Paraliza la lluvia la vida.
Paraliza el tiempo.
Paraliza el amanecer que se hace eterno.
Frena la luz, que llega pobre.
Frena el color, que ni aparece.
Hoy ha amanecido de noche, ya es noche buena.
martes, 24 de diciembre de 2013
lunes, 23 de diciembre de 2013
Se meteorizan los nombres
Morir es el olvido.
Morimos cada vez que alguien se olvida de nosotros.
Morimos olvidados en las salas de transito.
Nuestra memoria se olvida entre las marchitas flores.
Se meteorizan los nombres en los jardines de olvido.
Es el último fin, morir y olvidados desaparecer.
Morimos cada vez que alguien se olvida de nosotros.
Morimos olvidados en las salas de transito.
Nuestra memoria se olvida entre las marchitas flores.
Se meteorizan los nombres en los jardines de olvido.
Es el último fin, morir y olvidados desaparecer.
Iguales
Siempre busco y tuvo fe en encontrar un igual, idéntico a él
en belleza y en miserias, alguien con el que compartir el duelo de su
perversión y sadismo. Necesitaba un confesor, un cómplice, un camarada, una
gota de agua igual que él, en la que verse y paladear aún más su narcisismo.
Y el destino esa mañana se lo presento, se sentó a su lado
en el metro, a su izquierda y bastó mirarle al fondo de sus ojos para ver en
el interior su mismo estanque diabólico.
Sus manos eran bellísimas, de dedos largos diestros en goces,
era imposible no imaginarlas sobre su cuerpo propinándole caricias y entrelazándose
con sus manos que eran muy similares. Por esa razón el primer lance estuvo en
discretamente aproximar su mano para tocarlas. Así fue como sintió el chispazo
de electricidad que hizo que los dos dieran un cierto respingo, y tras el
respingo, la consiguiente disculpa y ya estaba iniciada la seductora
conversación.
Las Navidades nefastas
No soy compasivo.
No soy misericordioso.
No soy lento a la cólera, ni rico en piedades.
Soy hijo tuyo y no me parezco a ti.
Deseo tropiezos, deseo desgracias.
Deseo sombras, deseo inviernos.
No se reprimir mi ira.
Solo en la venganza encuentro la calma.
Deseo para ella y los suyos las Navidades más nefastas.
No soy misericordioso.
No soy lento a la cólera, ni rico en piedades.
Soy hijo tuyo y no me parezco a ti.
Deseo tropiezos, deseo desgracias.
Deseo sombras, deseo inviernos.
No se reprimir mi ira.
Solo en la venganza encuentro la calma.
Deseo para ella y los suyos las Navidades más nefastas.
El mantillo de las coles
Complaceré a la tierra dándole mi barro.
Seré el mantillo de las coles.
Volveré a saborear ya sin boca las sales minerales.
Y me diluiré en el agua que me depositará en la arena del litoral.
Solo ya sin mi amado, solo a su lado quiero ya estar.
En la
tierra o saturando de sales el mar.
Palmera
El espectro de la palmera.
Sombra de plata en la noche de luna.
Vigila frente a mi ventana.
Como guardián de sombrío porte.
Espanta fantasmas y temores.
Y susurra letanías a los ventarrones.
Ay palmera del abandono.
Testigo mudo de un señorío que cayó a plomo.
domingo, 22 de diciembre de 2013
Se fue bordando embozos
No se ha evaporado el roció y ya van las beatas a llevar
flores a la Marialba.
A aquella que murió muy niña sin dar linaje a su casa.
Van por la callejuela posesionando.
A ver a la niña noble que murió, mientra su ajuar estaba bordando.
Todas van de negro y a Dios lanzando suspiros.
Se fue la virgen al cielo, para continuar allí cosiendo camelias a los embozos.
Ay qué pena niña, que en la fiebre mala te fuiste apagando
como una brasa.
Rezan cuentas de azabache las viejas en la amplia sala, entre
retratos rancios de Trastámaras.
Arden las grandes hachas de los convidados a la partida.
Y fuerza la rápida marcha a desmantelar palacio.
Que esperan con ansia loca, los cuervos más allegados.Pastores tuertos impunes
Llenáis la platea de discriminados, de vuestros discriminados.
Vosotros los acomplejáis con vuestra jerarquía racista.
Los rendís y aborregáis, convirtiéndolos en masa de plastilina, que os obedece dúctil y dominada.
Sumiso rebaño de condado rendido a un loco caudillo.
Salvapatrias expertos en descalabrar vajillas.
Trileros que con cartas marcadas a los vuestros engañáis.
Legalmente ni siquiera podéis usucapir.
Porque en el mismo dominio viven otros, que usan el terreno con la misma legitima soberanía que los borregos de vos.
Dictadores, ladrones de voluntades, pastor de los tuerto que creas por el interés en hacer prosperar vuestro golpe de estado.
Vosotros los acomplejáis con vuestra jerarquía racista.
Los rendís y aborregáis, convirtiéndolos en masa de plastilina, que os obedece dúctil y dominada.
Sumiso rebaño de condado rendido a un loco caudillo.
Salvapatrias expertos en descalabrar vajillas.
Trileros que con cartas marcadas a los vuestros engañáis.
Legalmente ni siquiera podéis usucapir.
Porque en el mismo dominio viven otros, que usan el terreno con la misma legitima soberanía que los borregos de vos.
Dictadores, ladrones de voluntades, pastor de los tuerto que creas por el interés en hacer prosperar vuestro golpe de estado.
Mis reyes
Reyes con coronas de cartón.
Esos son mis reyes.
Tildados de arrabal.
De viento de pueblo.
Montados en mansas mulas.
Vestidos de cortinas.
Con barbas de peluche.
Y maquillados con los potingues.
De los cajones de la cómoda de ayer.
Esos son mis reyes.
Tildados de arrabal.
De viento de pueblo.
Montados en mansas mulas.
Vestidos de cortinas.
Con barbas de peluche.
Y maquillados con los potingues.
De los cajones de la cómoda de ayer.
El reproche
Nunca me comporte bien con ella, tampoco era su talante el
de exigir, ni se quejaba, ni pedía. Me sorprendió aquella cena, pero no puse
ninguna objeción.
Pensé que sería alguna fecha, que como era habitual yo había
olvidado y tampoco pregunte. A las sorpresas agradables no se le ponen pegas. Converse
con ella como siempre, respondiendo a sus rutinarias preguntas que nada me comprometían
y que solo servían para romper el silencio de no conversar. En todo el tiempo
de formal matrimonio, en la mesa nunca estuvieron presentes ni la radio, ni la
televisión, no sé si a día de hoy esto fue bueno para nuestro matrimonio, pero
simplemente llego así y así siguió. Era rutinario todo en casa e incluso lo que
se incorporaba para romper la rutina, terminaba siendo una rutina más.
Sara llegó así, como distracción, como motivo de
preocupación, como una rutina más para romper el hielo del a veces insufrible silencio.
Y término siendo el gozne de los días, marcando las salidas, las entradas, los
paseos y el ritmo de sus comidas marco el de las nuestras. Sara tenía querencia
por ella y yo como siempre no hice nada, lo deje como todo estar.
Como ya habréis adivinado
el destino no nos dio hijos, ni los impedimos, ni los buscamos, fue así, desgraciadamente
pienso hoy.
Nada me pedía, nada le di y
abone con mi indiferencia el terreno de lo que más tarde ocurrió.
Volvamos a la cena, había cocinado algo muy sencillo que a
ella le encantaba y que yo le hice creer que a mí también, además había abierto
una botella de vino bastante caro, nada habitual en ella. La presentación también
estaba muy cuidada; un mantel de su madre, la vajilla de nuestra boda, las
copas de la diezmada cristalería de su abuela y los cubiertos de plata de mi
madre que ella nunca había puesto en nuestra mesa.
Comimos en un silencio formalmente roto hasta que llego el
café, que fue donde rompiendo el protocolo me reprocho una cosa pero con un
tono muy neutro, tanto que casi no le di importancia en ese momento, pero hoy sé
que ese reproche sería muy importante para ella y para mí.
Ese reproche era el
punto de inflexión de todo. Era el punto que me hizo ver que yo no conocía nada
a mi mujer. FELIZ NAVIDAD
No me quedaré en el desear.
Construiré puentes entre la realidad y el deseo.
Entre la idea y la forma.
Haré lo deseado.
No arrancaré un árbol para que luego se seque.
Saldré al campo con una regadera llena de besos y los prodigaré a los tilos, a los robles y a los enebros.
No adornaré con plastico la furiosa vida.
Adornaré con acciones, pasos en el istmo hacia la paradisíaca isla.
Prometo y cumpliré, aunque me cueste la vida, que socorreré al que el mundo injusto, le ha torcido la suya.
Es NAVIDAD en el corazón dormido, quizás por desidia o por sentir que su gota no saciaba la sed.
Es la vivificante lluvia, miles y miles de gotas UNIDAS.
Construiré puentes entre la realidad y el deseo.
Entre la idea y la forma.
Haré lo deseado.
No arrancaré un árbol para que luego se seque.
Saldré al campo con una regadera llena de besos y los prodigaré a los tilos, a los robles y a los enebros.
No adornaré con plastico la furiosa vida.
Adornaré con acciones, pasos en el istmo hacia la paradisíaca isla.
Prometo y cumpliré, aunque me cueste la vida, que socorreré al que el mundo injusto, le ha torcido la suya.
Es NAVIDAD en el corazón dormido, quizás por desidia o por sentir que su gota no saciaba la sed.
Es la vivificante lluvia, miles y miles de gotas UNIDAS.
Sedosas son las horas que paso contigo
Sedosas son las horas que paso contigo.
Entre gemidos me duermo.
En tus brazos me acuno.
Siento ya lejos el corazón de piedra.
Siento ya lejos las lagrimas falsas de la estatua de sal.
Ligo latidos y ato aleteos.
Ato susuros y ligo tus besos.
Entre gemidos me duermo.
En tus brazos me acuno.
Siento ya lejos el corazón de piedra.
Siento ya lejos las lagrimas falsas de la estatua de sal.
Ligo latidos y ato aleteos.
Ato susuros y ligo tus besos.
Pataleta de gorda
La pataleta de la gorda, es un tremendo terremoto.
Tiembla la tierra con la cólera de la gorda zafia.
Tiembla la tierra con la cólera de la gorda zafia.
Los delirios del tocino
Los delirios del tocino son insufribles.
Sobre todo cuando intenta hacernos creer que es magro.
Colores de transito.
Bullicio de fiestas.
Vísperas de año nuevo cargado de esperanzas.
Lo que procede del barro, de barro es.
Lo que es de oro, de oro es su proceder.
Puertas a la gloria.
Puertas abiertas que dan al precipicio.
Delirante rococo de asadura de manteca.
Sobre todo cuando intenta hacernos creer que es magro.
Colores de transito.
Bullicio de fiestas.
Vísperas de año nuevo cargado de esperanzas.
Lo que procede del barro, de barro es.
Lo que es de oro, de oro es su proceder.
Puertas a la gloria.
Puertas abiertas que dan al precipicio.
Delirante rococo de asadura de manteca.
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