¿Quién parásita tu corazón?
¿Quién sin caricias disfruta de tus latidos?
Nadie mira a la oscuridad.
Todo el mundo se centra en la luz.
La cara oculto.
Lo caro que es ocultar.
Cómplices de nuestras intrigas.
Chantajeados por la penumbra de intrigantes.
Libérate encendiendo todas las luces.
Vivir lastrado no es vivir.
Todo es perdonable, todo tiene perdón.
No consientas que la noche oscurezca tu día.
Quitale al parasito el timón.
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