martes, 1 de abril de 2014

Torrencialidad

Tormenta de truenos, viento y torrencialidad.
Llueve de hostigo.
Llueve con furia.
Rabia que destroza floraciones.
Primavera que arranca violenta.
Cimbreando brotes.
Cimbreando las exclaustradas yucas.
Avivando el verde de las costillas de Adán.

Los que ayer estábamos en pie

Es mi sendero el que lleva a la cruz derribada.
Es un camino romántico sin ninguna  popularidad.
Incendio que te ciega y asfixia.
Tensas cuerdas de arco por las que sigiloso hay que caminar.
Ni se callan, ni reprimen su burla.
Que seguridad poseen en su camino de barro.
No llevamos la misma dirección pero están con escarnio pendientes de la mía.
Estoy solo con el lobo y los ciervos y siento que sin palabras me entienden.
Se ríen de los derribados, pero ellos saben que somos los que ayer estábamos en pie.

Insignificantes

Que insignificante es uno ante tanto horizonte.
Quien aprecia la particular morfología de un grano de arena.
Repetibles, sustituible, olvidables.
Esos somos nimias moléculas en un infinito que ni nos aprecia, ni nos desprecia.

Un libro siempre está encendido

Un libro nunca se apaga 
Un libro siempre está encendido.
Somos presas de las redes. 
De las redes de libertad.
Y olvidamos que hay solitarios estanque donde bajo la luna nadar.
Sale el sol en los libros solo para ti.
Es monógamo el matrimonio entre libro y lector.
Nada te turba, nada te distrae en esa red de amor único. 
En esa red donde solo existen la narrativa y tú.

lunes, 31 de marzo de 2014

Desaparecen las golondrinas

Ya no cuelgan las golondrinas sus nidos bajo mi balcón.
Ya no adornan los cables, tendidas al sol.
Ya no trinan al alba anunciando el amor.
La inacción es un desprecio.
La insensibilidad es la muerte..
El tratar lo excepcional como normalidad es un asesinato.
Hacer y dejar de hacer dos bandos que se dan la mano.
Hombres buenos y malos que matan bellas golondrinas.

Reinas de diademas de stras

Reinas prohibidas.
Reinas en la obscuridad.
Reinas clandestinas.
Reinas de brillos proscritos.
Bajo burkas de arcoíris saldremos a las calles.
Saldremos a procesionar.
Protestaremos por el entierro del color del mundo.
Reinas ultrajadas.
Reinas defenestradas.
Reinas degradadas.
Reinas de la sombra.
Reinas del placer en la cerrada noche.
Reinas encerradas por amor.
Por amor al igual.
Al igual en forma y figura.
Al igual en género.
Por amar a los chicos azules.
Por desfilar orgullosas con diademas de stras.
En carrozas tiradas por hipocampos.
En caballos de plata.
Con plumas de colores.
Con los colores del sol.
Sol que algunos nublan para impedirnos ser, estar, brillar y amar.




Plomizo gris

Sin expectativas cercado por el plomizo gris.
Fantasmagórica surge la palmera en la niebla.
Gigante quijotesco que cabalga entre bajas nubes.
Dos palmos de mundo sin sol.
Lloran los tejados en la primavera de apagadas flores.

domingo, 30 de marzo de 2014

Témeme

Puertas falsas.
Puertas ocultas.
Salidas de privilegio.
Salidas escondidas.
Para los trucos de mi circo.
Para mi, tu alcazaba no es inexpugnable.
Para mi, tu castillo carece de defensa.
Son pasadizos para huir.
Son pasadizos para sorprender.
Es mi estrategia el camino de tu desamparo.
Témeme porque con mis trampas te ganaré.

Mis fuentes amigas

Calmo mi sed muy cerca.
Calmo mi sed en los próximos.
Calmo mi sed en las fuentes cercanas.
Fuentes amigas.
Amigos que sois mis fuentes.
Bebo de vuestras bocas mis palabras.
Son vuestras palabras mis ideas.
Son vuestros pensamientos los sillares de mi mundo.
Soy una esponja que absorbe toda vuestra esencia.
Soy un indecente ladrón de belleza.
Bebo de los bellos manantiales.
Nado en los estanques de los bellos seres a los que soy permeable.
Palabras prestadas, robadas, tomadas de las almas a las que espío.
De las almas que permiten que las espíe.
Sois mi vida.
Soy vuestra vida.
Mis textos son vuestras palabras.



Ruiseñor del mesías

Talentos de machos experimentados.
Versados en cuitas de amor.
Varones de ojos violetas.
Galantes en el nido del placer.
Ruiseñor del mesías con ínfulas de pavo real.
Todo es poco en aras de la euforia que es conquistar.

Soy lo que me pida mi amor

Es mi carácter un torbellino de caprichos.
Un ventarrón tachado de insensato.
Una diana fácil en campo abierto.
Nunca me he escondido.
Nunca he encerrado bajo llave mi luz.
Soy relámpago perenne.
Soy volcán amenazante de lavas de palabras cordadas.
Maroma de nudos fraileros para poder seguir el rosario de mi pesar.
Soy letanía de verdades que grito desde los canchos graníticos.
Soy mar sin costas donde dejo naufragar al traidor.
Soy lo que me pida mi amado.
Soy lo que complazca a mi amor.

Berilos de Persia

Es el verde el color de tus ojos.
Es tu verde el color de mi primavera.
Con lluvia fina lloro las horas que te ausentas.
Veo esos segundos como desiertos enormes sin caricias.
No me canso de sentir tu mano en mi rostro.
No se cansa mi mano de recorrer tu rostro.
Terreno conocido e ignoto.
Y en tus verdes estanques, berilos de Persia.
No se cansa de nadar  mi mirada.
Traspasan mi corazón tus besos.
Y se cimbre la palmera de mi cuerpo con la brisa de tus palabras.
No me canso de oírte decir que me quieres.

sábado, 29 de marzo de 2014

Se agradece de verdad

Sé que más de uno de vosotros os sumareis al clamor.
Todo se clarifica en la derrota.
Nada ya te ancla.
Porque nada ya tienes.
Y con nada ya puedes comprar.
Solo te siguen los desinteresados.
Los que muchas veces te seguían de lejos.
Los que nunca imaginaste.
Los que nada persiguen, porque solo te persiguen a ti.
Te quieren a ti sin interés.
Te quieren contra corriente.
Te quieren en el chaparrón de las criticas.
En el incendio de la calle al que ellos no se suman.
Te quieren a ti y solo a ti.
Y en la tristeza de la derrota eso se agradece de verdad.

En los reinos de ultramar

A veces los ojos miran demasiado lejos. 
Y no ven lo que tienen al lado.
Viviendo en los reinos de ultramar.
Sin recibir ninguna correspondencia.
Sin palomas que me traigan besos. 
Sin recibir contestación de mis palomas.
Me encierro entre cristales para que no me hostigue el viento.
El viento de la soledad de los mares.
De la soledad de unos ojos empeñados en mirar demasiado lejos.
Demasiado lejos esta lo que ya no volverá.
Y demasiado cerca quien como yo espera. 
Que yo le quiera mirar.

Patria de líos

Patria de líos.
Patria nada paternal.
Patria de bandos de rapiña.
De bandos que denostan la belleza del solar patrio.
Y abrazan ardientes la morralla extranjera.
Cainitas que a su sangre sin razón asaetean.