Gárgaras con sal deberían hacer los basiliscos.
Antes de sacar a pasear entre regüeldos sus ideas peregrinas.
Pide zafiedad al zafio y no te preocupes que no te defraudará.
Pena adicional tiene el altísimo, allanarse y ser ultrajado tras haberse allanado.
Es todo árida tranquilidad en esta poza de ausencia.
No me amilanan los levantiscos.
Los centauros de las noches locas.
Sirénidos de gritos teatrales y baratos.
Híbridos estériles, frutos de las oscuridades de tortura.
Revoltura de esquinas curvas.
Dobleces raídas en el arca.
Sin haber tenido ni un día de gloria.
Gloria de verbena de aire en la plaza publica.
Acémilas fuertes pero testarudas.
Acemileros que son los únicos que en esta partida ganan.
"Si te lo puedes permitir, consiéntetelo, el día tiene horas, pero nuestros sueños no. No es cuestión de segundos, es cuestión de ser los primeros."
Irsia Carolain Sprimbol
"Relojes sin horas para engañar al tiempo, al viento que seca lagrimas, al sol enorme de verano, que curte mi piel desnuda, encerrándome en esta broncínea crisálida que me resucitará. Haciéndome desear me abro al deseo."
Yoransel de Omatog
Tus manos tiemblan otra vez.
Es el frío metal del alma del amado.
Amarrada a una intemperie de idealizada deflagración.
Atada y temblorosa y sin poder volar ya.
El cielo hoy es gris.
Hace sol, pero tiemblas porque el calor en tu corazón es gris.
Gélido gris.
"Hay carreras que no sirven ni para tomar carrerilla. Hay corros que no son el de las patatas. Demasiado enano par tan poca arena, circo de mercenarios que le han cogido el truco al sistema y han hecho de la ramplonería élite, flor y nata."
Irsia Carolain Sprimbol
Encierra la cárcel de costillares abyectos una víscera que late iracunda.
Trampero que ha caído en la trampa que entraña odiar y querer vengar.
Buscando faltas, hemos tropezado con un espejo que nos muestra nuestras infectas lagunas.
Sino de terrorista que explosiona, con la bomba que su inferioridad le lleva a manipular.
Buscando zaherir nos hemos mortalmente herido.
No solo sirven las etiquetas para los tarros de mermelada, si no para marcar a fuego e identificar VENENOS.
Se levantará hinchada la empastillada.
La que fermenta maldades en su panza.
Fétidos ojos de ciénaga verde.
Templo del espíritu de Satán.
Chancro de indecencias.
Hambrienta rabiza que vende roídas gominolas.
Aires de la laguna Estigia.
Vahos del Tártaro.
Inframundo de alcoba peregrina.
Desdichas de mano siniestra.
Tocino saladísimo que no caga ni el moscón.
Confaloniero de batallas rentables.
De guerras en las que hay que sacar a la calle el pendón.
Ay del que desdeña la semblanza justa.
Del que abraza la inquina como flor de mayo.
Rentas de zaina colipoterra.
Rentas que solo dan para brillar en fiestas de barrio.
Ricos miserables de pueblo
Que solo son miserables borricos en la gran ciudad.
Sin referencias algunos parecen algo.
A veces algunos sapos croan desde un altar.
La ramera crispará al Altísimo.
Socavará la higiene mental.
Minará los pilares del orbe.
Lúntriga cebollera amiga del morapio.
Comadreja propagadora de las pestes del alma.
Impía acogida a sagrado y amparada tras las faldas del "santito".
Chicle pegado al blanco armiño de la reina.
Sanguijuela que fameliza la fe de los Santos.
No todo es pompa, pero a tu boca le hace falta jabón.
Varano de babas dañinas e infectas.
Las vueltas de la rueda de la fortuna con frecuencia marean.
Marean y vomitan en sus deambulaciones de tentado azar, desarrapados.
O corres o eres corrido.
Arena de circo y platea de indolentes.
Solo tiene el macho una palabra.
Solo tienen palabras los que no son nada machos.
Fachadas de espantajos.
Espantados tras traspasar la fachada.
Las novelas salen de los que sueñan.
Salen de la vida real.
De la realidad también salen las tragedias.
Las dos caras del ruedo del mundo.
La realidad nos condena o nos salva.
Elegimos escenarios, atrezzo y figurantes.
Elegimos demasiado en nuestra novelada realidad.
El éxito son flashazos.
Es estroboscópica composición.
Retazos con los que compone un todo el espectador.
Ruinas que solo traen al recuerdo la gloria.
"Uno se ahorma o se desarma, dime la resistencia de tu hilo y sabre lo que aguantan tus costuras. Mentes que lo prenden todo con alfileres y que en el paroxismo pretenden que vivas luciendo ese calamitoso despropósito de lacerador traje."
Irsia Carolain Srimbol
"El postín del torrezno, de la patatera y la morcilla es simple y mondo. Es curarse y ser vianda de batalla, es ser fuerza bruta. Todo vale para subsistir, pero subsistir no lo es todo."
Irsia Carolain Sprimbol
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