Bandos de ermitaño.
Bandos de bullicio.
Espadas que restañan.
Dagas que agravian.
Voces de tinta.
Voces de silencio.
Escribir para vivir después de morir.
Tras los cristales veo llover
Llueve otra vez y mis perros ven el día tras los cristales.
Pero el calor de mi casa donde no llueve no estropea la vida que sigue.
Hace un mal día para los tristes perros que no tienen hogar.
Para los tristes hombres que no tienen calor.
Para los que se sienten solos con lluvia o con sol.
Día de primavera y de charcos someros.
Yo tras los cristales esperare paciente el sol.
Pero el calor de mi casa donde no llueve no estropea la vida que sigue.
Hace un mal día para los tristes perros que no tienen hogar.
Para los tristes hombres que no tienen calor.
Para los que se sienten solos con lluvia o con sol.
Día de primavera y de charcos someros.
Yo tras los cristales esperare paciente el sol.
viernes, 28 de marzo de 2014
Anudar con fiereza
Danzarinas que secan los charcos.
Bailes para ahuyentar malos consejos.
Sedas que cortan el aire despejando grises nubes.
Bellos puertos para descansar del oleaje.
Bailarinas que median en los asuntos de estado.
Vínculos para unir un forzado imperio.
Hilos insignificantes que anudan con fiereza la pasión.
Entramado de deseos que en la recamara escriben la historia.
Fue una hetaira la que puso fin a la guerra.
Bailes para ahuyentar malos consejos.
Sedas que cortan el aire despejando grises nubes.
Bellos puertos para descansar del oleaje.
Bailarinas que median en los asuntos de estado.
Vínculos para unir un forzado imperio.
Hilos insignificantes que anudan con fiereza la pasión.
Entramado de deseos que en la recamara escriben la historia.
Fue una hetaira la que puso fin a la guerra.
Humos de primavera
La guerra de los días.
El pulso de las horas.
En el diminuto reino.
Llueve tras la frontera de los cristales.
Nuevo encierro sin sol.
Sin la luz que aviva el color.
Sin el calor que aviva la vida.
Humos de chimeneas de invernal primavera.
El pulso de las horas.
En el diminuto reino.
Llueve tras la frontera de los cristales.
Nuevo encierro sin sol.
Sin la luz que aviva el color.
Sin el calor que aviva la vida.
Humos de chimeneas de invernal primavera.
jueves, 27 de marzo de 2014
Mentideros de media verdad
Festejos de mentideros.
Festejos de pétalos de negación.
De tesoro robado.
De trofeo exhibido.
Los bellos mechones taparan el bello rostro.
Se pueden pisar los pétalos.
Pero no se puede conseguir el camino.
Ir una vez no significa poder volver.
Saborear una vez el divino manjar.
No implica alcanzar el manjar otra vez.
Medias verdades de media fiesta.
Media fiesta de media verdad.
Festejos de pétalos de negación.
De tesoro robado.
De trofeo exhibido.
Los bellos mechones taparan el bello rostro.
Se pueden pisar los pétalos.
Pero no se puede conseguir el camino.
Ir una vez no significa poder volver.
Saborear una vez el divino manjar.
No implica alcanzar el manjar otra vez.
Medias verdades de media fiesta.
Media fiesta de media verdad.
Para sus pies descalzos
Para que las pise el amor.
Para que las pise el amante.
Para que las pise el valiente.
Que conquiste mi corazón.
Camino dulce.
Para mis pies descalzos.
Para sus pies descalzos.
Para ir y venir.
Segando maleza.
Segando el celo.
Segando el temor.
Camino de rendido tálamo.
Camino de deseo en flor.
Flor de camelia de primavera.
Que deshojará mi amante.
Camelia que con sus dulces pétalos.
Dirá que sí a mi amor.
Tiempo de camelias
Tiempo de camelias.
De blancas camelias.
De rosas camelias.
De rojas camelias.
De damas bobas de las camelias.
De damas tristes de las camelias.
Tiempo de deshojar camelias.
De blancas camelias.
De rosas camelias.
De rojas camelias.
De damas bobas de las camelias.
De damas tristes de las camelias.
Tiempo de deshojar camelias.
miércoles, 26 de marzo de 2014
La última puerta
Me reta el crepúsculo a no desfallecer.
Me anima la negación.
Se cierra el ciclo en la nave única.
Me sostiene hoy el alimento de la mano que me quiere y no me entiende.
Relato solo mis quejas para no enloquecer.
Amplia y despejada sin perder detalle en el vigilar constante.
Sordo estoy al desanimo, sordo a la derrota.
El que no llama a la última puerta, no sabrá nunca porque no se abrió.
Me anima la negación.
Se cierra el ciclo en la nave única.
Me sostiene hoy el alimento de la mano que me quiere y no me entiende.
Relato solo mis quejas para no enloquecer.
Amplia y despejada sin perder detalle en el vigilar constante.
Sordo estoy al desanimo, sordo a la derrota.
El que no llama a la última puerta, no sabrá nunca porque no se abrió.
Todo murmura
Cuidar un bello jardín.
Es atraer a las más fieras alimañas.
Bellas fortunas que tras las tapias altas.
Protegen abonados parterres.
Murmura el arroyo.
Murmura el pueblo.
Todo murmura.
Filas de cuervos encaramados en la tapia.
Esperando el grano, los pétalos granas.
Belleza que rapiñaran para el festín de sus nidos.
Jardines donde sin nacer, han nacido cardos.
Rumores de sombras, donde siempre da el sol.
Es atraer a las más fieras alimañas.
Bellas fortunas que tras las tapias altas.
Protegen abonados parterres.
Murmura el arroyo.
Murmura el pueblo.
Todo murmura.
Filas de cuervos encaramados en la tapia.
Esperando el grano, los pétalos granas.
Belleza que rapiñaran para el festín de sus nidos.
Jardines donde sin nacer, han nacido cardos.
Rumores de sombras, donde siempre da el sol.
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