domingo, 23 de abril de 2017

Recortes en los afectos


En todo, hoy en día, hay falta de humanidad. Vivimos ajenos al próximo, en las ciudades se va deprisa y uno ya no se inmuta con lo que ocurre en rededor, y en los pueblos pequeños todos son viejos. 
A nuestros mayores los descuidamos con suma facilidad, los internamos en asilos llenos de extraños, esperando que se mueran más pronto que tarde.
Y decimos que no hay deshumanización. Vemos la vejez como algo molesto y nos planteamos eutanasiar a nuestros mayor. Y lo llamamos dormirlos, pero en realidad es matar.
Recortes en los afectos, recortes en la empatía.
Todo ello para que no hagan ruido, para que nos dejen vivir deprisa.
Este es el bienestar de la longevidad, ser aparcado en las salas de espera de las residencias, ser narcotizados con morfina y así programar para un dia conveniente el fin de nuestros días.

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