Son glorias de provinciano estanque.
De somero charco, en el que el chapoteo de una rana genera oleaje.
Autotildados.
Autoconfundidos.
Autoencumbrados.
Autoglorificados.
Autoembarrados.
Autoenlodados.
Aturde tanto asombro.
Aturde tanta sombra.
Aturde porque aquí nada flota.
Sencillamente porque sin profundidad nada se hunde.