No envidies mi cosecha.
Porque soy yo quien la ha sembrado.
No envidies mis campos.
Porque soy yo quien los ha arado.
Soy yo quien retiro las piedras que entorpecían la labor.
Soy yo quien expurgo cizañas.
Y quien vela que los pájaros no diezmen la semilla.
No envidies y levántate temprano, como hago yo, a trabajar tu solar.
Con que facilidad envidia el fruto el holgazán.
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