Es marea alta en el oleaje de la luz.
Noche de luna y sol.
Emanan de las cinco llagas llamas a borbotones.
Ciega el infinito de las nuevas puertas.
Abiertas hoy tras el desierto.
Fue una tortura la victoria.
El camino que llega al rey de los astros.
Hilos dorados de concordia que nos atan a las estrellas.
Estrellas de los pretéritos, de los precursores que no menguan.
Ciriales que en el irradiar por amor no se consumen.
Lumbreras costeras que nos impiden encallar.
Océano de acogedora gloria.
Seno en el que todos caben.
sábado, 19 de abril de 2014
Las espinas de la gloria
La sombra de la gloria.
Las espinas hasta alcanzarla.
Corona de espinas.
Vallas coronadas de espinos.
Son los caminos del nuevo mundo caminos de escarnios.
El mesías era pescador.
Y del mar nos vienen hermanos para saciar su pobreza en nuestra demasía.
Mártires de las pateras.
Santos de ébano.
Vallamos el primer mundo.
Vallamos nuestro pan.
Para que el hambriento muera en nuestras puertas.
En el camino a nuestra egoísta gloria.
Las espinas hasta alcanzarla.
Corona de espinas.
Vallas coronadas de espinos.
Son los caminos del nuevo mundo caminos de escarnios.
El mesías era pescador.
Y del mar nos vienen hermanos para saciar su pobreza en nuestra demasía.
Mártires de las pateras.
Santos de ébano.
Vallamos el primer mundo.
Vallamos nuestro pan.
Para que el hambriento muera en nuestras puertas.
En el camino a nuestra egoísta gloria.
La luz del cirio
Procesiones de falsos.
Filas de bultos.
Corrobla de chismes.
De despellejadores de corderos.
Turba que solo ve el entorno que ilumina la luz de su cirio.
No es para vosotros un acto de fe.
Es un desfile, una fanfarria de majorettes.
Turbas de picones con infulas de brillantes.
Hoy lo procesionais.
Mañana lo escarnecéis.
Filas de bultos.
Corrobla de chismes.
De despellejadores de corderos.
Turba que solo ve el entorno que ilumina la luz de su cirio.
No es para vosotros un acto de fe.
Es un desfile, una fanfarria de majorettes.
Turbas de picones con infulas de brillantes.
Hoy lo procesionais.
Mañana lo escarnecéis.
viernes, 18 de abril de 2014
Como culpar a un todo
Es la turba un regato infecto.
Una marea de tábanos.
Aplauden veletas el viento más recio.
Arderá la mecha del cañón que contra ella misma apunta.
Inconsciente mar que en su misma crispación se ahoga.
Capaz de lamer con el amor de una jaculatoria.
Capaz de morder con la ferocidad de la orden de ataque.
Como culpar a un todo, si en el todo estamos todos.
Crímenes de turba que siempre quedan sin castigo.
Una marea de tábanos.
Aplauden veletas el viento más recio.
Arderá la mecha del cañón que contra ella misma apunta.
Inconsciente mar que en su misma crispación se ahoga.
Capaz de lamer con el amor de una jaculatoria.
Capaz de morder con la ferocidad de la orden de ataque.
Como culpar a un todo, si en el todo estamos todos.
Crímenes de turba que siempre quedan sin castigo.
Oasis de ensimismamiento
Abominable es el poder del dinero.
Abominable su servidumbre.
Abominables son las fortalezas que construye.
Oasis en el desierto de la necesidad.
Solo para algunos, solo para unos pocos.
Solo para los que la falta de escrúpulos y el ensimismamiento les permite estar allí.
Abominable su servidumbre.
Abominables son las fortalezas que construye.
Oasis en el desierto de la necesidad.
Solo para algunos, solo para unos pocos.
Solo para los que la falta de escrúpulos y el ensimismamiento les permite estar allí.
La cara del ángel que me guarda
Tienen mis sabanas heridas.
Tienen las mismas heridas que tengo yo.
Heridas de sudario.
Heridas de mortaja.
Heridas de sueños.
Heridas de silencio,
Heridas en silencio.
Tiene la muerte cara de ángel.
La cara del ángel que conoce mis heridas.
La cara del ángel que me guarda.
Tienen las mismas heridas que tengo yo.
Heridas de sudario.
Heridas de mortaja.
Heridas de sueños.
Heridas de silencio,
Heridas en silencio.
Tiene la muerte cara de ángel.
La cara del ángel que conoce mis heridas.
La cara del ángel que me guarda.
Eco de fragua
No me llegan las cartas al cerro de las nubes.
No llegan por las turbulencias del llano.
Donde todos se apiñan y arremolinan en el vinculo de la necesidad.
Quien poco necesita se adentra en las cumbres.
En la vida ermitaña, en el poco confort.
No es la abundancia sinónimo de riqueza.
No es la riqueza la satisfacción.
No me llegan cartas que no necesito.
Solo llega el eco de fragua.
Solo llega el repiqueteo del hierro.
Solo llega el hambre y la insatisfacción.
Vivir de nubes.
Vivir en los cerros.
Vivir solo.
Porque no hay iguales.
No llegan por las turbulencias del llano.
Donde todos se apiñan y arremolinan en el vinculo de la necesidad.
Quien poco necesita se adentra en las cumbres.
En la vida ermitaña, en el poco confort.
No es la abundancia sinónimo de riqueza.
No es la riqueza la satisfacción.
No me llegan cartas que no necesito.
Solo llega el eco de fragua.
Solo llega el repiqueteo del hierro.
Solo llega el hambre y la insatisfacción.
Vivir de nubes.
Vivir en los cerros.
Vivir solo.
Porque no hay iguales.
Gabriel García Marquez
Y en Macondo llueve a mares en los funerales del hacedor.
Se fue el líder, el vientre paridor de excentricidades, de lutos encadenados, que se encadenan ahora a los lutos que se guardaran por él.
Se evaporo en su selva, en los tejados de zinc que arden al sol.
Se evaporo su esencia derrochada hasta el último instante en los otoños de los patriarcas, en la memoria de las putas tristes, en las ausentes cartas del coronel, en el remolino de la hojarasca.
Llueve a mares y precipita la lluvia oliendo a ti, con un dolor amargo de cólera, con la intranquilidad que genera perder, con el desasosiego de la maldición de los Buendía.
Complejos personajes en complejos ambiente,exquisito ambiente para tan complejo personaje.
No es la gloria un salvoconducto a lo eterno, es solo un visado para tus barrocos hijos, para que viajen cabalgando en tus renglones, saltando y atormentando la mente de tus infinitos congéneres lectores.
Todo va a parar a la mar, a la mar inmensa, también a la mar va a parar la lluvia de Macondo.
Allí podrás entretener hipocampos y bellas anémonas con tus enrevesadas historias de amor, amor divino, amor humano, pasión de seres que no abarcan el mundo y en el no abarcar se dedican a construir puentes entre realidad y ficción, entre la dicha y la decepción.
Se fue olvidando que se iba el que la lluvia en Macondo invento.
La vida es para contarla porque esta anunciada nuestra muerte y al que cuenta no se le puede olvidar.
Se fue el líder, el vientre paridor de excentricidades, de lutos encadenados, que se encadenan ahora a los lutos que se guardaran por él.
Se evaporo en su selva, en los tejados de zinc que arden al sol.
Se evaporo su esencia derrochada hasta el último instante en los otoños de los patriarcas, en la memoria de las putas tristes, en las ausentes cartas del coronel, en el remolino de la hojarasca.
Llueve a mares y precipita la lluvia oliendo a ti, con un dolor amargo de cólera, con la intranquilidad que genera perder, con el desasosiego de la maldición de los Buendía.
Complejos personajes en complejos ambiente,exquisito ambiente para tan complejo personaje.
No es la gloria un salvoconducto a lo eterno, es solo un visado para tus barrocos hijos, para que viajen cabalgando en tus renglones, saltando y atormentando la mente de tus infinitos congéneres lectores.
Todo va a parar a la mar, a la mar inmensa, también a la mar va a parar la lluvia de Macondo.
Allí podrás entretener hipocampos y bellas anémonas con tus enrevesadas historias de amor, amor divino, amor humano, pasión de seres que no abarcan el mundo y en el no abarcar se dedican a construir puentes entre realidad y ficción, entre la dicha y la decepción.
Se fue olvidando que se iba el que la lluvia en Macondo invento.
La vida es para contarla porque esta anunciada nuestra muerte y al que cuenta no se le puede olvidar.
jueves, 17 de abril de 2014
La bulla retumba volátil
Ya no respira.
Ya ha expirado.
Ya se ha rendido.
Ya se diluye el color.
Con el agrio sabor.
Con el cielo roto.
Extraño rey.
Extraños presentes.
Cortejo de dolores.
De escarnios.
De los ramos a la mofa.
A la burla.
Al sacrificio.
A la bulla que retumba volátil.
Humanidad inhumana.
Que martiriza corderos.
Y redime reos.
La luz en la cruz fenece.
La sombra cuece en las calles.
El ayer es hoy.
El hoy es ayer.
Bucle eterno de miserias humanas.
Ya ha expirado.
Ya se ha rendido.
Ya se diluye el color.
Con el agrio sabor.
Con el cielo roto.
Extraño rey.
Extraños presentes.
Cortejo de dolores.
De escarnios.
De los ramos a la mofa.
A la burla.
Al sacrificio.
A la bulla que retumba volátil.
Humanidad inhumana.
Que martiriza corderos.
Y redime reos.
La luz en la cruz fenece.
La sombra cuece en las calles.
El ayer es hoy.
El hoy es ayer.
Bucle eterno de miserias humanas.
Anacaramiento
Que fácilmente recurre al insulto el falto.
El que carece del refinado anacaramiento que dan los orientes.
Laboriosos cultivos para enquistar la tosquedad.
Que amarga lengua tiene el indómito.
Que fuego esputa el anti.
Que construye en la confrontación su rastrero reino.
Nada razona el que con incendios evita el debate.
El que en la gresca encuentra amparo.
El que carece del refinado anacaramiento que dan los orientes.
Laboriosos cultivos para enquistar la tosquedad.
Que amarga lengua tiene el indómito.
Que fuego esputa el anti.
Que construye en la confrontación su rastrero reino.
Nada razona el que con incendios evita el debate.
El que en la gresca encuentra amparo.
Jardín de umbría
Corretea la sombra en el jardín de helechos.
Corretea malévola mecida por el viento.
Acaricia modestas orquídeas.
Besa la esponjosa tierra de los nidos de topo.
Corretea en el jardín de umbría el aire fresco.
Es de terciopelo la piedra de la fuente.
Es mullido el muro de mampuesto.
Quejumbroso canta el arrullo del agua.
En el jardín que guarda un poco de invierno.
No hostigan los fuertes rayos las briznas delicadas.
Es tierna hasta la zarza que del sol está resguardada.
Corretea malévola mecida por el viento.
Acaricia modestas orquídeas.
Besa la esponjosa tierra de los nidos de topo.
Corretea en el jardín de umbría el aire fresco.
Es de terciopelo la piedra de la fuente.
Es mullido el muro de mampuesto.
Quejumbroso canta el arrullo del agua.
En el jardín que guarda un poco de invierno.
No hostigan los fuertes rayos las briznas delicadas.
Es tierna hasta la zarza que del sol está resguardada.
En la boca del lobo
Como ovejas que no saben llegar solas a los verdes prados.
Así se siente el manso ante las corrientes del mundo.
Ante la zozobra y los vientos altanos.
No saben caminar solas.
No saben caminar sin seguir unos pasos.
Es la juventud un periodo de ímpetu, pero con nula inexpugnabilidad.
Es la madurez un periodo de sopesado riesgo.
Es la senectud la calma pero con las murallas vencidas.
Es tan alto el riesgo de vagar sin destino.
Así se siente el manso ante las corrientes del mundo.
Ante la zozobra y los vientos altanos.
No saben caminar solas.
No saben caminar sin seguir unos pasos.
Es la juventud un periodo de ímpetu, pero con nula inexpugnabilidad.
Es la madurez un periodo de sopesado riesgo.
Es la senectud la calma pero con las murallas vencidas.
Es tan alto el riesgo de vagar sin destino.
De andar caminos sin pastos.
De adentrarnos sin saber, en la boca del lobo.
Como ovejas sin pastor, que perdidas no saben regresar al aprisco.
De adentrarnos sin saber, en la boca del lobo.
Como ovejas sin pastor, que perdidas no saben regresar al aprisco.
miércoles, 16 de abril de 2014
Con palabras
Son las palabras la luz que me permite caminar por tu corazón.
Con palabras describo tus besos.
Con palabras te pido que me beses.
Con palabras, con bellas palabras doy gracias al cielo.
Por permitirme que con acariciadoras palabras se rindiera para mi la fortaleza de tu corazón.
Los muros
Los limpios muros.
Los muros llenos.
Los muros donde todo cave.
Los muros donde todo es bien recibido.
Muros que creen en cambiar el mundo.
Muros en los que nada ha cambiado.
Muros que se dedican a todos.
Muros que nada dedican.
Muros que el amor no lo ven como mancha.
Muros que por amor no se quieren ver manchados.
Muros abiertos.
Muros cerrados.
Muros sin limites.
Muros acotados.
¿Como es tu muro?
Los muros llenos.
Los muros donde todo cave.
Los muros donde todo es bien recibido.
Muros que creen en cambiar el mundo.
Muros en los que nada ha cambiado.
Muros que se dedican a todos.
Muros que nada dedican.
Muros que el amor no lo ven como mancha.
Muros que por amor no se quieren ver manchados.
Muros abiertos.
Muros cerrados.
Muros sin limites.
Muros acotados.
¿Como es tu muro?
Etiqueta a tus amigos porque el interesado ya te ha etiquetado
En mi propio interés no es lo mismo que a favor de mis intereses.
El propio interés es excluyente.
Los intereses no, porque son un compendio de inquietudes que no tienen porque llevar implícito un rédito privativo.
Curioso lo poco que se dispersa y entretiene el egoísta.
Curioso lo disperso y generoso que es es desinteresado.
Camina en una sola dirección el avispado, se hace acompañar del conveniente.
Vaga y divaga el desinteresado y se hace acompañar de lo inconveniente.
Por sus obras les conoceréis.
Por sus compañías les calareis.
Por sus diferentes frutos los etiquetareis.
Amigos de lo conveniente.
Amigos sin inconveniencias.
Unos reparten los frutos que llegan a sus manos.
Los otros solo tienen manos para recoger sus frutos.
El propio interés es excluyente.
Los intereses no, porque son un compendio de inquietudes que no tienen porque llevar implícito un rédito privativo.
Curioso lo poco que se dispersa y entretiene el egoísta.
Curioso lo disperso y generoso que es es desinteresado.
Camina en una sola dirección el avispado, se hace acompañar del conveniente.
Vaga y divaga el desinteresado y se hace acompañar de lo inconveniente.
Por sus obras les conoceréis.
Por sus compañías les calareis.
Por sus diferentes frutos los etiquetareis.
Amigos de lo conveniente.
Amigos sin inconveniencias.
Unos reparten los frutos que llegan a sus manos.
Los otros solo tienen manos para recoger sus frutos.
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