miércoles, 13 de noviembre de 2013

Cenizas al olvido

Agonizas en la fría extrañeza.
Salas de transito.
Depositados allí para fallecer.
Sin ruido, sin presencia, en la ausencia.
Sin nada que recuerde el calor del hogar.
Sabanas de olor ajeno.
Sabanas frías.
Sabanas sudario.
Mortaja de frías sabanas.
Soldaditos de plomo.
Peones de barro.
Que han finalizado la partida.
Que ya no tienen jugada.
Al margen del tablero, para que no importunen.
La rapidez del mundo.
Lo perfecto y joven que es todo.
Las cremas faciales.
Las casas pequeñas donde no caben tus padres.
En la casa de tablas.
Esperando la caja de tablones.
Y el velorio verbena.
La casa de velorios y de gimiqueos comunados.
El negocio de la muerte.
La sórdida trastienda de los últimos años de vida.
Y el cuerpo desaparece y desaparece el problema.
Cenizas al olvido.

Corrosiva micción

Se faja el informe intentando buscar la forma.
Es el alarde estético y la profusión de detalles de las mentiras.
Tengo seca la garganta de tanto pedir auxilio.
Carniceras picadoras de ángeles, aniquiladoras de gloria.
Como vais a ascender si lo vuestro es rodar.
Avalancha que todo lo pringa y arrasa.
El único reflejo que tenéis es el del charco infecto de vuestro orín.
Corrosiva micción que desvela verdades. 

Ladrando en el lodazal

Chapotean ladrando en el lodazal los hijos de la obesa.
Nuevos cerdos que perpetuaran la peste en el mundo.

Corazón motor, corazón amor

El pensamiento es un bucle, tiene sus vicios, sus manías, sus rutinas.
Pienso con las manos frías intentando calentarlas con el corazón.
Corazón motor.
Corazón amor.
Ambos bombean mi vida por igual.

El bucle de la miseria

Se siente pereza con tanto frío.
Pero la pereza la supera el hambre.
Trabajar para comer.
Comer para poder trabajar.
El bucle de la miseria.
Es imposible abandonarse cuando no solo te abandonas tu.
Abandonas a los tuyos, sangre de tu sangre, carne de tus entrañas.
Con frió y humedad consciente de que acortas tu vida.
La acortas por la la fuerza de tus entrañas de amor.
Largas jornadas que alargan el día.
Con las manos frías y las carnes magras por lo justas que van las fuerzas.
El bucle de su miseria es el bucle de su riqueza.

Forrado de oro.

Ostentar no es esconder.
El ostentoso va más a las claras.
El que ostenta eso es, eso tiene y con ello tapa fisuras.
Temo más la avaro, que es el que esconde.
Bajo su manto de harapos va forrado de oro.

Sin nanas y sin cebolla

Sino de tiempos difíciles.
Elevar lo elevado.
Hacer inalcanzable lo que ya no se alcanza.
Ya sin nanas y sin cebolla.
Y a merced del frío viento.

Gemas de interior

Me adorno con gemas en el interior.
El brillo invisible a los ojos del avaro.
El brillo que nunca hace alarde de ostentación.

martes, 12 de noviembre de 2013

El informe

Parecer no es ser y ser no es parecer, que chasco para vuestra ansia heredipeta.
Costosa me saldría si dinero tuviera la muda del pelo de la zorra.
Buscan los alguaciles la alopecia en mi casa, que desatino de munícipes.
Donde están los raídos abrigos de furcia, llenos de calvas.
Bien lo saben los buscadores donde están, pues es palmaria su necesidad y calentura.
El precio del fornicio es un informe para manchar al sin macula.


Creadores de necesidades

En la necesidad está el beneficio.
Creadores de necesidades.
Satisfacéis satisfactoriamente para vuestro bolsillo, la necesidad que habéis creado.
Dios no regala necesidades, las necesidades siempre las crea el hombre.
Se domina en la necesidad.
Y necesitamos dominar.
Bucle infeliz de dependencias.

La flor negra


Cañonazos al cielo para derribar ángeles.
Hachazos de las asesinas presencias.
Me persiguen las rameras asiduas a las tabernas.
Las vulgares, de las pupilas dilatadas tras la ingesta de vinazo y chocolate.
Sopor de jergón de chinches y juegos para saciar el otro hambre, el hambre de la negra flor.
En la mesa de noche los anillos de verdín, pacotilla con catarros vaginales sudada.
Y en la silla del mamporrero, el abrigo sintético lleno de corridas y cotelas.
Todo chillón en el mundo de abajo.
Todo adquirido en el mundo oscuro de la abundante carne.
¿Que puedo yo envidiar a tan alta caterva.?

Negrura densa

Sois harapientas con ropas de domingo para poder usurpar las primeras filas en los convites.
Bañadas de luz sois aun más patéticas.
Fétidas y grasientas comadres de papos crueles.
Putas de luto, luto por las putas.
Reinas del ordinario orden y la sencillez de la pobreza de espíritu, ataviadas con el falso lujo de las prostitutas.
Con enternecedoras lagrimas de cocodrilo lubricáis vuestros ojos, pozos de robo, mentiras, estafas, y sexo sórdido, sucio y barato.
Negrura densa de verdugos invisibles en la penumbra.


Tobogán de crestas y baches

Nada eres en mi felicidad, pero en mi infelicidad lo eres todo.
Horas, tobogán de segundos de crestas y baches
Sufro sin distracción.
No es estanco mi presente al daño de ayer y al que se que me inferirán mañana.

El péndulo de nuestros estados

Es mi dicha tu tormento.
Es mi tormento tu dicha.
Se feliz hoy.
Porque gracias a ti vivo atormentado.

Debajo de mi casa

Es voluntad mía, de última hora que no me pisen los que siempre han estado debajo.
De baja estofa.
Debajo de todo.
Debajo de mi casa.
Siempre el infierno ha estado debajo del cielo y así debe continuar.