miércoles, 28 de mayo de 2014

Jardines interconectados

Nos podemos vendar los ojos para no ver.
Podemos mirar a otra parte, pero nada dejará de existir.
Si no miramos a la mala hierva esta crecerá libre.
Crecerá y crecerá y matará la belleza de nuestro jardín.
Somos jardines contiguos.
Somos jardines comunicados.
Aunque cerremos los ojos todo está interconectado. 

Hombre de manos libres

Nada te puedo ocultar en las manos.
Porque tengo las manos vacías.
Vacías que no torpes.
Nada traigo.
Pero todo lo puedo hacer.
Soy un hombre de manos hábiles y vacías.
El que nada lleva, va libre.
Va libre porque nada le pesa. 
Soy un hombre de manos libre para hacer y deshacer.

Isla

En las islas parece fácil desembarcar.
Pero no es nada fácil tocar costa.
Mueren en las aguas de la calma los intrépidos.
Mueren en las aguas turbulentas los calmados.
Soy isla de perimetral acantilado.
Soy isla de verticales pedreros.
Soy aislada isla que se complace en su aislamiento.

Huelo a monte

En el monte no tengo nombre pero las fieras me conocen por mi olor.
Me conocen y respetan.
Tengo el respeto de la naturaleza salvaje.
El respeto que el civilizado nunca me dio.
Huelo a monte.
Huelo a mi.
Huelo sin mentir.
Mi olor es claro.
Porque con nada camuflo ni mi bien o mal oler.

Como entiendo al que se aísla

Cuanto entiendo al que se aísla del mundo. 
Porque se aísla de la barbaridad.
Solo, pero sin estar mal acompañado.
Lejos de la urbe de anonimato.
De la urbe de ruido e incomprensión.
Mundo que fácilmente coge una piedra para lapidar.
Lagrimas de falso tras la fatal pedrada.
No llores mi partida si no has sabido defender que me quedara.

martes, 27 de mayo de 2014

Agua de sal

Tendencias fatales que desmenuzan la razón.
Historias marcadas por la deriva.
Nunca se pierde la esperanza de flotar.
Nutridos por los tropiezos.
Alimentados por los desaires.
Velas rotas que a cualquier sitio nos llevarán.
Abrasados sobre el agua de sal.

Las alabarderas cornejas

Es la danza de los grajos enharinados.
Torpes patanes que intentan pasar por blancas palomas.
Son inteligentes las sombras.
Tiene el lado siniestro sus destrezas.
Ansia la macula la perdida pureza.
Trapos lavados mil veces que se pasan antes de perder el cerco.
Me cercan las alabarderas cornejas.
Me sofocan con su torpeza las falsas mensajeras de la paz.
La paz de los días cortos.
La paz de tregua de las noches largas.
Estela de polvo, estela de harina. 
Dejan en la danza, los cuervos de las funestas misivas.

El maquillaje de las apariencias

Sé que no estoy solo.
Siento a mi vera a los compañeros de infierno.
Me abrasa la frialdad del hipócrita de relamida imagen.
Me enquista el que en las apariencias brilla.
Me denosta el que pregona bandos que no cumple.
No es la caridad besar al igual.
No es la caridad amar al fácil.
No es la caridad buscar en la caridad placer.
No temo arrimarme al rechazado.
No temo la compañía del estigmatizado.
No temo al que ha caído y la sociedad le impide que se levante.
No hay nada que manche más que la falsa moral.
Que la falsa decencia.
Que el teatral maquillaje de las apariencias.

Síndrome de Abel

Las mayores atrocidades te las dice el hermano.
El mayor daño te lo infringe el amado.
Sin coraza duermes con ellos.
Y en la paz del sueño es cuando te asestan las puñaladas.
Prerrogativas de próximo.
Que a quemarropa te ametralla con una munición que tu le has dado.
El sabe el sitio exacto donde está tu corazón.
El todo lo sabe y en esa corta distancia no falla.
Y acierta con el doble daño.
El daño de la herida y el daño del traidor.
Solo te puede vender el que te siente suyo.
Amores cainitas.
Síndrome de Abel.

lunes, 26 de mayo de 2014

Y la fiera llegó

Confianza erosionada.
Confianza castigada.
Confianza perdida.
Victoria de ausentes.
Retos desanimantes.
Trota el tiempo con su guadaña segando tuertos.
No lo ven venir.
No lo ven llegar.
Solo se sienten caer. 
Se sienten desplomar.
Y se duelen en escusas al perder.
Porque no sintieron a la fiera en la cacharrería entrar.

Prometeo

La ruina atrae las discordias.
Detrás de toda sombra está la luz.
Hay que saber ver y entrever.
Que poco nos preocupa lo que debería preocuparnos.
Que fácilmente desatendemos lo que deberíamos estar atendiendo.
Tras las noches cerradas llegan los días abiertos de sol.
Ni siquiera Prometeo sufrió un castigo eterno. 

La corte de Leviatán

Saciaré mi sed en los fluidos de tus ojos.
Sed de ojo por ojo.
Sed de diente por diente.
En la debacle donde han amputado mis manos, sentiré el pesar.
Sin la derecha.
Sin la izquierda.
Sola se abrirá el averno con la corte de Leviatán que acaba de llegar.
Sed de venganza hay en el pico de la graja.
En las garras de la corneja.
En el ejercito de córvidos
Marea negra de desafección.
Temo a los halcones que en el Irán se han formado.
Uno nunca muerde la mano, del que con tantos manjares agasaja.
Pero si pega un tiro a su cabeza.
Las manos reciben ordenes.
Las ordenes llegan a los voraces picos y a las arribadas manos.

domingo, 25 de mayo de 2014

La lechuza

Es la sabiduría una lechuza.
Es la lechuza una hechicera.
Hechizos de sabiduría.
Nudos de marinero imposibles de desatar.

Es helicoidal el ascenso

No hay nada de orgullo en las cavilaciones de la comadreja.
Palabras con demasiada sal.
Sin compostura y sin cumplir el precepto.
Me asombro en la distancia.
Me asombro con el bufado estilismo.
Bravura de bravucón. 
Colores nada atinados para un entierro.
Solo se muere una vez.
Y esto es morir dos veces en mayo.
Mes de flores y floridas plañideras.
Es helicoidal el ascenso.
Y es bien sabido que todo lo helicoidal marea.

Ciegos sin camino

En la azulada calcedonia veré tus ojos.
Eres mi alfil.
Mi alfil de ojos grises.
Desmesurada es la fuerza del sincero.
Desmesurada es la fuerza de su castigo.
Saben que brillas para ti.
Pero tu brillo les ciega.
Brillas para caminar.
Y ellos son ciegos que no tienen camino.