sábado, 14 de noviembre de 2015

Les abrimos la puerta pero vienen con las zarpas enharinadas

La víbora hoy muda de burka pero permanece intacta su maldad.
Hay dioses que todo lo permiten, hay dioses que todo lo justifican.
Enfermedad critica de enfermo incauto.
Protegemos tanto la libertad, que nos devora el liberticida.
Nos aniquila amparado por nuestro proteccionismo.
Nos acobarda crecido por el buenismo de un mundo de ricos que expían su culpa haciendo ciega caridad.
Si a la sombra de Ala se siembra el odio habrá que buscar responsables al lado de Ala.
El que no se desmarca consiente y el que consiente es culpable.
Solo las vírgenes necias abren la puerta sin preguntar.
Enséñame la patita que quiero ver si eres un cordero o un lobo con la zarpa enharinada.
Si uno no se deja engañar no hay engaño.
Que a la cúspide no tiemble el pulso, que en el llano nos tiembla el alma.

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