domingo, 3 de agosto de 2014

Somos muy pocos

Somos pocos, los que tenemos la necesidad vital de ser justos.
Somos pocos, los que no dudamos en caminar para abrazar la desdicha.
Para abrazarla y hacerla menos desdicha, menos pesada para el desdichado.
Somos pocos, los que somos esponjas que enjugamos pesares.
Somos muy pocos, los que nos empapamos de la angustia del doliente.
Del desanimo del caído.
Del desaliento del rendido.
Somos pocos, los que nos empapamos con la lluvia de la tristeza del hermano, sin pedirle nada a cambio, solo esperando con ello el cambio de estado, trasmutar en risa su llanto.

El más bello de los estados

Pasamos más tiempo muertos que vivos.
Es el abandono el estado natural del mundo.
Templos del placer abandonados al más bello de los estados, la ruina.
Sino inmisericorde de redención y condena.
Vivos que están muertos.
Muertos que continúan vivos.
Olvido y recuerdo, caras de la misma falsa moneda.

El hombro que lee en mis ojos

Entre amantes ausentes rezo rosarios.
Letanías de brasas y huidos abrazos.
Imploro un beso a la boca que solo me muerde.
Me pierdo por el que de mis pesares se desentiende.
Hambre de fe en la caricia acertada, certera y sanadora.
En el hombro que lee en mi profunda mirada la carencia.
Solo lloro a solas porque conmigo nadie llora.
Solo lloro a solas y nadie sabe que lloro.



sábado, 2 de agosto de 2014

Son muchas las formas de sufrir

No tiene escrúpulos la mafia.
La elaborada red de favores y deudas.
Es complicado el volumen de los verbos.
Verbos escabrosos de poder.
Orografía de desdichas.
Rica trama donde solo algunos se hacen ricos.
Me evado en la esencia de la psicodelia.
Son muchas las formas de sufrir y he elegido la más sufrida.
Es la única forma de ser inocente en este valle de culpas.

La referenciada perfección

La perfección aleja tanto de la felicidad.
Es la felicidad patrimonio del imperfecto.
Vive feliz el que se complace en la molicie de las taras.
El perfeccionismo es el peor de los tormentos.
Pues es escalar sin descanso una montaña sin cumbre.


Nubarrón de frases hirientes

Donde yo esté está mi pesar.
Nubarrón que me nimba.
Corona de frases hirientes.
Trama de espinas.
Donde yo esté está mi pesar.
Plomo en las alas.
Humedad en mi ropa, perenne, entumecedora. 
Fina lluvia de nostalgias.
Donde yo esté está mi pesar.
Dolor por las idealizadas perdidas.
Almibarados momentos que nunca como tales existieron, ni volverán.
Solo sin nadie y sin nada en que creer.
Alma gris ante un dañino sol de justicia.
Ceremonia de confusión de lagrimas de San Lorenzo.
Donde está el pesar, a su lado vivo yo.

viernes, 1 de agosto de 2014

Árboles de las veredas

Árboles en las veredas que nos habéis visto dar tantos tumbos.
Que nos veis llegar y nos veis partir.
Árboles que caéis hechos ceniza no por el rayo, si no por la usura de nuestras manos.
Que felices seriáis si nosotros no existiéramos.
Que sin sentido es el mundo por culpa de nuestra existencia.


Azúcar insoluble

No es lo mio un negocio floreciente.
No soy flor del vulgo.
Soy insoluble azúcar en el estanque del mediocre.
Hablando para los elevados y esperando que los demás se eleven.
Si le das al necio necedades, jamás abandonará el estado de necio.
Camino solo, abriendo el camino, por el que caminarán los que mañana decidan crecer.

Titanes que asientan sus pies sobre frágil barro

Verano, es una buena fecha para morir.
Para morir en el iniciado agosto de telón gris.
Con toda la caterva agrupada, grey delictual. 
Estéticas temerarias de zafio duelo.
Todos se van, incluidas las sombras que negra sombra siempre dieron.
Agosto de perseidas y rendidos titanes.
Fuerza bruta que por los días contados se rinde igual.
Iguales en descompostura perpetúan linaje.
Se marcho la cabeza quedan cien negras manos.
Sin saber estar y sin star, lloran al burro que acarreaba la vinagre.
A ese que ya se llevo Dios de esta vida miserable.

jueves, 31 de julio de 2014

No me besa la boca jugosa

En la sofocante sombra que amamanta ansias.
Deseos de fiebres nocturnas.
De danzas de ruegos en la noche de lagrimas.
Comporta el hambre tanta desdicha.
Se asientan las ganas maceradas en el placebo de los placeres fáciles.
Pero no calman la calentura de lo difícil.
Saciado de lo no implorado no olvido lo que con locura imploro.
No me oye la mano suave.
No me besa la boca jugosa.
No me atiende el cuerpo goloso.
Yo no existo para la anhelada manzana.
Manzana que el azar caprichoso hace que reine en mi mente.
Hace que esté omnipresente. 
Hace que su desdén hiriente are mis carnes rendidas.
Hace que la sal de su negado amor queme mi cuerpo cuajado de heridas.

miércoles, 30 de julio de 2014

Caer

Todo se precipita.
Pero todo todavia no ha precipitado.
Esperando ver caer.
Esperando su caída.

Salvapatrias de bolsillos no suficientemente llenos

Para no morir ahorcado se acogió a sagrado
Cinismo total.
Planea la sospecha, pero se zafa el sospechoso.
Malandrines de la miseria.
Abanderados del drama.
Creadores de deudas.
Propagadores de la peor de las enfermedades.
Difusores del odio, del odio entre hermanos que se litigan la legitima.

De fieros y fieras

De fieros y fieras.
Es mi fiereza una respuesta al ataque de la fieras.
Autoenjauladas en sus limbos de ordinariez.
Cubiles sórdidos donde de incuban dolores.
Arquitectas de zanjas donde enterrar cadáveres.
Habita en vosotras la tormenta y la miseria.
Habita la certeza de haber nacido morralla.
Habita la segadora envidia.
Habita el amputador star de ratas orondas.
Fieras ruidosas que de la música celeste se espantan.

Salivar para poder tragar

Primero intoxico y después pregunto.
Que democrático es mi sistema. 
Saliva el embaucador atragantado por el gran bocado.
Causas que se hacen grandes.
Obstáculos que se hacen enormes.
Dura travesía del desierto que a tu pueblo fameliza. 
Ya eres perro flaco lleno de pulgas.
Solo hace falta que te quieras dar cuenta.

Agonías televisadas

Vivos que ya están muertos.
Agonías televisadas.
Mascaradas de trileros.
Saqueadores de la huerta del pobre.
Zafios envueltos en banderas que ni si quiera al condado que les voto pertenece.
Estrellas estrelladas.
Estrellados ladrones que aprietan los puños asiendo con fuerza lo robado.
Zorras que a la presa muelen a dentelladas.
Frialdad absoluta produce el que siembra hambre en la provocada quiebra.