lunes, 6 de octubre de 2014

De bagatelas y fruslerías

En la vitrina de las bagatelas leo mis días.
Entre cristales guardo mis frutos. 
Los que ponen en pie mi pasado.
Los que impiden mi olvido.
Los que me permiten vivir mil veces.
Urraca de brillos, que nunca da por amueblado el nido.
Cuarzos lechosos, morados y de humo.
Calcedonias y callos de galopes pasados.
Llaves de calcinadas puertas.
Sonajeros de niños santos.
Medallas gastadas, de besos al amante no dados.
Anillos rotos de tanto fregar escaleras.
Alianzas de amores de antes.
Lazos de raso para brillar en misa.
Detente enemigo que el Corazón de Jesús está conmigo.
Todo un ayer de fruslerías que cuentan mis horas.


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