Coraza de nieves perpetuas.
En el jardín de insultos y salivazos.
Desnudez broncínea para soportar el ser ultrajado.
Lapidas que impiden el olvido.
Cuerpos que el amoral ya ha olvidado.
Buscáis llenar las cunetas con otros muertos.
Con vivos que vuestros muertos no han matado.
Odiáis, pensando que con odio podréis reescribir la historia.
Pero el odio solo siembra de minas el futuro.
Y vuestro odio el hoy ya lo ha sembrado.
No se heredan los delitos.
Y vosotros nos forzáis a heredar delitos.
Que nuestros padre no han realizado.