domingo, 17 de abril de 2022

Envidia


¿Qué le ha ocurrido a tu rostro, gallardo bañista? 
¿A quién molestaba tu arrogante belleza?
Ni en la eternidad estamos a salvo 
de las zahínas manos de la envidia.

Los camposantos están llenos 
de estas afrentas, 
de las vulgares rabietas 
de quienes nunca pudieron 
ni herirte, 
ni alcanzarte en vida.

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