domingo, 21 de julio de 2013

Con la varita de mando

A la virgen procesionando y con la varita de mando jodiendo.
Duro día del Carmen.
Deposite mi confianza en quien con mayor fiereza me mordió.
Confiar para ser engañado.
Desengaños para no volver a confiar.
A salvo en la rivera de lodos, fuera ya del infecto pantano.
Nada debo porque nada por mi se hizo.
Solo los muros amigos me siguieron en los escoyos, me salvaron del desplome, me dieron fuerza para mantener en pie mi gran casa, la casa de los canes.
Rodar por empinada pendiente, hasta alcanzar el llano y allí poder pensar con calma.
Virgen del Carmen procesionada por tanto necio, líbrame del manso que solo quiere trepar.

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