Las tormentas se generan desde aquí, pero vienen de fuera.
Vienen de lejos y también de cerca.
Vienen y asolan con la plaga de árboles torcidos.
Con la peste de serpollos.
Con la berrionda amoralidad.
No se priva de sol al cretino construyendo un muro.
Sino convenciendo al sol para que no salga para la parva de jumentos y cretinos.
Tanto interés
deja ver el verbasco del interesado.
Y sólo se lava el veneno del agua con mucha agua y torrencialidad.