miércoles, 30 de abril de 2014

Obras son amores y no buenas razones

Siembra la avaricia el hambre de hoy que continuará creciendo mañana.
Manos llenas de caramelos envenenados que cosechan calenturientos fanáticos a las puertas de los colegios.
Será la mano del cándido la que lleve el presente a casa y esparza el toxico en su hambriento hogar.
Cadena de mando, cadena de acontecimientos, el cataclismo ya está desencadenado.
Manos que en el teatro de las sombras hacer ver realidades inexistentes.
Es la magia el juego de la distracción.
Es mi juego el distraer.
Es mi demasía tu carencia.
¿Que es ver?
Veras lo que yo te consienta ver.
El hambre debilita el cuerpo, pero esa no es mi batalla.
Mi batalla es la debilidad de tu alma.
Primero te negaré que la posees y después te haré ver que eres un animal y como tal solo instintos debes satisfacer.
Pueblos de barro, barro en las manos del líder del hurto.
No confíes jamas en el que deslegitima el esfuerzo.
No confíes en el discurso, si no va acompañado de generosos actos. 

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