miércoles, 10 de septiembre de 2014

Fascinados por el ruin

Fascinados por el ruin.
Ciegos para ver el fervor que a la ruindad profesamos.
Cainitas seres que al hermano que crece, amputamos las piernas para que se arrastre.
Vemos más sombras que luces.
No vemos talento en el ser, que es talento lo único que posee.
Atormenta la envidia tanto, que abrazamos al ladrón.
Y desatendemos a la victima por ser pura y blanca.
Aplaudimos al muy tarado por que a su lado lucimos perfectos.

En la mejor compañia


Siempre en la mejor compañía.
Siempre de la mano del mejor compañero.
Siempre al lado de los ojos que miran por mi.
En compañía de Jesús.
En la mejor compañía.

Los grandes torturadores

A veces las bellas casas esconden siniestros infiernos.
Casas sin macula, que en silencio dan gritos.
Tras el amor están los grandes torturadores.
Sometidos tras los ligeros visillos.
Rendidos en la mesa común que preside el verdugo.
Manos que solo en publico acarician.
Bocas que solo en publico besan.
Casas hornos de dramas.
Hogares de cardenales y piquetitos.
Nunca el amor somete.
Nunca el verdadero amor con cadenas ata.

Los ininteligibles cultismos

Huyendo de las palabras vulgares.
Me pierdo en el laberinto de los ininteligibles cultismos.
Lejos de las manos que manchan está la esencia de mis palabras.
Incluso está muy lejos lo que escribo de la revisión.
Porque al releerme de todo entiendo y lleno de filos está el contenido.
Cortante esencia parapetada tras la punzante cautela.

En lo pequeño

Me refugio en la calle deshabitada.
En el corral, donde no llega el ruido de la calle.
En lo pequeño, que me permite seguir siendo sin diluirme.
Duerme a mis pies el fiel, único compañero que en el infortunio me sigue.  
Lejos de las lanzas y de los arqueros.
Pero cerca de la caricia que es el olor del limonero.

Los días contados

Los días del invasor están contados.
Matarifes temidos, mas nunca amados.
El recuerdo es una hilera de horripilantes sombras.
Siempre se atrapa al merodeador.
Hojas secas que en la espesura crujen como esquirlas de plata.
De nada valen las palabras tiernas de la fiera.
Solo persigue la ternura de la carne.
Solo anhela el amor de la infancia del pueblo dominado.

El baldío de la vejez

La edad no mata, curte.
Lo que mata es el último mal.
En el baldío de la soledad de la vejez.

martes, 9 de septiembre de 2014

De paciencia y esperanza

La esperanza no es amiga de la impaciencia.
La impaciencia sume en desasosiego a la esperanza.
El que tiene esperanza es feliz.
Siempre que no sienta la desgarradora impaciencia.

Hambre de hombre

Amantes unidos por el hambre eterna.
Batallas perdidas con otros amantes.
Nos une el hambre.
Nos atan los hombres.
Saboreo nuevos cuerpos, para olvidar el sabor de los saboreados.
Bucle de insaciable hambre de hombre.

lunes, 8 de septiembre de 2014

Cuerpos que nada valen

La delincuencia es un viaje de caída libre.
Engranajes débiles que corroe el orín de la miseria.
Crimen organizado que reparte veneno bañado en miel.
Cuerpos que nada valen, almas que para el dinero no existen.
Desfavorecidos que como mulas por el monstruo son tratados.
Sabe la miseria a ultraje, sabe a abuso y desprecio.
Nada vale para el dinero negro el alma del vulnerable.

De nada sirve ya esperar


La simpatía es la culminación de tres rasgos: Empatía, fiabilidad e integridad.
Viendo que no los posees entiendes porque te he abandonado.

De nada sirve esperar gracia en una puerta que no encierra ningún talento.
Si ya no eres mi satélite, tendrás que empezar a orbitar alrededor de otro astro.

Guadalupe es un jardín

Vírgenes de los arroyos que estáis presas en los altares.
Vírgenes del agua clara y de las lavanderas.
Vírgenes encerradas con oro, hilos de perlas y encajes de plata.
Guadalupe es un jardín de flores muy escogidas.
Y arriba en el camarín está presa la más bonita.
No se enciende una vela y se encierra en una alacena.
La reina del mundo no lleva corona, es morenita y viaja en patera.

Solo con amor se entiende

Las decisiones por amor de los otros.
Solo las entendemos cuando nos enamoramos.
No es el amor ciego.
El amor busca la verdad interior.
No nos enamoramos del envase más bonito.
Nos enamoramos del envase que contiene lo más bonito.
Traspasar para poder ver.
Ser traspasados para ver.

Lame el can la laceración que me hizo el amigo

Me he quedado solo en la ciudad de los perros.
Los únicos que hoy conservan alma.
Hay aullidos que valen mil palabras.
Hay lametones que encierran mil besos.
Se encierra en ellos la fidelidad primigenia.
Contienen el ámbar salvífico del amor verdadero. 
No espero de ellos traiciones, porque es contranatura traicionar al amado.
Me he quedado solo rodeado por ellos.
Los ángeles protectores que velan mis sueño.
Los que siempre me salvan en mis pesadillas.
Y he aprendido a aullar, para comunicarme en su puro lenguaje.
Lenguaje que no contiene para mi ladridos hirientes.
He metido la mano en sus fauces y no me han mordido.
Más ya no acerco la mano a los falsos y huidos amigos.
Porque esos con palabras de miel me la han roído.
Sana el can la laceración que me hizo el amigo.

domingo, 7 de septiembre de 2014

Los afortunados segundos

La fortuna está en los segundos intensos.
El tiempo no importa si está muerto o es soso.
Chispas fugaces que alegran cientos de horas muertas.