viernes, 9 de diciembre de 2016

Combinaciones únicas


Combinaciones únicas, 
que no quiere decir que es lo único con lo que te puedes combinar, 
de forma muy única.

Cursis y pusilánimes


No creo en la poesía relamida, menos aún en la que se relame, en la poesía blanda que no tiene como fin zarandear el intelecto y hacer del mundo un lugar mejor.
No creo en los ñoños, en los moñas, en los pusilánimes que construyen frases de algodon de azucar, frases de barraca de feria, de vacua cursilería y rimas inmisericordes de ingenio sin genialidad.
Ni creo, ni quiero creer que lo políticamente correcto cambia el mundo, ni que ser eufemístico y no caminar de frente sea genial.

Hemos perdido la humanidad


¿Qué sería de la humanidad sin niños?
Se preguntan algunos.
Yo me pregunto.
¿Qué será del mundo con esta infancia egoísta y deshumanizada?
¿Qué estamos sembrando en la infancia?
¿Qué de odio traen las nuevas generaciones?
¿Qué estamos haciendo mal?
Ser el futuro en si no es nada.
Lo importante es ser un futuro en PAZ.
Y creo que aunque haya niños, hemos perdido la HUMANIDAD.

Sin el ala izquierda

Hay muchos elementos en nuestra anatomía que los tenemos pares.
Hay muchos elementos en el mundo que se nos presentan pareados.
Pares que no iguales.
Iguales que son complementarios.
Aliados, que unidos nos dan destrezas.
Dos ojos para verte mejor.
Dos manos para acariciarte y escribir en el aire mil veces tu nombre.
Dos piernas, fuertes y esbeltas, para caminar hacia ti, para alejarme de ti, y desearte con mas fuerza en la distancia.
Piernas para recorrer el mundo con paso firme y traerte al volver, bellos presentes.
Dos alas para volar, para planear, para hacer circulos en el aire, sobre tu casa, sobre tu lecho.
Alas para atraer la lluvia a tus campos de trigo, alas para atraer la cigüeña a tu nido.
Dos son las almas que se juran amor eterno y eternamente se aman incluso cuando atraviesan infiernos.
Pero hoy estoy desalado, la mediocridad del mundo y sus estándares de ser y medrar, una de las alas me ha amputado.
Y con esa perdida, sin mi ala izquierda, ya no puedo volar, ya no puedo traerte presentes de países lejanos, ya no puedo construirte un futuro en PAZ.
Por la mediocridad de este mundo sin respeto, soy hoy un LISIADO.

jueves, 8 de diciembre de 2016

Frikis televisivos


Inverosímil estrategia de friki televisivo.
Cuales son los porqués.
Cuales son los para qué.
El triunfo es extraño.
El éxito vacío.
El vértigo va parejo a la cúspide.
No es gloria,
es temor.

Plasticidad


Seres de plástico con gran plasticidad.
Seres ambiguos sin ninguna ambigüedad.
En la claridad se tiene todo tan claro.

Cazamariposas

Los recuerdos nos impiden morir.
Vivimos en ellos aún sin nombre.
Bellísimas fotografías que velan nuestra memoria.
Belleza que fue y el extraño rememora.
Atrapo instantes en mi cazamariposas.
Aleteo de ángeles que se fueron.
Pero su semblante aún sigue aquí.

Cazador


Presos de la espera.
Esperando ser tu presa.
Apresados por la caza.
Cazados por la presa.

Coleccionista de porcelanas


No complace lo que está al alcance.
Nos obsesiona lo inalcanzable.
La bendita y loable pureza.
Reinos sin tránsito.
Reinos virgenes que nadie aun ha transitado.
Amante de las rarezas.
Señor de las vitrinas.
Poseedor de lo frágil.
Coleccionista de porcelanas.
Para muy pocos.
Sólo para mi.
Deleites tildantes.
Tildado por los alambicados disfrutes.
Por las frutas de los jardines prohibidos.
Por la prohibición de visitar los privados jardines.
Atmósferas doradas para los exquisitos paladares.

Turbulencias


Mi lengua como alada mariposa 
se rinde a las turbulencias del incendio.
Flamígera tormenta 
que acabará por devorarme.
Somos el calor que nos sacude.
Somos la frialdad que nos aplaca.

Estirpe


La suavidad me empapa mientras llueve.
El sigilo me hiere mientras espio.
Perdón que demoro.
Rendición que aplazo.
Y sin plaza divago.
Y sin lluvia me empapo.

Sólo


Sólo abarca quien comprende.
Sólo abraza quien acepta.
Sólo gana quien se rinde.
Los fragmentos siempre mienten.

Desierto

En las islas habita el desierto.
En mi desierto protejo mi calma.
Campo abierto en el que puedo apuntar.
Con la mira a las alimañas.
Campo arrasado en el que no quiero.
Que nada turbe mi olvido.

La mesura demora

Lleno de cólera el estanque maldito.
Entre el bufar de los sapos.
Lo lleno a sabiendas de que no tiene aliviadero.
Solo arrasadora riada cuando estalle el dique de mi paciencia.
Cuando impaciente reclame el sitio que la zahinidad me niega.
El sitio que la mesura demora.
La torre que legítimamente gane.
Ambar de senectud que olvida contiendas.
Ambar de olvido que lejos aun estás.
Somos el capricho de las tormentas.
Vemos sólo el horizonte que nos obcecamos en ver.
La mesura traza estrategias pero también arma al rival.
Demorar es perdias henchido de cólera.
Es perder días sin poder aliviar.

El sabor de la rendición


Me envuelvo en las mantas que tapan destrozos.
En la resina del alba.
Confort de caricias fieles.
De lenguas que con amor sanan llagas.
Cuido el infierno con la esperanza de hallar el cielo.
Entre cuatro paredes se encierra mi gloria.
Se esconde tras las tapias muy altas.
Tras las cortinas escondo mi alborozo.
Mi carcelero oasis de paz.
Soy lo que abarco.
Soy lo que el calor de mis brazos puede abrazar.
Sabe a lumbre mi espera.
Sabe a carne de membrillo.
Sabe a infancia perdida,
Perdida y rememorada.
En los colores de los caquis
En las granadas del suelo del pasillo.